158 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 banda ancha de los países con desarrollo humano alto es de 28 suscripciones por cada 100 habitantes; mientras que en los países con bajo desarrollo humano no se alcanza ni siquiera una suscripción por la misma proporción de personas. La proyección a futuro no es favorecedora, pues las suscripciones de banda ancha de países con muy alto desarrollo humano proyectan su crecimiento a un ritmo 15 veces más rápido respecto a los países con bajo desarrollo. Al respecto, se ha llegado al consenso de que hay una relación directa entre el nivel de inversión en nuevas tecnologías y el nivel de regulación del internet, lo que implica mayor accesibilidad. En este sentido, resulta necesario mencionar que el Índice de Desarrollo Humano (en adelante idh) de 2019 para América Latina era de 0.766, superando el valor mínimo considerado como idh alto. En el Informe sobre Desarrollo Humano de 2010 se introdujo el Índice de Desarrollo Humano-Desigualdad (idh-d), que tiene en cuenta la desigualdad en las tres dimensiones del idh “descontando” el valor medio de cada dimensión según su nivel de desigualdad. A medida que aumenta la desigualdad en un país, también crece la pérdida de desarrollo humano. Considerando lo anterior, el idh-d de América Latina es de 0.596, el cual se encuentra por debajo del idh alto. Lo anterior evidencia que América Latina es una región que históricamente ha presentado severas desigualdades en distintos ámbitos. El acceso y uso de internet no es la excepción, sino un reflejo de la misma. De acuerdo con el Latin American Outlook (2020), 81% de los hogares con mayor nivel económico tenía acceso a internet, en contraposición al escaso 38% de los hogares con menos recursos económicos. Además de la desigualdad en acceso a esta tecnología, las velocidades de conexión en América Latina oscilan entre un tercio y un cuarto de la velocidad que ostentan los países con mayor ingreso económico por persona. Según el informe de Worldwide Broadband Speed League 2022, Sudamérica presenta una velocidad de 29.24 Mbps y Centroamérica reporta una velocidad de 20.19 Mbps. Esta realidad se ve replicada en otras esferas fundamentales de la vida cotidiana, tanto públicas como privadas. Por ejemplo, el ámbito educativo se ve gravemente afectado por esta desigualdad tecnológica, pues por lo menos una de cada diez escuelas de la región, no tiene acceso a internet. En este sentido, el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina, señala que se requeriría una inversión de 161 mil millones de dólares, entre 2019 y 2025, para alcanzar los niveles de conectividad de los países de más alto ingreso (López-Calva, 2021). Como se ha abordado, el acceso a internet y uso de tecnologías de la información es desigual en el mundo, y está directamente relacionado con otros factores de desigualdad social en las regiones. Siendo América Latina y el Caribe una región por debajo del promedio en conectividad de la población. Accesibilidad a internet y brecha digital El acceso al internet depende de muchas variable económicas, culturales, políticas y sociales. Jerónimo Callejas (2019) concluye que el nivel de educación es la primera variable que impacta en las cifras de conexión, seguido por la población económicamente activa, el precio del servicio y el nivel de ingreso per cápita; convirtiéndolo así en un ciclo vicioso, en el que, dadas las circunstancias actuales, no tener acceso a internet implica tener menos
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