Derechos Humanos / Anuario Edición 2021

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 83 exhumación nunca se completaron. En el tema de la justicia, sólo dos exfuncionarios han sido vinculados a proceso, ninguno de sus superiores han sido procesados, hay una deuda vigente con la sociedad por parte de las autoridades, nombres de funcionarios van y vienen, y el problema se acrecienta. De los 117 cuerpos exhumados, 34 no tenían o no estaban vinculados a carpeta de investigación alguna, por lo que se les asignó un número de carpeta de investigación en esa diligencia. Algunos cuerpos no tenían la necropsia de ley; otros más habían sido mutilados y/o presentaban huellas de malos tratos, inhumanos y degradantes. Otros presentaban heridas por proyectil de arma de fuego; otros de ellos, conservaban sus ropas y pertenencias personales que son fundamentales para su identificación y la persecución del delito y cuyas evidencias habían sido sepultadas junto con los cuerpos. Se encontraron cuerpos identificados con nombre y apellidos, de los cuales se conocía su procedencia. La Fiscalía nunca ha informado qué acciones llevó a cabo para dar con el paradero de sus familias (Corral, 2020; Universidad Autónoma del Estado de Morelos, 2016). Esto expone a un gobierno que desconoce la precisión geográfica de sus propias fosas comunes y mostró la existencia de cuerpos sin los debidos protocolos de identificación, sin las botellas de pet de identificación, sin el número de carpetas de investigación, sin indicio alguno que pudiera conocer su identidad (A dónde van los desaparecidos, 2020); o cuerpos que no pasaron nunca por la Fiscalía del Estado; arrojados en fosas comunes, sin el tratamiento digno, y que en definitiva viola el derecho humano de tener una identidad. El trabajo de exhumación no concluyó, cerraron temporalmente la fosa común de la Fiscalía de Jojutla (con cuerpos aún sin identificar) debido a que encontraron tumbas particulares en cercanía con la fosa común. La preocupación de las mujeres que participaron en ese momento fue que, con el paso del tiempo, se perdiera información valiosa para identificar los cuerpos por el propio proceso de descomposición y por las condiciones climáticas que pudieran borrar evidencias o algún indicio relacionado con alguno de sus familiares desaparecidos. Pasaron cinco años para que cumplieran el acuerdo firmado públicamente con el argumento de no tener un espacio, ni contar con recursos económicos, y que estaban en construcción las gavetas de resguardo en el panteón municipal de Cuautla, lugar donde se trasladaron los cuerpos exhumados de ambas fosas comunes de Tetelcingo y Jojutla. Sobre el colectivo de mujeres “Regresando a Casa Morelos” Ante el contexto señalado, con un antecedente de negligencia y simulación de las autoridades y con el compromiso de integrantes de colectivos que participaron en ese proceso de identificación de las fosas de Jojutla y Tetelcingo, cinco colectivos del estado de Morelos promovieron la identificación de cuerpos depositados en los servicios médicos forenses, con la finalidad de agotar lugares de búsqueda de sus familiares; no es un lugar donde quieran encontrarlos, pero se convierte en una posibilidad. En este apartado me enfocaré en la experiencia del colectivo “Regresando a Casa Morelos”. Es un grupo conformado por alrededor de 30 mujeres

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