150 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 Se ha demostrado que las características sociales de una población determinada tienen relación directa con las enfermedades que presentan una mayor incidencia en su territorio. Es decir, que las enfermedades no tienen un origen meramente biológico, sino que surgen de un proceso histórico social, estableciéndose en diversas investigaciones la coincidencia entre enfermedades más constantes y la similitud de relaciones sociales de producción (Asa Cristina, 1981, pp. 9-14); con lo cual se determina que las enfermedades que tienen lugar en un territorio son resultado de la estructura social. De lo anterior inferimos que, si bien no puede estimarse que el ser humano es saludable por naturaleza, sí puede determinarse que al ser humano le es inherente un estándar de salud que de ninguna manera es el que poseemos en la actualidad, debido al ritmo de vida y medio ambiente en el que subsistimos. Por lo tanto, puede entenderse que la salud es algo que no todos los seres humanos poseen, pero que en muchos casos sí es inherente al ser humano, por lo tanto, se determina que el derecho a la salud puede obrar como un derecho social (acción positiva), o como un derecho de libertad individual (acción negativa); más allá de los casos más obvios sobre la afectación a la salud, como es el caso de la contaminación por residuos o desechos tóxicos. Singer (2005) nos habla de las implicaciones éticas que genera el crecimiento de la industria con relación a las afectaciones que ha provocado en el mundo, como el calentamiento global, la subida del nivel del mar y todo aquello que se ve afectado en la naturaleza en pro de un crecimiento económico y la mundialización, y por ello la ética también debe adoptarse como un modelo global para el beneficio de la humanidad (Singer, 2005). Pero dentro de estas afectaciones ambientales también se involucran las afectaciones a la salud de los seres humanos y cuyas reparaciones se vuelven únicamente monetarias. Es importante remarcar las medidas que deben tomarse para recuperar el equilibrio ambiental, pero también destaca la afectación que el modelo de sociedad industrializada ha provocado en la humanidad y que por ello es necesario trabajar en la reparación del daño que consistirá en tratamientos médicos efectivos, pero sobre todo en una atención médica más eficiente que esté en aptitudes de atender esas necesidades de salud y que deba ser proporcionada por el Estado. Un ejemplo del problema de ese grado de industrialización no apegado a una cultura de protección de derechos humanos se suscitó en la ciudad de San Luis Potosí, México, donde la instalación de una minera de zinc que se mantuvo funcionando por más de una década, provoco mutaciones genéticas en la tiroides, en la población que habitaba en la periferia de sus instalaciones, este debido a un mal manejo de desecho de residuos. Siendo la más afectada una colonia donde suele habitar gente de escasos recursos. Estimándose que las necesidades de recibir atención médica por parte de esta población no puede ser considerada únicamente desde una visión de asistencia social, aun cuando supuestamente la minera en su momento cumplía con todos los protocolos de salubridad (Plano Informativo, 2016). Al demostrar que las enfermedades que forman parte del catálogo de las más comunes en México tienen una relación con el modelo de sociedad industrializado, el ritmo de vida característico de la sociedad moderna y otros factores, resulta evidente que la atención médica en función de una debida
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