162 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA forman, consumen y excretan productos, materiales, energía y agua, provenientes del mundo natural. Al realizar estas actividades, los seres humanos consuman dos actos: por un lado «socializan» fracciones o partes de la naturaleza y por el otro “naturalizan” a la sociedad al reproducir sus vínculos con la naturaleza (Toledo, 2002: 22). Explicar a los estudiantes dicha correlación es de suma importancia: es a través de ésta que los estudiantes se pueden dar cuenta de su lugar en el mundo y de cómo ellos, en sus actividades diarias, utilizan mercancías que han sido adaptadas de la naturaleza. Y es por medio del trabajo que los campesinos o la agroindustria transforman la naturaleza. Por tal motivo, los temarios en las asignaturas se complementan en el desarrollo del proyecto. Desde la asignatura de Experiencia Rural se exponen los diferentes esquemas que existen por parte del modo de producción campesino y del que corresponde a la producción agroindustrial para la transformación de la tierra. Por ejemplo, en el modo de producción campesino existe una apropiación de los recursos naturales a través de la producción de la Milpa. Ello implica analizar a la Milpa en su complejidad como un sistema cultural que provee de recursos a la familia campesina para favorecer su propia reproducción y garantizar su subsistencia. El sistema Milpa conlleva una serie de saberes campesinos que involucra una cosmovisión específica que permite adaptarse según sus propias condiciones geográficas y así cultivar la tierra con un ritmo y una intensidad particular que dependen de sus herramientas, tecnología y recursos propios. Durante las sesiones se plantea la contraparte al modo campesino de producción, que es al modo agroindustrial y se explica que éste se distingue por extraer los recursos con una intensidad y ritmo diferentes. Se les muestra la producción tecnificada y cómo la misma depende de una gran cantidad de insumos, lo cual obedece a una lógica distinta de apropiación ya que tiene en su haber otras necesidades y ritmos. El acercamiento a ambas lógicas permite notar la manera en que intervienen y se involucran los seres humanos y su medio, lo que se conoce como la relación metabólica entre seres humanos y naturaleza. El término apropiación viene a representar, en cierto modo, una fracción del proceso general de la producción en tanto que se refiere al momento (concreto, particular y específico) en el que los seres humanos se articulan con la naturaleza a través del trabajo. En otro sentido, la apropiación conforma la dimensión propiamente ecológica de este proceso general de producción, un aspecto que ha sido largamente olvidado por la gran mayoría de sus analistas (Toledo, 2002: 26).
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