130 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2022 buscando siempre la forma adecuada y respetuosa de involucrarlas durante todas las fases del proceso (Segob et al., 2019: 7). Visto en detalle, el enfoque al que se refiere este principio tendría que haber sido el enfoque o perspectiva de género. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, el gobierno adoptó un criterio que en los hechos fue excluyente de las mujeres, pues como lo señaló el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura (2019): “Se reconocieron como autoridades indígenas sólo aquellas que están insertas en la institucionalidad estatal, esto es, las autoridades agrarias —Comisariados Ejidales y de Bienes Comunales— y administrativas —agentes, comisarios o delegados municipales”. No es casualidad que en los cargos de representación de los Comisariados Ejidales y de Bienes Comunales, que involucran derechos territoriales agrarios, estén marginadas las mujeres, pues estos derechos y cargos han estado asociados de manera muy importante al concepto de cabeza de familia (jefe de familia o pater familias). Esta posición de jefe de familia históricamente la han ocupado hombres con una masculinidad heteronormada, identidad con la que de manera histórica se vincula a los representantes e interlocutores de una comunidad agraria, ejidal o comunal, ante el Estado. Los datos abiertos del Registro Agrario Nacional (RAN) consultados en 2022 (RAN, 2022), dan cuenta de la enorme disparidad entre hombres y mujeres que ocupan la presidencia de los Comisariados Ejidales y de Bienes Comunales. La presidencia de los ejidos es ocupada en 92.1% por hombres, y el restante 7.9% por mujeres. La presidencia del Comisariado de Bienes Comunales es ocupada en 94.4% por hombres, y únicamente en 5.6% por mujeres, como se indica en las tablas 1 y 2. Tabla 1 Presidencia Comisariados Ejidales Porcentaje Hombres 10,536 92.1% Mujeres 898 7.9% Total 11,434 100% Tabla 2 Presidencia Comisariados de Bienes Ejidales Porcentaje Hombres 1,125 94.4% Mujeres 67 5.6% Total 1,192 100% Fuente: elaboración propia. Para hacer más evidente la participación desproporcional entre hombres y mujeres en estos órganos agrarios, indicaremos que, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en 2022, 51.1 % de la población en hogares indígenas eran mujeres y 48.9% eran hombres (INEGI, 2022).
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