Derechos Humanos / Anuario Edición 2021

108 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 La Oficina Internacional del Trabajo (oit, 2007) considera que la agricultura en los mercados laborales forma una parte importante en la creación y nivel de empleo e ingresos de las zonas rurales. Es esencial reconocer que los trabajadores agrícolas asalariados y no asalariados contribuyen al funcionamiento de los mercados rurales, y gracias a ese trabajo puede mejorarse la productividad y brindar estabilidad económica a las personas de escasos recursos del medio rural. La oit (2000) señala que entre los trabajadores agrícolas pueden encontrarse diversos tipos de relaciones laborales, “además de grandes cantidades de formas por medio de las cuales los agricultores ejercen su fuerza de trabajo”; la clasificación que se le otorga al agricultor dependerá de cada país, ya que un agricultor puede pertenecer a más de una clase. La oit proporciona una clasificación de la población que se dedica al sector agrícola: 1. Grandes propietarios de tierras: son aquellos que tienen a su mando empresas especializadas en la producción agrícola ya que cuentan con el uso de la tecnología, obtienen con facilidad créditos bancarios y sus cosechas gozan de estar aseguradas ante cualquier incidente. 2. Medianos y pequeños propietarios de tierras: el agricultor cuenta con medios financieros, la producción que logran recabar es comercializada en el mercado interno y en ocasiones es exportada, una parte de los pequeños propietarios de tierras además de ser agricultores son poseedores de ganado a pequeña escala. 3. Agricultores de subsistencia: este tipo de agricultores se encuentran en los países en desarrollo, tienen a su mando minifundios, sin embargo, son caracterizados por estar limitados en recursos y conocimientos técnicos, y ejercen su fuerza de trabajo en las temporadas de cosecha para adquirir los insuficientes ingresos dados de su propia producción. 4. Aparceros y arrendatarios: tierras de propiedad comunal, estatal o privada; los aparceros pagan el uso de la tierra mediante una parte de la producción o dinero recabado de la venta; los arrendatarios pagan un precio fijo anual. 5. Los trabajadores de cooperativas: son empleados que laboran en las empresas que se dedican a comercializar la producción agrícola. 6. Trabajadores agrícolas a tiempo completo: no son dueños de tierras y se dedican a trabajar en empresas medianas y grandes bajo un salario estipulado. 7. Trabajadores especializados: los trabajadores que son contratados en el campo y realizan tareas específicas como expertos en aplicación de plaguicidas, choferes de tractores, etc. 8. Trabajadores sin tierra temporeros y jornaleros: no son dueños de tierras, se dedican a la agricultura en circunstancias precarias o a alguna actividad económica en la granja que se encuentre con vacantes (OIT, 2000). De la misma forma, la Oficina Internacional del Trabajo (2007) considera que los trabajadores agrícolas asalariados son las personas que trabajan en los campos de cultivo, huertos, invernaderos, unidades ganaderas e instalaciones de procesamiento básico para producir los alimentos y fibras del mundo. Están empleados en fincas de tamaño pequeño o mediano, así como bien en plantaciones y exportaciones industrializadas. Son asalariados porque no poseen ni arrendan la tierra que trabajan ni las herramientas ni equipos que utilizan, lo que les diferencia del grupo de los agricultores (p. 23).

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