Derechos Humanos / Anuario Edición 2021

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 95 neralidad) sean la condición para anunciar, desenmascarar el mal común (en términos de Ignacio Ellacuría, sj) y de comprometernos para hacer afirmaciones sobre nuestras propias realidades, en lugar de anunciar afirmaciones desde arriba o desde ningún lugar (Foucault, 2006). En este sentido, el sentir-pensar y reflexionar-imaginar que están plasmados en este escrito nacen desde un lugar en concreto, esto implica considerar la contingencia histórica de todo conocimiento y sobre todo contemplar la subjetividad. Ser consciente de esto, como dice Haraway (1991), nos interpela para asumirnos desde una posición crítica y reconocer nuestras propias formas de producción de significados, además, nos convoca con relación a establecer un compromiso fundamentado con las realidades que estudiamos (Haraway, 1991). Lo que interesa exponer, aunque brevemente, es la proximidad entre la emergencia de una preocupación por los procesos de elaboración de memorias colectivas y las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos (ddhh), y a partir de este marco poner en el centro las memorias colectivas de resistencia como posibilidad de abrir camino para disputar los futuros a través de la imaginación política. En un primer momento, de forma sucinta, se presenta una reflexión crítica de la naturalización del vínculo memorias-ddhh, relevando que este es producto de relaciones históricas, sociales y políticas específicas. En escenarios de conflicto, si por una parte existen quienes detentan el poder movilizando la negación, justificación y legitimación de las violencias, por otra parte, las personas afectadas, sus familiares y defensoras de Derechos Humanos actúan para denunciar, enfatizando que se trata de crímenes y luchan contra su ocultamiento. Es desde las personas afectadas que se aborda esta reflexión. En un segundo momento, abordaremos qué entendemos por memorias colectivas de resistencia, para luego identificar cuáles serían las características significativas que tienen las memorias colectivas de resistencia que actúan frente al neoliberalismo. En un tercer momento, nos aproximaremos a una reflexión sobre las memorias colectivas como la acción de generar una imaginación política para disputar los futuros. Memorias colectivas no oficiales Antes de comenzar con nuestro interés nuclear, plantearemos, de manera general, que en escenarios de conflicto o de violencia hay por una parte; quienes detentan el poder movilizando la negación, la justificación y la legitimación de las diferentes violencias que se gestan en los conflictos; sin embargo, por otra parte, las personas afectadas, las que han sobrevivido de esas violencias, especialmente sus familiares y defensoras y defensores de Derechos Humanos, ellas y ellos, muchas de las veces actúan desde una imaginación política (en el tercer apartado veremos este término) para denunciar que se trata de crímenes y desenmascarar las injusticias. Isabel Piper (2013) nos dice que, en escenarios transicionales, en donde el debate ya no remite a la urgencia de lo que ocurre sino simplemente se reduce a lo ocurrido en el pasado, como si el pasado no tocara nuestro presente, por el contrario, las personas afectadas, los familiares y las defensoras, buscan reconstruir las memorias marginadas de las versiones oficiales instaladas por los detentores del poder. Así, grosso modo, el binomio denuncia/ocultamiento es reemplazado por el de memoria/olvido.

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