DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 131 Bajo el esquema de participación política que diseñó el gobierno, era un hecho que se produciría la marginación política de las mujeres, a pesar de que discursivamente colocaron su incorporación como un principio de la consulta. También llama la atención que seis meses antes de haber suscrito el protocolo para la consulta relativa al Tren Maya, el INPI y la Secretaría de Gobernación (Segob) publicaron otro protocolo de consulta relacionado con la reforma constitucional y legal sobre los pueblos indígenas y afromexicanos. En ese protocolo suscrito a mediados de 2019, incluyeron la participación del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación como parte de un Grupo Técnico Interinstitucional (INPI et al., 2019). Para el protocolo del Tren Maya también se conformó un Comité Técnico, sin embargo, ya no fueron incluidos el Inmujeres ni el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, y tampoco fueron sustituidos por alguna otra dependencia que tuviera como funciones específicas velar por la perspectiva de género y evitar la discriminación. 2. Convocatoria y fase informativa Simultáneamente a la publicación del protocolo se publicó la convocatoria de la consulta, el 14 de noviembre de 2019 (Segob et al., 2019b). En esta convocatoria no se incorporó ningún criterio relativo al enfoque o perspectiva de género que se señaló como uno de los principios del protocolo. La convocatoria, con firma autógrafa del presidente López Obrador como testigo de honor, fue omisa a pesar de que los autores de ambos instrumentos jurídicos fueron las mismas personas: Rogelio Jiménez Pons, por parte de Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur); Diana Álvarez Maury, por la Secretaría de Gobernación y Adelfo Regino Montes, por el INPI. El siguiente paso de la consulta fue la realización de quince asambleas informativas regionales los días 29 y 30 de noviembre del mismo año, donde el objetivo fundamental era que los funcionarios de Fonatur y de cada una de las dependencias que conformaban el Comité Técnico, ofrecieran una explicación detallada, completa y de una forma culturalmente adecuada sobre el Tren Maya y sus elementos conexos y complementarios, como eran los proyectos urbanos denominados en ese momento polos de desarrollo. El punto central sobre el cual queremos llamar la atención es la escasa asistencia de mujeres indígenas a las asambleas informativas. Para ello, hemos agrupado los datos de asistencia que están disponibles en cada una de las actas de las asambleas, publicadas en la página de internet del INPI (INPI, 2019) en la sección de “Documentos”, donde se indica si los asistentes indígenas son hombres o mujeres. También se especifica cuántas y cuántos de ellos asistieron en calidad de representantes de sus comunidades (entendiendo, como lo hemos dicho antes, que el gobierno decidió confundir el concepto de representantes ejidales, de bienes comunales o incluso municipales, con el concepto de autoridades indígenas). Si bien las actas tienen prácticamente el mismo formato, la forma en que fueron llenadas no es homogénea. En algunos casos no se incorporó la información desagregada entre hombres y mujeres y sólo se colocó el total de asistentes. En otros casos la información es ambigua, ya que se mezclaron los datos de asistencia de las comunidades indígenas con, por ejemplo, los
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