Derechos Humanos / Anuario Edición 2021

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 13 nos permitieron conocer este documento porque nos dijeron que ya estaba en resguardo. Se nos hizo muy cruel saber que ahora ya era de conocimiento público al hacerla viral, y que a nosotr@s ni siquiera nos habían dado esa oportunidad. Entonces, desde el inicio nos dimos cuenta de que no iba a ser nada fácil que las autoridades quisieran investigar. Ellos querían dar por concluido que se trataba de un suicidio y fue que empezamos a batallar, no teníamos dirección alguna, pues afortunadamente nunca habíamos estado en una situación así. Fue muy difícil para nosotr@s guardar ese dolor y tratar de estar lo más ecuánime posible para que las ideas vinieran y saber qué hacer, porque de verdad, ninguno teníamos idea de qué hacer. Estábamos aniquilados con el dolor de que Zyanya ya no estuviera más con nosotr@s, que estuviera sin vida. Ahí fue donde empezaron los obstáculos de las autoridades de Puebla. El primero fue que no nos permitieron el acceso a la carpeta de investigación. Tuvimos que recurrir a la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla para que nos dieran acompañamiento, y de esa manera fue como se nos permitió tener acceso a la carpeta. De hecho, hay un folio donde quedó registrado que fue de esa manera como pudimos tener acceso. Lo siguiente fue que, a pesar de tratarse de una muerte violenta, no se estaba investigado con perspectiva de género, ni debida diligencia. A cuatro años del asesinato de Zyanya, hemos venido sabiendo que, aunque en ese momento no teníamos la menor idea de que se tenía que investigar de esa manera, ya había protocolos que las autoridades debían conocer y que, así se tratara de un suicidio, se tenía que investigar desde una perspectiva de género, mas no decir “tenga el cuerpo de su hija, es todo, váyanse”. Algo que está muy, muy marcado como hierro en mi corazón, fueron esas palabras del policía ministerial cuando pedimos que se investigara, su respuesta fue pues “¡ya qué le busca, si su hija está muerta!”. Eso está muy, muy marcado en mí. Y ahora digo ¡cómo es posible que esa haya sido la respuesta!, cuando su obligación era investigar. En fin, las cosas se dieron así y eso es lo que más nos motivó, de alguna manera, a no declinar en buscar la verdad de los hechos y la justicia para Zyanya. Otro de los obstáculos fue que no hubo, desde el inicio, el debido aseguramiento del inmueble donde estaba mi hija, lo que indica que el personal no actuó de manera competente. Todo lo contrario. Este mismo policía ministerial permitió a la compañera que compartía en ese momento la casa con Zyanya, hacer una mudanza, alterando de esa manera el lugar de los hechos. Cuando nosotr@s, incluso, nos vimos con la necesidad de seguir pagando la renta del inmueble, con la idea de preservar el lugar, mientras llegaba el día que se hiciera una reconstrucción de los hechos, por esa falta de aseguramiento. Fue hasta más de un año y medio después cuando logramos que se asegurara el inmueble, porque lo que únicamente se quedó asegurado fue el baño y la recámara donde fue encontrada Zyanya, el resto de la casa quedó libre. El aseguramiento no se dio la misma noche de los hechos, sino hasta el día después que ya esta chica [había hecho] la mudanza. A nosotros nos consta esto, porque tuvimos que pernoctar el día de los hechos en el lugar; se nos autorizó quedarnos ahí, siempre y cuando permaneciéramos en la planta baja y no subiéramos para nada a la planta alta. Además, se nos

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