DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 51 familiares también se dan cuenta de que hay muchas cosas que no se resuelven, o que no les resuelven de la manera adecuada, se han ido acercando a la Clínica y humanamente también nos hemos comprometido creo que cada vez más con el proyecto, lo que ha hecho que demos un poquito más de acompañamiento a más casos. De que abramos un poco más la entrada a algunos, pero al final tenemos que poner un límite, no puede ser, porque si no rebasa las capacidades de nosotras mismas, pero de alguna forma intentamos darles un mayor apoyo. Alexia Martínez: Aquí también hablan mucho o lo traduzco en esta transformación del acompañamiento. Como en algún primer momento fue desde la Clínica o desde este espacio que se estaba formando la asesoría técnica para la Ley y de pronto fue empezar a acompañar casos en materia jurídica y cómo esa misma transformación se ha dado en cercanía y en diálogo con las familias; atendiendo y escuchando las necesidades que los colectivos tienen y esa confianza que se da. Entonces eso, un poco empezar a hablar de ¿qué ha significado para ustedes, para su vida profesional, para la Clínica y personalmente acompañar los casos y defenderlos?, ¿cuáles han sido algunas historias que ustedes gusten compartir?, ¿qué significado ha tenido de pronto ser, porque además son jóvenes, salir de la universidad y empezar a acompañar casos con colectivos que buscan a familiares desaparecidos y desaparecidas? Jocelyn Pérez: Creo que en un primer momento ha sido aprender a acompañar. Es algo que nadie te enseña, es algo que no aprendes en las aulas, que lo vas aprendiendo en la vida práctica. Lo resumiría en unos cuantos puntos: decir que las víctimas son los sujetos activos, que tú participas dentro de su proceso, que fortaleces su proceso pero que ellos son el centro. Derivado de esto tenemos que aprender, y hemos aprendido, a adecuar nuestros lenguajes jurídicos al contexto cultural y social de cada uno de ellos, teniendo en cuenta el perfil de las víctimas y enfoques generacionales y de género. Pero, sobre todo, entender el caso, el hecho de decir que eres abogado a veces te aleja mucho de la realidad de las personas. Como que pone una barrera mental entre las víctimas y tú, entonces creo que ha sido esta parte de deconstruir la idea de lo que es la abogacía ante ellos y enseñarles que justamente estamos aquí para apoyarlos y para brindarles herramientas que a lo mejor no serían de tan fácil acceso por su propia cuenta. Personalmente, la verdad es que sí ha sido todo un reto, justo lo que comentábamos. A veces da pena decir que también te afecta a ti porque si yo pongo a las víctimas al centro a veces suena hasta egoísta decir que sí me está afectando emocionalmente. Pero hablar todos los días, diariamente, todas las horas de cosas que son violentas y de situaciones que son desagradables, claro que trae consigo una afectación emocional y mental. Entonces creo que algo de lo que hemos carecido, pero hay que trabajarlo, es en el autocuidado. Como que te entregas mucho a los casos y a querer trabajar con ellos y demás, pero esta es otra parte de la que no te hablan, del autocuidado, de saber poner límites en cuanto a horarios y demás. Pero es complicado, es complicado…
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