52 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 Daniela Torres: Es muy cierto, mira, las dos tuvimos trabajos antes totalmente fuera del acompañamiento, pero relacionados al derecho. Jos trabajaba en un ámbito muy diferente, yo trabajaba en un tribunal de justicia y estaba como del otro lado, pero nunca te das cuenta, no era tan real la cercanía con las personas. Siempre tenías de cerca un expediente y es muy cierto y como lo he vivido de ambos lados, desde el servicio público y desde el acompañamiento. Desde el otro lado es un expediente más y tú dale a leer y etcétera y eso es muy triste, porque ahora que estoy del otro lado, como abogada acompañando a familiares de personas desaparecidas, me da mucho coraje que los vean como un expediente más, ¿sabes? Entonces he aprendido mucho eso, a darle un nuevo significado a mi trabajo; a darle un nuevo sentido a mi vida y a saber que todos pasamos por procesos diferentes y que todos necesitamos que nos tomen en cuenta por lo que somos, no por un librito más, por un número más, por un expediente más. Esto ha tenido muchos retos. Obviamente para nosotros el tema de ganarnos la confianza de las familias ha sido un gran reto porque las familias están acostumbradas a que cualquier persona que se acerca es una autoridad que los va a tratar mal, que los va a llamar mentirosos, que los va a cuestionar y que si saben a lo mejor que mi hijo tuvo que ver con algún tema de delincuencia en algún punto de su vida o con drogas o lo que sea, entonces ya es un momento donde los juzgan. Y teníamos que empezar a generar esa sensibilización y empatía para generar vínculos de confianza, canales de comunicación para que las familias confiaran en nosotros, pero además nos permitieran conocer su historia, porque eso es otra cosa. Ganarnos la confianza de conocer más allá de la historia de la CDI a conocer su historia, es para nosotros una mirada diferente porque te permite conocer contextos más grandes del caso. Temas de seguridad, obviamente, Jos ha sido la que ha asistido a dos búsquedas y las dos para nosotras ha sido un reto porque creo que implica muchos temas de seguridad, también no tenemos como equipo integral. O más bien seguridad, no sé si sea necesario. Pero también ser consciente de que las familias no las tienen y que las familias se avientan así. “Es que yo tengo miedo de ir a una búsqueda porque sí estoy acompañando ese caso, pero me puede pasar algo porque voy a ir al centro de todo esto, es un pueblito con x y y circunstancia que puede ser un riesgo mayor”. Pero a veces dices, bueno, estoy acompañando a la familia y tengo que agarrar valentía de algún lugar y eso está chido. Pero también de alguna forma tienes que poner ciertos límites y decir, bueno, sí es un riesgo, no vamos acompañadas, no llevamos seguridad, ni siquiera llevo a mi equipo, llevo seguridad de las autoridades públicas, nada. Entonces un poco eso nos ha enseñado este acompañamiento, que de alguna forma también tenemos que aprender a poner los límites que decía Jos, en horarios, en tiempos, pero también en actividades propias. Porque justo personalmente, y yo lo notaba el otro día que salí a la calle, llegué, me estacioné y dije “no, acá no me voy a estacionar porque aquí no hay cámaras y las cámaras no pueden ver dónde me estoy estacionando”, y también dije “voy a caminar del lado de la calle con luz, pero con luz no tiene cámaras y la calle oscura sí tiene cámaras, entonces ¿por qué lado me voy?”. Empiezas a pensar muchas cosas porque estás inmerso en este mundo de la desaparición, de riesgos, de que de repente va a ser familia, amigos,
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