98 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 gresista en el México contemporáneo. Además, las promesas que manejó en su campaña anticipaban cambios profundos en diferentes ámbitos, entre ellos el de la seguridad. En 2006, luego de una elección sumamente competida y cerrada, el presidente Felipe Calderón Hinojosa le declaró la guerra al narcotráfico y recurrió a las Fuerzas Armadas para encabezar un combate frontal que agudizó la militarización de la seguridad pública en el país iniciada con anterioridad. Desde entonces, han sido el Ejército y la Marina las instituciones centrales de un modelo de seguridad a nivel nacional que, a juzgar por sus saldos, ha sido fallido (Centro Prodh, 2018). La violencia se ha agravado, el número de homicidios no se ha revertido, el crimen organizado ha continuado su ensanchamiento y ha robustecido su presencia en los territorios que controla, y la crisis generalizada de derechos humanos —retratada en casos de tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales— sigue su curso.2 Siendo esto evidente y materia de debate en el 2018, López Obrador prometió como candidato cambiar la estrategia y, de hecho, se comprometió a retirar de las labores de seguridad pública al Ejército y a la Marina. Sin embargo, como mandatario no ha hecho sino lo contrario: profundizar la militarización de la seguridad pública y, más aún, empoderar a las Fuerzas Armadas con nuevas responsabilidades que rebasan el ámbito de la seguridad pública e implican mayor presupuesto y un protagonismo creciente. Esto ha dado pie a una discusión en torno a la militarización y el militarismo en el país de la autoproclamada Cuarta Transformación,3 el proyecto político con el que López Obrador se propuso cambiar el régimen y regenerar la vida pública de México. Así, pese a que el actual sexenio no se ha caracterizado por el avance de reformas legales encaminadas a la criminalización de la protesta social, como sí ocurrió en el anterior (2012-2018), este derecho se ve asediado por la expansión del poder militar, actualizando la aporía de una estabilidad formalmente democrática con signos autoritarios. Con este encuadre, el presente artículo presenta los antecedentes recientes para ubicar los obstáculos que ha enfrentado el fenómeno de la protesta social; hace un alto en lo que han significado en este sentido las movilizaciones feministas en el actual sexenio;4 documenta el avance de la militarización en el sexenio en curso, presentando evidencia de los perfiles de las personas titulares de los ministerios de seguridad a nivel subnacional y advirtiendo el debate que este proceso trae consigo sobre el militarismo; y concluye con un planteo de preocupaciones alrededor del desafío que supone la consolidación del poder militar en la construcción de un Estado democrático, respetuoso y garante de los derechos fundamentales. 2 Así lo documentó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe sobre la situación de los derechos humanos en México tras su visita de 2015 y lo ratificó recientemente en su sexto informe de seguimiento de las recomendaciones formuladas entonces. Ver: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/mexico2016-es.pdf y https://www.oas.org/ es/cidh/docs/anual/2021/capitulos/IA2021cap5.MX-es.pdf 3 La idea de la Cuarta Transformación adquiere sentido en perspectiva histórica, siendo la primera la Independencia de México (1810-1821), la segunda la Reforma (1857-1861) y la tercera la Revolución Mexicana (1910-1917). 4 De forma particular, el análisis se hace desde lo acontecido en la Ciudad de México que por su naturaleza de capital federal es epicentro de la conflictividad social del país (FLEPS, 2014).
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