DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2023 51 El enfoque del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) plantea que: “El acompañamiento es una respuesta multidisciplinaria que consiste en caminar al lado de alguien, estableciendo relaciones de empatía y redes de apoyo mutuo con actores locales (acompañantes) capacitados para brindar apoyo cuando se necesite” (2017, p. 26). Por otro lado, nos asumimos en la propuesta de que: “el acompañamiento no es intervención. Ello descoloca al (la) acompañante del lugar de poder-saber del especialista, que implica situar al (a) otro (a) como un objeto pasivo sobre el que recae la acción (Aluna Acompañamiento Psicosocial, A.C., 2019, p. 30). Estas propuestas plantean que el acompañamiento no recae en una figura especializada, sino que involucra a la sociedad en sí misma. Entendemos por acompañamiento psicosocial a las familias, todos aquellos procesos que se construyen en razón de la promoción del bienestar de las mismas familias, que implica desde el mero acompañamiento de escucha hasta los procesos sistemáticos de acompañamiento en los que ellos y ellas participan, procesos que tienen como objetivos centrales: primero, la reducción del malestar de las familias al sentirse acompañadas, es decir, no viven la desaparición de su familiar en soledad; segundo, la promoción de mecanismos de afrontamiento más saludables; y tercero, el fortalecimiento de sus redes de apoyo, tanto en lo relacionado con sus familias, comunidades, grupos de estudio o trabajo, congregaciones religiosas y con los mismos espacios de familias de personas migrantes desparecidas. En síntesis, no podemos hablar de psicosocial si hablamos desde la individualidad, puesto que lo psicosocial nos sitúa en nuestra interacción constante y necesaria con el otro, con quienes nos construimos y deconstruimos; podemos pensar, entonces, lo psicosocial como una postura que ha surgido en respuesta ante la incapacidad de otra cosmovisión de vernos de una manera más total, objetiva. RECORRIDO HISTÓRICO-ORGANIZATIVO DE LAS FAMILIAS DE MIGRANTES DESAPARECIDOS EN HONDURAS Del 2 al 6 de octubre de 1989, con la ayuda del Secretariado para la Pastoral de Movilidad Humana del Consejo Latinoamericano, se realizó en suelo hondureño el Primer Encuentro Nacional sobre Migraciones y Evangelización, con personas provenientes de las diferentes diócesis del país. Es así como la Pastoral de Movilidad Humana comienza a ser organizada por las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo Scalabrinianas en el año de 1991, a petición de la Iglesia católica en Honduras; preocupada por dar respuesta a las necesidades de los migrantes y sus familiares (PMH, 2021). En esa época, se evidenció que el fenómeno de la migración se encontraba en constante aumento debido a la violación de derechos humanos en Honduras, tales como: seguridad, empleo, salud y condiciones básicas de vida, por mencionar algunas. Es así que, a través de los agentes pastorales de la Iglesia católica que se encuentran activos a nivel nacional y comunitario desde cada diócesis a las que pertenecen, se empieza a tener acercamiento con los familiares de migrantes desaparecidos, y sobresalen los siguientes momentos históricos: • En septiembre del año 1999, como un esfuerzo del programa radiofónico “Sin Fronteras”, hoy “Abriendo Fronteras”, que se transmite por Radio Progreso y con el apoyo de la PMH, surge el primer grupo de familiares de
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