DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 19 he sido testigo de compañeras de que el dolor es más fuerte y acaba con su vida. También, lamentablemente, hemos perdido a compañeras que no han podido lograr la justicia para sus hijas, o lograr reencontrarlas, porque también han fallecido madres que estaban en la búsqueda de sus hijas desaparecidas. Lo hermoso que hemos ido tejiendo, es que no importa si se trata de una madre víctima de un feminicidio o de una de desaparición, de una violación, tratamos de integrarnos, de caminar juntas, porque finalmente es una vida valiosa que nos fue arrancada. Entonces, yo espero seguir integrándome y acogiendo, lamentablemente a más mamás les pasará esto, pero yo, ya con la experiencia vivida, no permitiré que pasen por lo que yo pasé, que no haya más omisiones o más negligencia; sino poder guiarlas: “solicita esto, pide aquello y demás”: aportar un poco de lo aprendido. Ana Gamboa: Muchísimas gracias por tu tiempo y por todo lo que me dejas como aprendizaje, Paty, me motiva escucharte porque coincido contigo en que dices que es una lucha en la que estamos todas, pero principalmente ustedes con su fortaleza, su colectividad y desde el amor que exigen que las autoridades hagan lo que deben de hacer. Patricia Becerril: Sí, y esta lucha, como bien lo dices, es por la exigencia de que se hagan las cosas como se deben de hacer. También no me canso de decir que necesitamos una Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género a la altura de los hechos; Ciudad de México nos está demostrando que se puede hacer. La lucha es por la vida, por lograr, yo espero que mis ojos sí puedan verlo, que no pasen más años y sigamos perdiendo más vidas valiosas. Esta lucha es apostar por la vida, por seguirme encontrando con esas jóvenes que caminan de nuestro lado y no saber que alguna de ellas ya nos hace falta.
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