Derechos Humanos / Anuario Edición 2021

32 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. En la misma Declaración se reconoce que la violencia contra la mujer es resultado de las relaciones históricamente desiguales entre mujeres y hombres, que han generado la subordinación y la discriminación de ellas, además, reconoce que la violencia es un mecanismo social a través del cual se fuerza a las mujeres a una situación de subordinación respecto de los hombres. Asimismo, se afirma que la violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos que impide –parcial o totalmente– su goce. Según lo expresa Alda Facio (2011), en el camino recorrido para lograr el reconocimiento de la violencia contra las mujeres en el contexto de los derechos humanos hay antecedentes importantes, como la Recomendación General 19 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (cedaw), adoptada en 1992 (es decir, un año antes que la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer), en la cual también se indica que la violencia de género impide o anula el ejercicio de los derechos humanos y constituye discriminación, tal como se define en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Facio señala también en la inclusión de la violencia contra las mujeres en la agenda de derechos humanos “como una violación a los mismos dejando de clasificarse como crimen común o acto privado” (Facio, 2011, p. 17), esto a partir de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena, Austria, en junio de 1993. Teniendo en cuenta que la violencia contra las mujeres es una grave violación a los derechos humanos, es importante también conocer las distintas formas en las que puede manifestarse, empezando por reconocer que puede afectar a las mujeres en cualquier ciclo de vida. La violencia contra la mujer asume numerosas formas distintas, que se manifiestan en una serie continua de formas múltiples, interrelacionadas y a veces recurrentes. Puede comprender violencia física, sexual y psicológica/emocional, así como explotación y abuso de carácter económico, ejercidos en diversos escenarios, desde el ámbito privado hasta el público, y en el mundo globalizado de hoy, trascendiendo las fronteras nacionales. Dar nombre a las formas y manifestaciones de la violencia contra la mujer es un paso importante para llegar a reconocerlas y hacerles frente (Naciones Unidas, 2006, p. 41). Retomando la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, podemos identificar de manera general los ámbitos en los que se manifiesta la violencia contra las mujeres: la familia, la comunidad en general y aquella que es tolerada o perpetrada por el Estado. El feminicidio puede ocurrir en distintos contextos: en las relaciones de pareja, como consecuencia del acoso en el lugar de trabajo, en los conflictos armados, entre otros, siendo justamente el que se presenta en el ámbito comunitario, el que comenzó a llamar la atención sobre el fenómeno y en la importancia de realizar estudios para comprenderlo mejor. Debido a que las fuentes de información suelen ser los expedientes proporcionados por la policía, los tribunales o de medicina forense que, en algunos contextos no con-

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