DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 81 Esto es, en primer lugar, una crisis de derechos humanos que requiere respuestas integrales urgentes; coordinadas por el Estado, atendiendo los reclamos de la sociedad, para que, en conjunto, contemplen políticas públicas adecuadas para prevenir las desapariciones forzadas, mejorar la investigación de estos casos y proporcionar apoyo a las familias afectadas. Finalmente, entender que, sin omitir la responsabilidad y obligaciones del Estado, en todo momento se trata de un tema que es responsabilidad de todas y todos, es decir, la lucha contra la desaparición forzada requiere una colaboración activa entre el gobierno, las organizaciones de derechos humanos, la sociedad civil y la comunidad internacional para abordar esta problemática. Desaparición con perspectiva de género Como se mostró en la revisión estadística, aunque en términos generales es mayor el número de hombres desaparecidos que el total de mujeres desaparecidas, en el Estado de México, entidad federativa con el mayor número de personas desaparecidas, según los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas —al 2023—, se invierte la tendencia al ser mayor el número de mujeres desaparecidas. Siguiendo el análisis de las cifras, de acuerdo con el sexo, se aprecia un mayor número de mujeres desaparecidas en estados como Puebla y Guanajuato. Si bien las desapariciones reportadas incluyen a niñas desde cero años y mujeres de más de 80, la desaparición se concentra en el rango de 10 a 19 años: 61,490 (Arista, 2023: Mujeres de entre 10 y 19 años concentran el 55% de las desapariciones en México). En el análisis con perspectiva de género, hay supuestos que podrían deducirse a partir del contexto nacional, como la probable relación entre la desaparición forzada y la trata de personas, particularmente, de mujeres, niñas y adolescentes: El grupo que corresponde a mujeres adolescentes, principalmente, es destinado a la prostitución forzada, y en menor escala a la esclavitud laboral, actividad que es mayoritariamente ocupada por mujeres adultas, que en menor número serán víctimas de prostitución involuntaria (Torres, 2010; Cacho, 2010; Acharya, 2009; Bales, 2000, citadas en López, 2019: 166). Al respecto, en algunos casos, las mujeres pueden ser objeto de desapariciones forzadas antes de ser víctimas de trata; es decir, son secuestradas o detenidas ilegalmente antes de ser sometidas a situaciones de explotación. En el mismo orden de ideas, las mujeres que son víctimas de trata pueden ser desaparecidas si intentan escapar o si sus captores las mantienen bajo un estricto control para evitar que se liberen; o bien las mujeres pueden ser sometidas a desapariciones temporales o confinamientos para mantenerlas aisladas y bajo control absoluto. Ahora bien, el complejo escenario de este delito implica una serie de elementos fundamentales para entender el problema de la trata. Sin duda, de los más importantes y obviados, es el sistema capitalista, un factor que resulta sumamente difícil combatir, pues estamos, como sociedad, inmersos
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