DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 41 ¿cuáles son los principales retos? Bueno, la falta de operativos focalizados, sensibles y especializados en materia de trata para rescatar a las víctimas y un proceso adecuado de canalización a los refugios. Las autoridades, el Estado principalmente, debería entender qué hacen los refugios y qué no hacen. Un refugio no es un albergue temporal, un refugio no es una casa en medio camino, a menos que sea un centro de transición. Un refugio tiene un modelo muy específico de atención a las víctimas y no es para todas las personas, ni para todas las víctimas. Uno de los principales retos es que el Estado no comprende ni la magnitud, ni la naturaleza, ni el quehacer de los refugios. Si tenemos víctimas de trata, en refugios que están en las fronteras, si tú tienes una víctima de trata, que aparte es una persona en movilidad, ¿tú crees que va a querer un refugio con un modelo integral que le toma más menos de entre nueve meses y un año? ¡Por supuesto que no! Lo que esta víctima quiere es que la apoyes a transitar a otro espacio, a otro estado, a otro país, y es parte de su derecho, el derecho a migrar; entonces esa persona no sería candidata para un refugio, porque la voluntad, al menos en personas mayores de edad, es importantísima para ingresar a los refugios. Pero aparte, otro de los retos es esta forma de canalización, donde muchas veces llega un mensaje equivocado a las víctimas de: “te portaste mal, aunque sean víctimas, por lo tanto, te encierro en un refugio”, que suena como un eufemismo de una minicárcel, pero tampoco va así. Entonces, yo creo que no sólo del Estado, sino socialmente, nos hace falta comprender qué hacen los refugios, conocer, aproximarnos al quehacer de estos refugios y de los modelos de atención en los refugios, sobre todo de alta seguridad, que son los refugios de puertas cerradas 24/7. ¿Cómo distinguir un refugio de una minicárcel?, ¿qué mensaje le está llegando a la víctima?, ¿cómo canaliza el Estado a las víctimas, a los refugios? Ese es un gran reto, que se comprenda el quehacer y la naturaleza de un refugio. La otra es, no todos los perfiles van al mismo refugio, por ejemplo, cuando decimos: “las personas en explotación laboral necesitan un refugio”, puede ser, va a depender de la peligrosidad, de la gravedad, de si la víctima asume, quiere, necesita trabajar en un refugio de puertas cerradas, pero si es una persona en movilidad, puede ser que no. Si es una persona sin cuidados parentales, es que no hay otra opción y tampoco es DIF (Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia), si es una sobreviviente de trata, porque el enfoque particular que tiene un refugio especializado en trata es lo que le va a dar herramientas a esta persona para su proceso de recuperación. Entender la naturaleza del refugio, el quehacer del refugio y tener un protocolo de canalización o de derivación especializado es uno de los grandes retos en los estados, con las fiscalías. Otro sería las cuestiones presupuestarias, combatir el delito de trata de personas, que es un delito económico lucrativo infinito, querer combatirlo con dos pesitos no nos va a alcanzar e insisto, no es una cuestión de buena voluntad, es una obligación de los estados contar con el refugio y contar con suficiencia presupuestaria para nutrir esos refugios, apoyar a los refugios. No me refiero solamente a dinero, cuando hablo de esta suficiencia presupuestaria, si este presupuesto está también dividido, por ejemplo, en áreas de atención especializadas, como puede ser la Secretaría de Salud, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Seguridad, o sea, todas las cuestiones interinstitucionales trabajando por la recuperación de las víc-
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