Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la casa común en la IBERO Puebla

126 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA eco-espiritualidad tiene que ver con la necesidad de generar conciencia y cultivar una sensibilidad para comprender y relacionarnos con el mundo desde la clave de la interdependencia, noción que Raquel Gutiérrez y Mina Navarro han abordado como un aspecto central para forjar una mirada ecológica de la vida. Pues esta interdependencia, “es una condición y garantía de las relaciones entre los distintos seres que habitamos este planeta viviente” (2019: 311). En la eco-espiritualidad, coexistimos con la naturaleza, aunque no tengamos conciencia de ello. Nuestra vida humana es una correlación constante. Este espíritu capitalista no toma en cuenta que la vida humana y no humana no se pueden sostener por sí solas, sino que se forjan desde la interdependencia a través de “complejas interacciones entre múltiples actividades, trabajos y energías para garantizar la reproducción simbólica, afectiva y material de la vida” (2019: 311), más bien, el capital pone énfasis en la acumulación de ganancias sin tomar en cuenta la reproducción de la vida. La negación o deformación de la interdependencia que ha producido el espíritu capitalista, es la fuente de las crisis que estamos viviendo. Direccionando una mirada a la naturaleza como objeto de mercancía. “Nos hemos acostumbrado a observar la vida desde fuera, disecándola con abstracciones, cuando en realidad toda forma de vida se caracteriza por alguna forma de interioridad, de experiencia propia: «la interioridad es coextensiva con la vida»” (Pigem, 2016: 26). Desde la vida comunitaria, cuando es consciente de la eco-espiritualidad que defiende la vida y reconoce que no puede separarse de la naturaleza, se sabe y se siente entrelazado con los otros, con las otras y con todo ser vivo. Así, se desvela la falacia que ha impuesto el sistema capital y hetero-patriarcal, de reconocernos como autosuficientes, negando los vínculos de interdependencia que nos interconectan con la naturaleza y con los demás. Tanto en lo pequeño como en lo grande, todo ser vivo existe en correlación, pues la vida se forja desde la interdependencia. De esta manera, lo que hacemos como humanidad siempre repercute sobre otros y sobre la tierra en donde nos encontramos. En pocas palabras, es un cambio de paradigma al momento de comprendernos en el mundo. Luis Martínez Andrade afirma que “este nuevo mundo de vida es considerado por Leonardo Boff como un ser-en-el-mundo-con-todas-las-cosas que encarna una nueva manera de ser-en-elmundo, en otras palabras, otro paradigma de convivialidad” (2019: 277). En efecto, creo que hemos de renovar profundamente nuestra manera de comprender y relacionarnos con la naturaleza. La eco-espiritualidad nos brinda un mapa que nos permite orientarnos y comprender el mundo donde habitamos. Desde esta cosmo-vivencia, somos naturaleza. Somos el resultado de lo que la Tierra nos regala. De ella aprendemos generosidad, gratuidad, apertura y cuidado. Son actitudes y virtudes que nos nutren y nos hacen entrar en armonía.

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