Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la casa común en la IBERO Puebla

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 1 Iniciativas para la SUSTENTABILIDAD y el cuidado de la CASA COMÚN en la IBERO PUEBLA Valentina Campos Cabral (Coordinadora)

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INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 3 Valentina Campos Cabral (Coordinadora) Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la Casa Común en la IBERO Puebla UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA PUEBLA

4 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA PUEBLA Biblioteca Interactiva Pedro Arrupe SJ Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la Casa Común en la IBERO Puebla / Valentina Campos Cabral (Coordinadora) San Andrés Cholula, Puebla, México: Universidad Iberoamericana Puebla, 2024. 1. Universidades - México - Sustentabilidad. 2. Jesuitas - Educación superior – México. 3. Universidad Iberoamericana Puebla - Desarrollo sustentable. 4. Agua de lluvia – Aprovechamiento. 5. Reutilización del agua. I. Campos Cabral, Valentina, coordinadora. II. Universidad Iberoamericana Puebla, organismo editor. (Clasificación LC) LB 3241.4 I55 (Clasificación Dewey) 333.70710972 Primera edición, 2024 ISBN: 978-607-8587-73-5 DR © Universidad Iberoamericana Puebla Blvd. Niño Poblano 2901, Reserva Territorial Atlixcáyotl, San Andrés Cholula, Puebla, México. CP 72820 libros@iberopuebla.mx Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, S.J. Hecho en México “Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de la Ley Federal de Derecho de Autor, y en su caso, de los tratados internacionales aplicables; la persona que infrinja esta disposición, se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes”.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 5 ÍNDICE Introducción Valentina Campos Cabral [7] De lo planeado y deseado a lo encontrado y practicado: aprendizajes sobre sostenibilidad en proyectos comunitarios Mercedes Núñez Cuétara [12] Sistemas de captación de agua de lluvia en colonias periféricas del surponiente de la ciudad de Puebla. Una alternativa ecotecnológica ante el desabasto de agua Verónica Adriana Rosas Jiménez y Salvador Gutiérrez Zamora [29] Hacia un campus sustentable. Gestión integral de residuos en la Ibero Puebla Guillermina Margarita López Corral [55] Iniciativas para la movilidad sustentable en la Ibero Puebla, México Valentina Campos Cabral [71] Los programas académicos de Economía Social, una opción económica sustentable Nadia Eslinda Castillo Romero [77] Las Ciencias Ambientales. Una mirada desde la Ibero Puebla Claudia Elena García Marañón y Susana Cruz Ramírez [92] El Espíritu de la Universidad Jesuita en el cuidado de la Casa Común Manuel Antonio Silva de la Rosa [111]

6 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA Violaciones a los derechos humanos al territorio y al agua en Puebla documentadas por la Mesa de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Clínica Interdisciplinaria de Derechos Humanos María del Rosario Arrambide González y Roberto Rosete Guzmán [132] El respeto a la naturaleza en la formación jesuítica de la Preparatoria Ibero Tlaxcala: revisión de la asignatura Experiencia Rural Erick Fernando Ramírez Medina, Héctor Jesús Morales Rodríguez y David Bañuelos González [153] Diseño de bosque comestible: propuesta en Casita de Barro, San Jerónimo Tecuanipan Carolina Lara Visconti, et al. [167] El IDIT y el Área de Ciencias Ambientales: experiencias del proceso de colaboración Gregorio Romero de la Vega [182] Reseñas curriculares [200]

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 7 INTRODUCCIÓN Valentina Campos Cabral El presente libro es una compilación de los esfuerzos de las diferentes áreas de la IBERO Puebla como parte de un ejercicio de visibilización de la transversalidad del tema ambiental en la vida de la universidad. Se cuenta con contribuciones de la Dirección General Académica (DGA), de la Dirección General del Medio Universitario (DGMU) y la Coordinación General de las Preparatorias de la IBERO, en especial de: • Centro Comunitario Casa IBERO Segundo Montes, S.J. Dirección del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social • Servicio Social. Dirección del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social • Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, S.J. • Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, S.J. • Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica Carlos Escandón, S.J. • Departamento de Ciencias Sociales • Preparatoria IBERO Tlaxcala • Profesora por asignatura Los capítulos que componen la obra destacan no sólo la vigente ocupación del tema ambiental desde áreas y departamentos, sino la incidencia que tienen éstos en la realidad con la atención de necesidades urgentes ante eventos naturales y condiciones estructurales, así como en la coherencia institucional con el discurso ambiental desde las diferentes actividades sustantivas universitarias, docencia, gestión e investigación. Con ello nos adherimos a la intención de cuidar la Casa Común y proteger la Creación, pues como se indica en las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), horizonte y punto de referencia para toda la Compañía de Jesús: colaborar con otros en la construcción de modelos alternativos de vida que se basen en el respeto por la creación y en un desarrollo sostenible capaz de producir bienes que, siendo justamente distribuidos, garanticen una vida decente para todos los seres humanos de nuestro planeta… preservación en el tiempo de las

8 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA condiciones de vida en nuestro planeta es una responsabilidad humana de inmensa importancia ética y espiritual… participación en el esfuerzo por analizar los problemas en profundidad… toma de decisiones que ayuden a sanar las heridas ya causadas en el delicado balance ecológico… se requieren decisiones valientes para evitar daños futuros y para realizar cambios de estilo de vida necesarios para que los bienes de la creación sean usados en bien de todos” (PAU, 2019: 5). Estos esfuerzos se han certificado durante los últimos cuatro años por la Universidad de Indonesia, en el ranking internacional UI GreenMetric, el cual tiene como objetivo dar cuenta numérica de los esfuerzos realizados en pro de la sustentabilidad por los campus universitarios de diferentes partes del mundo que voluntariamente participan, como parte de la implementación de políticas y programas centrados en la lucha contra el cambio climático, la conservación de la energía y el agua, el reciclaje de desechos, el transporte ecológico, actividades de investigación y educación ambiental, conservación de flora y fauna silvestre, así como recursos agrícolas. La evolución del puntaje obtenido por la IBERO Puebla ha mejorado desde el año 2019, de manera que hemos pasado de cumplir 60.5% del puntaje total, hasta 78.5%, en el 2022. Pese a su relevancia y utilidad para el seguimiento, evaluación y cambio, los indicadores son elementos que nos permiten visibilizar la riqueza de los procesos. Como un intento de atender lo anterior, y como parte del trabajo realizado en el proyecto de investigación “El cuidado de la Casa Común en la IBERO Puebla. Sistematización de los esfuerzos e impactos”, convocamos a profesores, investigadores y colaboradores de la universidad, con experiencia en la incidencia social, a escribir algunos artículos con énfasis en el tema ambiental y la sustentabilidad. Once colaboradores aceptaron y concluyeron el proceso de propuesta, evaluación dictaminación y corrección de su elaboración. A continuación un resumen del contenido de la obra: En el primer capítulo, a cargo de Mercedes Núñez Cuétara, actualmente coordinadora del Área de Servicio Social, titulado “De lo planeado y deseado a lo encontrado y practicado: aprendizajes sobre sostenibilidad en proyectos comunitarios“, se reflexiona sobre las dificultades de implementar los principios de sostenibilidad en proyectos comunitarios asociados con la reconstrucción y rehabilitación de viviendas en el Valle de Atlixco y la Mixteca poblana, a partir del sismo del 19 de septiembre de 2017. La aportación es muy relevante porque plantea las condiciones reales en las que los proyectos de incidencia social se enfrentan, más allá de lo teórico o de las mejores voluntades, desromantizando el trabajo comunitario para poner en la mesa de la discusión la percepción, la costumbre y la

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 9 cultura de los actores de los territorios, lo que sin duda posibilita, como la autora reconoce, la construcción de estrategias para escenarios más sostenibles. El segundo capítulo, “Sistemas de captación de agua de lluvia en colonias periféricas del surponiente de la ciudad de Puebla. Una alternativa ecotecnológica ante el desabasto de agua”, con autoría de Verónica Adriana Rosas Jiménez y Salvador Gutiérrez Zamora, aborda la posibilidad desde las ecotecnologías y la concurrencia de la iniciativa privada, organizaciones sociales y la universidad, de proponer iniciativas que atienden las necesidades básicas de poblaciones insertas en los territorios de manera informal y con estructuras sociales débiles, para promover proyectos de vida digna basados en la construcción de vínculos de confianza y reciprocidad. El capítulo 3 de esta obra está a cargo de Guillermina López Corral, quien en el trabajo titulado “Hacia un campus sustentable. Gestión integral de residuos en la IBERO Puebla”, reconstruye el tránsito de la universidad a un campus sustentable desde las dimensiones de la responsabilidad social universitaria, la gestión integral de residuos y la cultura ambiental. En su desarrollo, hace un recuento de las diferentes iniciativas que permiten un uso eficiente y eficaz de los recursos; contextualiza estos esfuerzos en los documentos corporativos de la Compañía de Jesús, las instancias sectorales a nivel nacional y diferentes normatividades, para detallar el proyecto denominado Basura Cero. Valentina Campos, en el artículo “Iniciativas para la movilidad sustentable en la IBERO Puebla, México”, relata el trabajo realizado de manera colectiva entre las áreas académicas, administrativas, de investigación y gestión de la IBERO Puebla, para proponer y concretar desde la gestión con diversos niveles de autoridad estatales y municipales, iniciativas de movilidad sustentable para su población y los territorios aledaños a su campus. Desarrolla los casos del Proyecto Integral de Movilidad del Boulevard del Niño Poblano y el Piloto Interuniversitario de Electromovilidad Digital, como el resultado palpable de la coordinación interinstitucional en pro de una posibilidad de transporte colectivo interuniversitario para la disminución del uso de la energía fósil y la emisión de gases de efecto invernadero, como una opción real desde la articulación con la iniciativa privada, las autoridaes e instituciones educativas. El trabajo “Los programas académicos de Economía Social, una opción de formación sostenible”, de Nadia Eslinda Castillo Romero, comparte el caso de la Maestría en Gestión de Empresas de Economía Social de la Universidad Iberoamericana Puebla, como una propuesta institucional para la formación de profesionales con una perspectiva de sustentabilidad, al incluir la atención de desigualdades económicas, sociales y ambientales de la población, ejemplificando cómo desde la ambientalización curricular y la particular perspectiva teórica del

10 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA programa, se expresa un compromiso con el medio ambiente, evidente en casos de cooperativas o en los trabajos de titulación del programa. El capítulo sexto, “Las Ciencias Ambientales: una mirada desde la IBERO Puebla”, elaborado por Claudia Elena García Marañón y Susana Cruz Ramírez, presenta el recorrido de la creación de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable, como otro ejemplo de la trasnversalización de lo ambiental al currículo, con un programa que contribuya a la formación de profesionales de grado que aporten soluciones sustentables en la gestión y manejo de ecosistemas, en problemáticas socioambientales a nivel urbano, periurbano o rural y en el diseño de políticas ambientales y programas de desarrollo local y/o regional, en el contexto de atención al cuidado de la Casa Común. La obra continúa con la reflexión realizada por Manuel Antonio Silva de la Rosa, “El espíritu de la Universidad Jesuita en el cuidado de la Casa Común”. En el documento se propone salir del concepto de espiritualidad como algo personal, individual, y trascender a una espiritualidad ecológica, en consideración de las personas y de la naturaleza, bajo valores de coexistencia, en la relación con los otros y con el mantenimiento de la integridad, funcionalidad y dignidad del entorno en el que se manifiesta la vida. El capítulo octavo analiza las “Violaciones a los derechos humanos al territorio y al agua en Puebla”, documentadas por la Mesa de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Clínica Interdisciplinaria de Derechos Humanos, elaborado por María del Rosario Arrambide González y Roberto Rosete Guzmán, en el marco de la privatización y el extractivismo de los recursos naturales como parte de megaproyectos en el estado. Los casos que se reportan por las afectaciones al derecho al agua y medio ambiente son la imposición de tarifas por parte del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Atlixco (SOAPAMA), el Proyecto hidroeléctrico Puebla 1, el Proyecto minero Ixtacamaxtitlán, ambos en la Sierra Norte Puebla, la explosión de ducto de Pemex en San Martín Texmelucan, Puebla, y el Libramiento Norte Puebla-Tlaxcala. Con relación a la criminalización y hostigamiento a personas defensoras de los derechos humanos al territorio y al agua, se enumeran: Proyecto hidroeléctrico Cuamono en Cuetzalan; asesinato al defensor indígena nahua Antonio Esteban Cruz; el Sistema hidroeléctrico Coyolapa-Atzalan y las agresiones a comunidades y defensores de derechos humanos en la Sierra Negra de Puebla; la Línea de alta tensión Cuetzalan entronque Teziutlán ll-Tajín, así como agresiones y criminalización a comunidades y defensores; el intento de privatización del agua potable por convenio a Living Water Internacional, en Ocotepec; agresiones y criminalización a defensores del derecho humano y el asesinato de Manuel Gaspar Rodríguez, frente a proyectos extractivos y de infraestructura en la Sierra Nororiental de Puebla.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 11 “El respeto a la naturaleza en la formación jesuítica de la Preparatoria IBERO Tlaxcala: revisión de la asignatura Experiencia Rural”, de Erick Fernando Ramírez Medina, Héctor Jesús Morales Rodríguez y David Bañuelos González, es el capítulo elaborado por colaboradores de la Preparatoria IBERO Tlaxcala, donde se reconstruye la experiencia de aplicación del modelo jesuítico de aprendizaje que, en sintonía con el cuidado de la Casa Común, conduce al estudiantado a interpretar su realidad y a dar respuestas a las invitaciones que el mundo, en particular el rural, hace a valorar y apreciar la dignidad del campo. El capítulo décimo, “Diseño de bosque comestible: propuesta en Casita de Barro, San Jerónimo Tecuanipan”, es una reflexión realizada por Carolina Lara Visconti y estudiantes de la Licenciatura de Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable, para restaurar espacios destinados a la producción de alimentos y regenerar el bosque desde el manejo de los diferentes estratos de vegetación con principios agroecológicos, por lo que se espera un sistema productivo que minimice el impacto al ambiente. Finalmente, el trabajo titulado “El IDIT y el Área de Ciencias Ambientales: experiencias del proceso de colaboración”, redactado por Gregorio Romero de la Vega, recopila experiencias entre el 2018 y 2021 del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT), el Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, S.J. (IIMA), y la Licenciatura de Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable, con proyectos que detonen la democratización del conocimiento, para aprovechar de forma eficiente los recursos, se produzcan economías circulares y se permee el conocimiento desde el laboratorio hacia la comunidad, en un contexto donde innovación, investigación y pertinencia social se pongan al servicio de la generación de soluciones. Con la lectura de estas contribuciones, damos fe de la ocupación de lo ambiental por las diversas áreas de la universidad, en resguardo de nuestras encomiendas como obra educativa confiada a la Compañía de Jesús. Todas ellas forman parte de la coherencia institucional de atender la crisis socioambiental e incidir en la realidad, a través de proyectos de educación, diagnóstico e intervención. Su sistematización, sin duda, abona a la construcción de nuestra memoria institucional.

12 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA DE LO PLANEADO Y DESEADO A LO ENCONTRADO Y PRACTICADO: APRENDIZAJES SOBRE SOSTENIBILIDAD EN PROYECTOS COMUNITARIOS Mercedes Núñez Cuétara1 Resumen En este escrito se reflexiona sobre las dificultades de implementar los principios de sostenibilidad en proyectos comunitarios. Este análisis se hace a partir de un proyecto concreto de reconstrucción y rehabilitación de viviendas en 10 comunidades de cinco municipios ubicados en el Valle de Atlixco y la Mixteca Poblana, zona fuertemente afectada por el sismo del 19 de septiembre de 2017. Dicho proyecto, específicamente en el componente de reconstrucción, tenía como objetivo potenciar formas de construcción y organización comunitaria cercanas a los principios de sostenibilidad en sus tres aristas: económica, medio ambiental y de equidad social. Sin embargo, se muestra cómo en el proceso emergen diversos factores comunitarios, psicológicos, sociales y económicos que desdibujan el proyecto inicial y que derivaron en un proyecto híbrido entre la utopía de lo sostenible y las formas presentes de habitabilidad, es decir, una mezcla entre lo deseado y lo practicado. Analizar y aprender de estas experiencias es útil para comprender y trabajar con elementos relacionales y culturales que están enraizados en las comunidades y que pueden obstaculizar, pero también posibilitar, estrategias que contribuyan a un presente más sostenible. Palabras clave: sostenibilidad, arquitectura sostenible, diseño participativo, psicología ambiental, comunidad Introducción: el origen del proyecto A raíz del sismo del 19 de septiembre de 2017, la IBERO Puebla comenzó a apoyar a las comunidades más vulneradas por este evento en la región del Valle de Atlixco. La focalización de la ayuda en dos comunidades del municipio de Tlapanalá, Puebla (Huejotal y Ayotlicha) no fue casual, se dio debido a la relación histórica 1 Coordinadora de Servicio Social de la Dirección del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social, de la Universidad Iberoamericana Puebla. Correo electrónico: mercedes.nunez2@iberopuebla.mx

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 13 que la IBERO Puebla tiene con ambas comunidades, ya que desde hace más de 12 años se ha mantenido cercanía con estos espacios a través de los estudiantes de Servicio Social que realizan su estancia de servicio en la zona. Es por esto que ante el sismo mencionado, la universidad optó por acudir a apoyar a estas dos comunidades. Durante las visitas en campo, integrantes de la IBERO Puebla coincidieron reiteradamente con personas de otras organizaciones que también estaban apoyando en la zona. Estas organizaciones, junto con la universidad, decidieron reunirse para sumar esfuerzos y poder responder de mejor manera a las necesidades de las comunidades a las que asistían. Cabe mencionar que, en una primera reunión para sumar esfuerzos, fueron alrededor de 40 organizaciones e instituciones las que acudieron al llamado. Sin embargo, sólo permanecieron ocho organizaciones que trabajaron de manera conjunta durante los años de 2018 y 2019, formando una red de colaboración denominada Juntos 19s. Estas organizaciones son: Ayuda en Acción, OXFAM México, PNUD, Fundación Beck, Iniciativa Ciudadana, Estructurando Comunidades, Incapro e IBERO Puebla. Este grupo de trabajo coincidía en que el sismo no era el principal problema a atender, sino que éste evidenció la vulnerabilidad social, económica y territorial en la que dichas comunidades sobreviven. Por lo tanto, decidieron hacer un proyecto que fuera más allá de la reconstrucción y de la ayuda puntal y trabajar con las comunidades en cuatro componentes: 1) Fortalecimiento de capacidades locales y comunitarias. 2) Reconstrucción y/o rehabilitación de medios de vida. 3) Reactivación económica. 4) Contraloría ciudadana. Dicho proyecto se tituló “Recuperación de la población afectada por el terremoto del 19 de septiembre en comunidades de la región Mixteca Poblana, México” y fue financiado por la Agencia de Cooperación Vasca y por los donativos de diversas instituciones privadas y de particulares para atender a las poblaciones afectadas después del sismo (Juntos 19s, 2018). Un eje transversal en todo este trabajo de involucramiento con las comunidades fue generar proyectos e impulsar prácticas comunitarias orientadas a los principios del desarrollo sostenible. Este escrito se centra únicamente en explicar lo ocurrido dentro del segundo componente del proyecto: reconstrucción y rehabilitación de los medios de vida. Lo anterior se debe a que lo ocurrido específicamente en esta línea de trabajo es un ejemplo claro de las dificultades que aparecen cuando se persigue un desarrollo sustentable o sostenible. Antes de continuar es necesario puntualizar por qué se utilizará el término de sostenibilidad y no de sustentabilidad. El término de desarrollo sostenible aparece descrito por primera vez en 1987; el informe Our Common Future especificaba

14 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA que: “está en manos de la humanidad hacer que el desarrollo sea sostenible, es decir, asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias” (ONU, 1987: 29). Por tanto, el propósito principal de la sostenibilidad está en no comprometer los recursos de generaciones venideras haciendo un uso desmedido de los recursos en el presente. La propuesta para generar desarrollo sostenible es a través de la conjugación de tres aristas interdependientes: la economía, el medio ambiente y la sociedad. Es decir, que este tipo de desarrollo debe ser soportable en lo ecológico, viable en lo económico y equitativo en lo social (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 2019). A diferencia del concepto de sustentabilidad, que pone mayor énfasis en lo ambiental, el concepto de desarrollo sostenible añade a la fórmula el cuidado de lo económico y la equidad social en todo tipo de desarrollo. Otro de los elementos que hacen que el presente trabajo se aborde desde el desarrollo sostenible y no desde el sustentable, se debe al propio concepto que se hace de la palabra desarrollo. De acuerdo con Jacobs (1996), la equidad social en el desarrollo sostenible no sólo hace referencia a salvaguardar generaciones futuras sino también generaciones presentes, por lo tanto, el término desarrollo no debe ser un equivalente al de crecimiento, el de ir hacia delante o el de progreso. Cada una de estas aristas tiene diferente peso, sin embargo, cuando la economía pone en peligro los sistemas ecológicos entra en juego el concepto de sostenibilidad fuerte, el cual prioriza la arista ecológica de la sostenibilidad por encima de la económica e incluso de la social (Pérez, 2012: 149). La experiencia comunitaria que se aborda en este escrito se vincula al concepto de sostenibilidad por ser más amplio y ambicioso, por poner todos los elementos del sistema en juego, aunque por esta razón acepta plenamente lo utópico de las comunidades sostenibles. El objetivo de este proyecto es potenciar de manera modesta y paulatina prácticas ecológicas, equitativas y autónomas en la vida cotidiana de las comunidades, donde el desarrollo sostenible es el horizonte utópico que hace caminar el proyecto. El proyecto de reconstrucción planeado, lo deseado: fortalecimiento comunitario, autonomía y sostenibilidad El trabajo realizado desde hace dos años en el proyecto “Recuperación de la población afectada por el terremoto del 19 de septiembre en comunidades de la región Mixteca Poblana, México” inició con el componente de reforzamiento y construcción de las viviendas como tema prioritario a atender.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 15 Figura 1. Viviendas afectadas por el sismo en los municipios atendidos. Fuente: Juntos19s, 2018 En la figura 1 se visualizan los municipios y las comunidades en las que se trabajó el componente de reconstrucción y rehabilitación de medios de vida. Como puede observarse, fueron alrededor de 100 viviendas las que sufrieron algún tipo de daño, sin embargo, sólo pudieron reforzarse 54 de ellas y construir cuatro casas desde los cimientos, debido a lo finito de los recursos. Es también importante resaltar que aún hay 47 viviendas en estas comunidades que necesitan algún tipo de reforzamiento para habitarse de forma segura. Como puede evidenciarse, el trabajo es mucho y los recursos pocos. De todo este universo de necesidades, la IBERO Puebla tenía contacto previo con la comunidad de Huejotal en el municipio de Huaquechula, y la comunidad de Ayotlicha en el municipio de Tlapanalá. Si bien, al juntarse con el resto de organizaciones y conformar la red Juntos 19s, el área de trabajo aumentó, la experiencia que se narra en este artículo hace referencia únicamente a lo vivenciado durante la rehabilitación de las viviendas en Ayotlicha y Huejotal, y principalmente en las cuatro casas construidas desde los cimientos, todas ellas también en esta última comunidad. Además del reforzamiento y reconstrucción de las viviendas mencionadas, el proyecto tenía planeada la rehabilitación de seis espacios comunitarios: una radio, un mercado, una antigua escuela, un centro comunitario, una bebeteca y una biblioteca. Es importante mencionar que la rehabilitación y reconstrucción pensaba hacerse incorporando o recuperando técnicas que contribuyen al cuidado del medio ambiente, y a reducir el gasto familiar para contrarrestar las desigualdades so-

16 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA ciales que se presentan en la zona, así como identificar las potencialidades de las propias comunidades para no depender de apoyos externos gubernamentales o de empresas privadas. Proceso de selección de las viviendas Trabajar en espacios comunitarios, cuando hay de por medio ayudas económicas y en este caso la adquisición de una vivienda, es un tema delicado que debe abordarse en consenso, ya que de lo contrario puede generarse fragmentación comunitaria. Es por esto que las viviendas apoyadas, tanto para el trabajo de rehabilitación como para el de reconstrucción, pasaron por un proceso de selección que consideraba los siguientes puntos: Viviendas de reforzamiento Construcción de viviendas No derrumbe Habitabilidad Grupo vulnerable (madre soltera, tercera edad, familia numerosa, discapacidad) No apoyo previo Sin empleo o empleo precario Pérdida total Grupo vulnerable (madre soltera, tercera edad, familia numerosa, discapacidad) No apoyo previo Sin empleo o empleo precario Figura 2. Criterios de elegibilidad. Elaboración propia con información de Juntos 19s (2018) Como puede observarse, el único criterio diferenciador para decidir si las viviendas se reforzaban o se construían tiene que ver con que la vivienda en cuestión haya sido pérdida total. El resto de criterios de elegibilidad se repetían y tomaban en cuenta a personas que no hubieran contado con apoyos gubernamentales o de otra institución, y que tuvieran menos posibilidades de poder reconstruir por su cuenta, ya sea por la situación económica o por alguna situación de riesgo vivenciada. Es así como se identificaron alrededor de 100 viviendas y se seleccionaron las 54 viviendas de reforzamiento y las cuatro de construcción. Además de los criterios de elegibilidad de las viviendas, se instalaron Comités de Reforzamiento y Comités de Reconstrucción en cada una de las comunidades para supervisar tanto el trabajo en las viviendas como en los espacios comunitarios. Fueron los propios comités quienes, basándose en los criterios de elegibilidad, identificaron las viviendas que recibirían el apoyo y el orden en el que se atenderían. A través de los comités se pretendía fortalecer la organización comunitaria al trabajar y tomar decisiones sobre la reconstrucción dentro de espacios

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 17 consensuados y públicos. El fortalecimiento de las comunidades y de su organización es necesario para implementar las prácticas sostenibles pretendidas en este proyecto, las aristas de la sostenibilidad no se pueden materializar desde lo individual, hace falta la participación y concientización de todos. Como asegura Corral (2010: 29), la conducta sustentable no puede materializarse sin la interacción entre un organismo y su entorno total, incluyendo desde luego su entorno social. Sin embargo, la mayoría de los comités estaban integrados por las personas a las que se les apoyó con sus viviendas, esto hizo que el resto de la comunidad comenzara a mostrar desinterés de seguir participando en las decisiones, actividades y talleres llevados a cabo en el marco del proyecto, ya que no veían un beneficio personal en ello. Si bien fueron pocas las casas apoyadas, se pretendía que la comunidad pudiera aprender de los procesos y técnicas implementadas en estas viviendas para replicarlas en sus espacios. Como se verá, la participación, concientización, emoción e ímpetu de las comunidades sólo estuvo presente en el inicio del proyecto, pero con el tiempo la intervención comunitaria se fue diluyendo y, por lo tanto, las actividades en el marco del proyecto individualizándose e incluso particularizándose. Participación comunitaria y diseño participativo La participación era un pilar importante en el plan de rehabilitación de los medios de vida. No sólo se requería la contribución comunitaria en la toma de decisiones sobre la construcción, también era necesaria para trabajar los diseños arquitectónicos de las viviendas y de los espacios comunitarios de la mano de las propias comunidades. Las viviendas entregadas por el gobierno mostraban deficiencias estructurales y utilitarias puesto que no contemplaron la forma de vida de estas poblaciones que generan una relación específica con sus viviendas. Es por esto que para las cuatro viviendas de reconstrucción, no así las de reforzamiento, se llevaron a cabo talleres de diseño participativo en el que fueran los futuros habitantes de esas viviendas quienes decidieran sobre los espacios, la distribución y el tipo de materiales que se necesitarían. Estos talleres se llamaron “Sueña tu casa” y fueron facilitados por el arquitecto del proyecto, quien además de recopilar las necesidades de los participantes asesoraba sobre buenas prácticas de construcción y diseño en las viviendas. Como puede observarse en la figura 3, este taller proponía lo que las personas necesitan para que su vivienda fuera un lugar habitable y en armonía con sus formas de vida. En este ejemplo aparecen dos cocinas, la integral y la de leña, una orientada más a la idea de progreso y otra a una práctica ancestral. También aparece un granero y un establo, es decir, espacios para los animales de corral.

18 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA Figura 3. Mapa elaborado por una de las familias seleccionadas para la construcción de su vivienda en el taller “Sueña tu casa” el 18 de marzo de 2018 Aunado a esto, se llevaron a cabo otros talleres prácticos y abiertos a toda la comunidad sobre diversas ecotecnias realizadas con materiales económicos y de la región, que abrían la posibilidad de incorporarlas en las viviendas de todo el que así lo deseara. Algunos ejemplos de estos talleres fueron: construcción de baños secos, huertos familiares, estufas Lorena, sistemas de captación de agua de lluvia y deshidratadores de frutas. Este proceso de aprendizaje y diseño participativo duró casi un año; a diferencia del prototipo de vivienda indiferenciada que el gobierno entregó inmediatamente después de ocurrido el sismo, las viviendas de este proyecto pretendían responder a las necesidades de sus habitantes e incorporar técnicas que abonaran a la sostenibilidad de dichos espacios. Y eso lleva tiempo. Una vivienda sostenible no se define únicamente por la incorporación de ecotecnias, sino también debe reducir el gasto familiar y posibilitar a sus habitantes el acceso a bienes básicos como pueden ser agua o energía, que en muchos casos no es posible. Estas implicaciones hacen que el diseño de una vivienda tenga que ser pensado y útil a tales fines. Como menciona Acosta: “el diseño es una actividad, no un producto, que genera planes y proyectos, no obras o construcciones y que apunta a una situación deseada, unos fines” (2009: 17). El objetivo de estas viviendas es atender las necesidades básicas de sus habitantes, al mismo tiempo que los vuelve un poco más autónomos de los servicios públicos y contribuye al cuidado del medio ambiente.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 19 Prototipos de vivienda y elementos sostenibles planeados Los resultados obtenidos en los talleres y el constante diálogo con las personas de la comunidad, específicamente con aquéllas a las que se les construiría vivienda, fueron las bases que dieron origen a dos proyectos arquitectónicos. El arquitecto del proyecto y profesor de la IBERO Puebla, Enedino Díaz, apoyado por estudiantes de Servicio Social, materializaron lo expresado y lo aprendido en los talleres en dos propuestas arquitectónicas. La primera fue un prototipo de vivienda familiar y fueron construidas tres casas así. Si bien no hubo un proyecto particular para cada una de las familias beneficiadas, este prototipo incorporó las peticiones y necesidades compartidas de las familias. Estas viviendas son de una sola planta y cuentan con tres recámaras, sala-comedor, un espacio de cocina (de gas o Lorena), una puerta principal y una puerta trasera con acceso al patio en donde las familias tienen sus animales de corral, sus huertos y sus espacios de convivencia. El diseño original contemplaba un baño seco fuera de la vivienda y un espacio de ducha; en la figura 4 pueden observarse los detalles. Figura 4. Prototipo de vivienda familiar. Fuente: Díaz (2018) La segunda propuesta arquitectónica fue para una señora mayor con discapacidad intelectual y que vive sola. Como la propuesta anterior, se contemplaba un baño seco fuera de la vivienda y, en este caso, la cocina separada de las habitaciones, ya que esta persona quería seguir cocinando con leña y no estaba interesada en aprender a usar otro sistema de estufas.

20 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA Figura 5. Prototipo de vivienda individual. Fuente: Solana, Jiménez y Gil (2018) Además de lo expresado en los planos arquitectónicos de estas cuatro viviendas, se tenía planeado incorporar ciertas formas de construcción y de ecotecnias, que si bien no hacía de las viviendas espacios 100% sostenibles, sí era un inicio para volverlos más autónomos y dañar menos el medio ambiente. Las ecotecnias a incorporar eran las siguientes: • Un baño seco. • Techo a dos aguas, de madera y lámina ecológica con una capa intermedia de bahareque. Este tipo de techo permite instalar un sistema de captación de agua de lluvia. • Estufas Lorena al interior de la vivienda. • Repellar los muros con técnicas de bioconstrucción y pintar la vivienda con tierra. La incorporación de estos elementos a las viviendas no era una imposición, sino que fueron deseados e incluso solicitados por la propia comunidad, que durante la impartición de los talleres percibió los beneficios que estas ecotecnias les traerían. Principalmente valoraban que con ellas podrían reducir sus gastos y contribuirían a la conservación del medio ambiente, específicamente de su entorno inmediato con el saneamiento del río, ya que los baños secos no requieren verter el drenaje en él y el sistema de captación permite no sobrexplotar los pozos.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 21 Además de la participación en el diseño y la incorporación de ecotecnias, se acordó con los comités que el proyecto pondría todo el material necesario para la reconstrucción y el pago de un albañil que asesorara las obras. Por su parte, las personas de la comunidad apoyarían en la reconstrucción con mano de obra a cargo de aquellos que sabían de construcción, o con acciones pequeñas como la excavación de las casas, pintar, recolectar material natural y construir las propias ecotecnias. La participación comunitaria no se limitaría exclusivamente a las viviendas, sino a los espacios comunitarios rehabilitados; en el caso de Ayotlicha y Huejotal era el mercado, la bebeteca y la biblioteca. Con este tipo de construcciones y técnicas, el proyecto pretendía el cuidado del medio ambiente, pero también reducir la desigualdad social y fomentar la autonomía para la construcción y la habitabilidad de sus espacios. Como menciona Acosta: “la sostenibilidad de la construcción está directamente relacionada con el de la sostenibilidad de los asentamientos humanos y del medio ambiente, con el objeto de mejorar las condiciones de vida de la gente” (2009: 18). Al igual que lo mencionado en un inicio sobre la utopía de la sostenibilidad, este proyecto asume que la autonomía es también utópica. Somos seres relacionales y no seres aislados, por tanto, la clave está en encontrar las formas de relacionarnos, con la naturaleza y con los otros, para mejorar las condiciones de vida de la gente sin afectar la vida natural. El propósito de este proyecto era acercarnos a este tipo de balance relacional entre los asentamientos humanos y la naturaleza. La construcción de viviendas era un pretexto para hacerlo diferente, para actuar en favor de la sostenibilidad desde lo cotidiano (Yurén, 2019). Sin embargo, durante el proceso se fueron manifestando factores comunitarios, psicológicos, sociales y económicos que modificaron el proyecto planeado y deseado transformándolo en el que finalmente se ejecutó. El desarrollo del proyecto, lo encontrado: ideas de progreso, tiempos disonantes e individualización Durante la fase de planeación, que fue aproximadamente de un año, todo parecía ir en sintonía. Las comunidades estaban participando a través de los comités y las asambleas, y acudían a los talleres implementados sobre ecotecnias. Sin embargo, ya en la práctica y cuando llegó el momento de accionar lo planeado, comenzaron a llegar peticiones de pequeños, pero en el fondo grandes cambios a las viviendas y la participación en los espacios comunitarios y en los talleres empezó a disminuir. En este apartado se intenta identificar y reflexionar sobre las ideas y preceptos detrás de estas pequeñas acciones que hicieron que el proyecto se modificara a lo que es hoy: viviendas sin baños secos, sin estufas Lorenas, con pocas técnicas de bioconstrucción, además de una escasa participación comunitaria.

22 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA La primera petición de cambio vino por parte del comité de construcción y fue conectar el baño de las viviendas al drenaje de la comunidad, imposibilitando así la viabilidad del baño seco y contribuyendo a la contaminación del río. Esta idea se sometió a discusión entre el comité y los encargados del proyecto en la IBERO Puebla, quienes llegaron a la conclusión de que el cambio solicitado era oportuno, ya que de esta manera las personas beneficiadas “podían tener un baño más digno”. Este primer cambio fue una clara señal de lo que vendría; un proyecto que se alejaba de varios de los principios de sostenibilidad enunciados en un inicio. A este cambio siguió la decisión de una de las familias beneficiadas de no poner estufa Lorena dentro de su vivienda porque “ahúman la casa y con el techo de madera puede ser peligroso”. De nuevo, y en esta ocasión no tanto por un acuerdo consensuado sino por las prisas de terminar la construcción, se quitó esta ecotecnia en la vivienda. El último cambio fue omitir los elementos de bioconstrucción para repellar los muros, debido a que esto exigía la implementación de más talleres y eso elevaba los costos del proyecto, y aumentaba el tiempo para la entrega de las viviendas; se optó entonces por repellar con cemento y lo que sí se respetó fue la pintura con tierra. De los elementos de bioconstrucción y las ecotecnias planeadas sólo permaneció intacta la propuesta del techo a dos aguas, de madera y lámina ecológica con una capa intermedia de bahareque. Aunque la propuesta siguió adelante hubo dos familias que en determinado momento propusieron poner techo de vigueta y bovedilla. Sin embargo, cuando vieron los resultados de la primera vivienda construida cambiaron de opinión y finalmente optaron por el techo proyectado en un inicio. Como puede observarse, detrás de estas acciones hay una idea de progreso, una disonancia de tiempos y un accionar desde lo individual que ralentiza la transición a lo sostenible. Es necesario enfatizar que de ninguna manera se responsabiliza aquí a las comunidades de estas acciones y mucho menos de ser poblaciones que no cuidan el medioambiente; como se veía en los diseños originales de las viviendas, conviven de manera cotidiana con la naturaleza a diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos. Al contrario, se reconoce que detrás de estas acciones hay ideas que han sido transmitidas y aprendidas de los referentes de desarrollo que la modernidad ha marcado globalmente (Porto, 2001). Difícil e injusto es pensar que las comunidades rurales son las que deben modificar las prácticas no sostenibles, ya que precisamente son ellas quienes menos se han beneficiado de la llamada modernidad y las que menos contaminan. Somos todos quienes debemos modificar hábitos e ideas en pro de la sostenibilidad. Sin embargo, como esta reflexión parte de una experiencia comunitaria, se habla aquí de las trabas de lo sostenible en las comunidades.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 23 La idea de progreso y de lo que es digno Tras las expresiones encontradas de “baño digno” o de “para evitar que el humo ensucie”, hay una idea de progreso muy ligada con la concepción de lo que es digno para el ser humano y lo que no. El imaginario de la modernidad trajo consigo la idea de progreso, la tecnologización de la vida, que generó a su vez la falsa idea de que la humanidad todo lo puede y, por tanto, que los humanos pueden controlar la naturaleza y manipularla. De esta forma ya no es el espacio natural lo que determina lo que los asentamientos humanos pueden hacer o no en un territorio, sino lo determinante es lo que los humanos quieran hacer de ese espacio; de tal forma que la humanidad se dedicó a “corregir” las “fallas” de los espacios a lo que consideran necesitar (Porto, 2001). Es así que la idea de progreso y de desarrollo implica alejarse de los espacios naturales, entre más apegada esté una forma de vida a lo natural más rústico o retrógrado se percibe. Por eso la propuesta de un sanitario de tierra y agua, y de una estufa que humea y “ensucia las paredes” se percibe como poco digno para un humano, ya que se aleja del imaginario presente de humanidad que usa la tecnología para vivir mejor y que supera a la naturaleza a través de la manipulación instrumental: el concepto actual de humanidad ignora frecuentemente que es también naturaleza. La ignorancia de nuestra propia naturaleza ha hecho que el progreso y la tecnologización de la vida haya distanciado a la humanidad de lo natural, y que sólo sea valorado lo natural como materia prima para convertirla en utensilios de consumo que mantienen la dignidad o estatus de humano. En contraposición a esta postura tan arraigada en el imaginario social surge el concepto de decrecimiento, como una crítica radical al desarrollo (Latouche, 2008). Este término aparece en escena para mostrar formas alternativas de estar que implican volver a formas más naturales, en reconocernos como naturaleza y a tomar medidas urgentes para frenar las consecuencias socioambientales ocasionadas por la modernidad bajo la bandera de progreso y desarrollo. Volver a lo natural, entender el concepto de decrecimiento y practicarlo implica un cambio de estructura no sólo social sino en el ámbito personal, ya que implica modificaciones de hábitos y conductas. Como mencionaba Leff hace veinte años: “alcanzar la racionalidad ambiental es una utopía forjadora de nuevos sentidos existenciales; conlleva una resignificación de la historia, desde los límites de la condición humana y las condiciones de vida de la naturaleza” (2000: 6). Como se observó en las reacciones de las personas que estaban apostando por viviendas con ecotecnias, lo que implicaba ciertos cambios de imaginarios y de hábitos no es una transición sencilla, ya que trastoca los principios de lo que se considera humano y digno. Generar conductas en pro de la sostenibilidad requie-

24 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA re tiempo, incluso tiempo medido en generaciones enteras, sin embargo, tiempo es lo que ya no tenemos. Tiempos disonantes Otro de los elementos que dificultaron la ejecución del proyecto tal cual se tenía planeado fue una disonancia entre diversos tiempos. Entre los tiempos de la modernidad y los naturales, entre los tiempos comunitarios y los institucionales y, por último, entre el presente y el futuro. A continuación se explica el desencuentro de estos tiempos y sus implicaciones en el proyecto. Como se ha mencionado, la variable del tiempo, entendido como tiempo físico o como lapso cronológico, es necesaria para la construcción de conductas en pro de la sustentabilidad, ya que éstas implican un cambio de imaginarios en las estructuras sociales y en las vidas cotidianas de las personas. Para Leff (2000), las narrativas de la modernidad olvidan esta variable; el tiempo en el mundo occidental es rápido, voraz y, por tanto, invisibiliza los procesos cuyo transcurso es lento y vívido como son los tiempos naturales y humanos y, en consecuencia, la creación de conductas en pro de la sostenibilidad. Esta disonancia entre el tiempo de la modernidad y el natural se evidenció en la impaciencia que mostraron algunas comunidades en ver resultados rápidos y que no implicaran mucho trabajo o esfuerzo. Después de un año de asambleas, de talleres, de capacitación, de convivencia, de participar en las faenas para la recolección de material, empezó a decaer el ánimo comunitario por la necesidad de ver materializadas las construcciones. En el transcurso de este tiempo y por la necesidad de resultados concretos, como si lo aprendido en el proceso no fuera valioso, una de las comunidades renunció al proyecto de reconstrucción de su biblioteca-bebeteca porque la nueva autoridad municipal les prometió terminar estas construcciones más rápido de lo que este proyecto proponía. Fue así como la construcción de estos espacios estuvo a cargo del gobierno, perdiendo así la posibilidad de la apropiación de los espacios comunitarios y de la incorporación de ecotecnias en ellos. Otra de las disonancias temporales se dio entre los tiempos de las instrucciones, es decir, la propia universidad y las organizaciones que pertenecían a la red Juntos 19s y los tiempos comunitarios. Corral menciona que: “la rapidez y la intensidad con la que asumimos la ejecución de las actividades diarias, también influye en la percepción temporal. Algunas sociedades y personas tienen ritmos muy rápidos de vida, mientras que otras son más pausadas en la forma de asumir sus actividades” (2010: 160). El estilo rápido de las instituciones se encontró con el tiempo lento de las comunidades; un tiempo en mayor sintonía con la calma de los procesos naturales.

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 25 Hay dos ejemplos de estas disonancias temporales en el desarrollo de esta experiencia. El primero se evidenció en las prisas que tenía la red Juntos 19s de entregar las viviendas de reforzamiento, ya que la agencia que financió el proyecto exigía que se entregaran resultados al término de un año. Mientras esto ocurría, las formas comunitarias necesitaban consensuar las decisiones en asamblea, lo que al parecer de las instituciones frenaba los avances. Otra de las consecuencias del ritmo acelerado de los organismos fue dejar de hacer talleres prospectados sobre bioconstrucción para el repellado de las viviendas, lo anterior porque significaba tiempo y dinero que el proyecto ya no tenía. Aquí aparece otro factor ligado al tiempo institucional y es el financiamiento de los proyectos que, muchas veces, están sujetos a la obtención de resultados en tiempos definidos y suelen ser tiempos cortos; en este caso se dio un año para presentar la rendición de cuentas. Corral sentencia que “en la vorágine de un ritmo rápido, el tiempo no alcanza para todo” (2010: 160). Esto fue en gran medida lo que ocurrió en este proyecto. Para la generación de conductas en pro de la sostenibilidad, Corral (2010) menciona que hay una distinción entre las personas que piensan más en el tiempo presente de aquellas personas que piensan más en el futuro. Según este autor, los que piensan en el futuro son capaces de anticipar las consecuencias de sus actos y, por tanto, tienden a cuidar más los recursos naturales. Sin embargo, las personas con una fuerte orientación al presente tienen una inclinación al disfrute aquí y ahora que implica un derroche de los recursos naturales, mostrando así poca consideración por las necesidades de otros. Es lógica la idea de Corral (2010) sobre que las personas con la mirada puesta en el futuro tienen mayor posibilidad de presentar conductas en pro del cuidado de la naturaleza que las personas centradas en el presente. Las comunidades con las que se trabajó están centradas en su presente y, efectivamente, es difícil pensar en tiempos venideros cuando la vida transcurre en el cotidiano. Sin embargo, no están centradas en el presente por comodidad o disfrute; ubicarse en el aquí y ahora tiene que ver más con una actitud de supervivencia que de egocentrismo. En este tipo de proyectos, presente y futuro no son tiempos antagónicos sino complementarios. Si bien las circunstancias inciertas y desiguales del presente hacen que pensar en el futuro sea desolador, esto no exime a la humanidad de tener en cuenta siempre las repercusiones ambientales y sociales de sus acciones. Individualización por encima de la colaboración Otro de los pilares del proyecto, la organización y fortalecimiento comunitario, se vio disminuido al transcurrir el tiempo. El sismo hizo que todos los miembros de las comunidades atendidas se sintieran vulnerables, lo que permitió que co-

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