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2 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 RESPONSABLE DE LA PUBLICACIÓN Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, de la Universidad Iberoamericana Puebla COMITÉ EDITORIAL Alonso González, Claudia Armenta, Celine Arrambide González Maria del Rosario Ayala Martínez, Aranzazú Bretón Betanzos, Juan Antonio Camacho Hernández, Carlos Cariño Cepeda, Iliana Galilea Cobo Armijo, Maria Fernanda Corona Román, Juan Alberto Cruz Isidoro, Cuauhtémoc David George, Shanik Amira De Robina Castro, Sofía Estrada Jiménez, Mar Fernández Hernández, Tuss Demian Flores, José Gamboa Muñoz, Ana Laura García Cano, Rafael García Vásquez, Eduardo Rafael Granados Delgado, Ixchel Mallely González González, Arturo Hernández Arias, Natali Hernández Avendaño, Juan Luis Hernández León, Simón Alejandro Ibarra Mateos, Marcela Jiménez Domínguez, Tatiana Luna de la Mor, Rodolfo Tadeo Maldonado Gutiérrez, Leopoldo Mendoza Hernández, Antonio Perez Oseguera, Maria de Lourdes Reyes Valentín, Carlos Enrique Rodríguez Sánchez, Nathlaly Guisela Rosete Guzmán, Roberto Sandoval Terán, Areli CONSEJO CONSULTIVO Arrambide González, María del Rosario Bayer, Anita María Cortez Morales, Edgar García Vásquez, Eduardo Rafael González Marín, Alejandra Sánchez Díaz de Rivera, María Eugenia Sandoval Terán, Areli Soto Badillo, Oscar Desiderio Villaseñor Pineda, Silvia Arturo Cielo Rodríguez Diseño de portada Juan Jorge Ayala Cuauhtémoc Cruz Isidoro Corrección de estilo Diseño y formación tipográfica Juan Jorge Ayala D.R. © Universidad Iberoamericana Puebla, 2023 Boulevard del Niño Poblano 2901 Colonia Reserva Territorial Atlixcáyotl San Andrés Cholula, Puebla. C.P. 72820 www.iberopuebla.mx www.idhieibero.org Derechos Humanos Anuario, año 7, No. 7, 2023, es una publicación anual editada por la Comunidad Universitaria del Golfo Centro A. C., Blvd. del Niño Poblano núm. 2901, Colonia Reserva Territorial Atlixcáyotl, San Andrés Cholula, C.P. 72820, Puebla, tel. (222)372.30.00, www.iberopuebla.mx, ricardo.escarcega@iberopuebla.mx. Editor responsable: Marcos Ricardo Escárcega Méndez. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2019-041217594000-203, ISSN 2594-0201, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este número: Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, Blvd. del Niño Poblano 2901,Colonia Reserva Territorial Atlixcáyotl, San Andrés Cholula, C.P. 72820, Puebla, tel. (222)372.30.00, extensión 14200. Fecha de última actualización: abril 2023.
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DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 5 ÍNDICE Presentación........................................................................................... 7 01 ENTREVISTAS “Necesitamos una Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género, a la altura de los hechos”: la lucha por la justicia, una lucha por la vida ANA LAURA GAMBOA MUÑOZ....................................................... 11 Violencia digital contra las mujeres y protección en la red PALOMA FERNÁNDEZ PEÑA CUAUHTÉMOC CRUZ ISIDORO........................................................ 20 02 ARTÍCULOS Escribir lo que se siente: reflexiones en torno a la investigación sobre violencia feminicida TONALLI BEATRIZ PÉREZ SALDAÑA............................................ 29 La manifestación y la protesta en contra de la violencia de género en comunidades estudiantiles como una exigencia para generar cambios encaminados hacia una pedagogía con perspectiva de género TAMARA BLANCA CASTILLO........................................................ 44 Igualdad y justicia social: horizonte político del Movimiento de la Diversidad Sexual Argentino en su lucha por los derechos FIDEL AZARIAN GUADALUPE ALLIONE................................................................. 58 Exigencia de la verdad y justicia: experiencia organizativa y política de un colectivo de familiares desaparecidos en Morelos YINHUE MARCELINO SANDOVAL............................................... 78
6 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 Las memorias colectivas de resistencia como posibilidad de abrir camino para disputar los futuros a través de la imaginación política MANUEL ANTONIO SILVA DE LA ROSA....................................... 94 La precarización laboral en tiempos de Covid-19: estudio de caso de los trabajadores agrícolas del municipio Los Reyes de Juárez, Puebla CLAUDIA GUADALUPE DE LA FUENTE MORALES ISSAC ABURTO MARCOS.............................................................. 106 Los mercados municipales y el campesinado como actores clave en el cumplimiento del derecho humano a la alimentación en el área metropolitana de Puebla en el periodo 2018-2020 MARIANO BARRALES CRUZ......................................................... 120 La exigibilidad de la atención médica como parte del derecho a la salud, una visión desde los derechos de acción negativa ABRAHAM EDUARDO ZÁRATE MADRID..................................... 141 El acceso a internet como derecho humano ANA KARINA CABALLERO SOSA.................................................. 155 03 PONENCIAS Violencias extremas en territorios indígenas: investigación activista y coproducción de conocimientos ante la desaparición ROSALVA AÍDA CASTILLO............................................................... 173 Neo Estado, violencia y sociedad desagarrada en México CLAUDIO LOMNITZ....................................................................... 174 Amor, poder y violencia MARCELA LAGARDE Y DE LOS RÍOS............................................ 175 Principales desafíos en torno a las Derechos Humanos de las personas LGBTTTIQ+ en América Latina y el Caribe FANNY CATA GÓMEZ LUGO......................................................... 176
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 7 PRESENTACIÓN La pandemia por la COVID-19 no sólo no dio tregua a la crisis de derechos humanos que enfrenta nuestro país desde hace más de una década, sino que en algunos casos ha acrecentado las violencias y brechas que ya se vivían previo al confinamiento. Si bien 2021 representó el año donde empezaron a retomarse las actividades económicas y sociales, impulsado por las jornadas masivas de vacunación contra el SARS-CoV-2, las condiciones derivadas del confinamiento generaron un contexto de profundización de las desigualdades, particularmente en los grupos más vulnerables. El número de feminicidios, que alcanzó la cifra record oficial de mil cuatro presuntas víctimas a nivel nacional, y de personas desaparecidas, son un ejemplo del continuum de violencia frente al cual el Estado enfrenta un reto mayúsculo para cumplir con sus obligaciones de protección y garantía de los derechos humanos. En ese contexto se enmarca la presente edición del Anuario de Derechos Humanos del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la Universidad Iberoamericana Puebla, dentro del cual las personas lectoras podrán encontrar diversas entrevistas, artículos y ponencias que dan cuenta de experiencias y luchas en la protección y garantía de los derechos humanos. Destacan, en materia de violencia contra las mujeres, los testimonios de Patricia Becerril, madre de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril, en el camino que ha emprendido hacia el esclarecimiento de los hechos de la muerte violenta de su hija; de Gracia Macías, abogada de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), en la concientización y visibilización de la violencia digital contra las mujeres; o de Tonalli Beatriz Pérez Saldaña, sobre el trabajo de investigación de la violencia feminicida. En cuanto a la exigibilidad de los derechos humanos, particularmente en temas de género y diversidad, se da cuenta de la experiencia de las protestas y manifestaciones en contra de la violencia de género en espacios universitarios y su impacto en la generación de protocolos y formación con perspectiva de género, así como del movimiento de la diversidad sexual en Argentina, para el reconocimiento de derechos como el matrimonio igualitario o la identidad de género. En torno a la crisis de la desaparición de personas, se recupera la experiencia de un colectivo de familiares de personas desaparecidas en el estado de Morelos, en su búsqueda de verdad y de justicia. De igual forma, en cuanto a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), en las siguientes páginas se analizan problemáticas como la precarización laboral de los trabajadores agrícolas en el contexto de la pandemia por la Covid-19; la interrelación entre los mercados municipales y los produc-
8 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 tores ante el derecho humano a la alimentación; la exigibilidad de la atención médica y el derecho a la salud; y el reconocimiento del acceso a internet como derecho humano. Como cada edición, el IDHIE busca seguir propiciando el análisis y la reflexión sobre la situación vigente de los derechos humanos en nuestro país y la región, reiterando el compromiso de generar un análisis de la realidad crítico para la búsqueda de soluciones y alternativas a favor de los grupos en situación de vulneración, siguiendo el ejemplo de Ignacio Ellacuría, de hacernos cargo de la realidad.
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 9 01 ENTREVISTAS
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DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 11 “NECESITAMOS UNA FISCALÍA ESPECIALIZADA EN INVESTIGACIÓN DE DELITOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO, A LA ALTURA DE LOS HECHOS”: LA LUCHA POR LA JUSTICIA, UNA LUCHA POR LA VIDA Patricia Becerril1 Entrevistada Ana Laura Gamboa Muñoz2 Entrevistadora En medio de un contexto alarmante de violencia en Puebla, María Patricia Becerril Gómez, madre de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril, cuenta cuáles han sido los obstáculos a los que se ha enfrentado su familia en el camino hacia el esclarecimiento de los hechos de la muerte violenta de su hija, la cual la Fiscalía General del Estado clasificó como suicidio, pero, a causa de múltiples omisiones por parte de las autoridades, la familia sigue exigiendo que se investigue como feminicidio. La presente es una entrevista que hace reflexionar sobre el recorrido lleno de ineficiencias y fallas institucionales para acceder a la verdad, y que denota la urgencia de una Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres que esté a la altura de los hechos y cumpla con su responsabilidad de investigar con debida diligencia, con perspectiva de género, sin dilaciones y con la participación de los familiares. En este recorrido, Patricia cuenta también cómo el acompañamiento de otras mujeres y madres le ha significado poder cruzar la línea del dolor a la esperanza, a seguir luchando por la vida y a no desistir para alcanzar verdad y justicia. Ana Gamboa: Gracias por aceptar esta entrevista, Paty, como madre de Zyanya, quisiera que nos pudieras compartir ¿quién era Zyanya Estefanía Figueroa Becerril? ¿cómo ocurrieron los hechos? ¿cuál ha sido el camino que tú y tu familia han recorrido para exigir justicia? Patricia Becerril: Antes que nada, agradezco mucho la oportunidad y el espacio que se me brinda para dar a conocer este andar en respuesta al asesinato 1 Madre de Zyanya Estefanía Figueroa Becerril. 2 Académica de tiempo. Responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género (ovsg) del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, de la Universidad Iberoamericana Puebla.
12 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 de mi hija. Soy María Patricia Becerril Gómez, madre de Zyanya, una joven médica que apenas contaba con 26 años, egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam); Zyanya se encontraba en la ciudad de Puebla haciendo su especialidad en Pediatría, cursaba ya el segundo año en el Hospital del Niño Poblano; y fue la tarde del 15 de mayo del 2018, cuando recibí esa letal noticia de que mi hija había sido encontrada sin vida en la casa que rentaba. Desde un inicio, las autoridades de Puebla lo clasificaron como un suicidio, prejuzgando como sucedieron los hechos, por una supuesta carta póstuma que fue encontrada. Quisiera enfatizar que fue prejuzgando, mas no investigando. Nosotros como papás, teníamos un buen acercamiento hacia ella, una buena comunicación; no dábamos crédito a lo que en ese momento se nos estaba informando de manera tajante: “fue un suicidio, su hija se suicidó”. De inmediato, luego de que nos dieron la noticia, contacté a mi esposo, a mi hijo y nos fuimos hacia Puebla, pues nosotros radicamos en la Ciudad de México. En el viaje nos acompañó mi sobrino, pues yo sabía que cuando le diera la noticia a mi esposo [y] a mi hijo, ninguno de los dos iba a estar en condiciones de poder manejar hacia allá. En el camino, íbamos rogando que hubiera sido un error, que pudiera encontrarla con vida y no muerta, como me lo habían indicado. Cuando llegamos a la casa donde vivía Zyanya, no nos permitían el acceso hasta que alguien comentó “son los papás”. Nosotr@s ya íbamos directo a las escaleras, porque nos habían indicado que el cuerpo de Zyanya se encontraba arriba –era una casa de dos plantas–, pero nos detuvieron, que no podíamos subir; nos llevaron a otra habitación y nos dijeron, de nuevo, que supuestamente Zyanya se había suicidado. Escuchamos que el cuerpo ya lo habían bajado; nos permitieron ir hacia el área donde lo colocaron. Únicamente descubrieron su carita y nos permitieron, digámoslo así, despedirnos. Fue ahí cuando nos encontramos con esa dolorosa verdad, que Zyanya estaba sin vida. Entonces, conforme pasaban las horas, tratamos de encontrar una explicación de lo que había pasado, porque tenía pocos días que yo había estado con ella en Puebla. Iba cada mes para ver cómo estaba, para encargarme de entregar la renta a la dueña, a veces acordábamos que fuera en fin de semana pues Zyanya se encontraba en guardia. Entonces, también esa era la intención de que yo me encargara de eso y pudiera aprovechar el tiempo para compartir con ella. La última vez que vi a mi hija, no vi nada que me indicara una depresión, un deseo de no vivir o de no continuar en su formación, era todo lo contrario. Por eso, nada nos checaba que se tratara de un suicidio. Por ello, empezamos a pedir que se investigara su muerte. Teníamos la impresión de que las autoridades esperaban que nosotr@s tomáramos el cuerpo de mi hija, regresáramos a la Ciudad de México y ahí concluyeran las cosas, pero te repito, para nosotr@s eso no iba a suceder; desde que nos dieron la noticia, nunca hemos aceptado que se trató de un suicidio. Incluso estando en los rosarios,3 tuvimos que retornar a Puebla porque nos enteramos que la carta póstuma se había hecho viral, y a nosotro@s no 3 Los rosarios del novenario son un conjunto de oraciones que resultan de una práctica religiosa cuyo fin es interceder por medio de las plegarias, para pedir que el alma de la persona difunta consiga su eterno descanso.
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 13 nos permitieron conocer este documento porque nos dijeron que ya estaba en resguardo. Se nos hizo muy cruel saber que ahora ya era de conocimiento público al hacerla viral, y que a nosotr@s ni siquiera nos habían dado esa oportunidad. Entonces, desde el inicio nos dimos cuenta de que no iba a ser nada fácil que las autoridades quisieran investigar. Ellos querían dar por concluido que se trataba de un suicidio y fue que empezamos a batallar, no teníamos dirección alguna, pues afortunadamente nunca habíamos estado en una situación así. Fue muy difícil para nosotr@s guardar ese dolor y tratar de estar lo más ecuánime posible para que las ideas vinieran y saber qué hacer, porque de verdad, ninguno teníamos idea de qué hacer. Estábamos aniquilados con el dolor de que Zyanya ya no estuviera más con nosotr@s, que estuviera sin vida. Ahí fue donde empezaron los obstáculos de las autoridades de Puebla. El primero fue que no nos permitieron el acceso a la carpeta de investigación. Tuvimos que recurrir a la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla para que nos dieran acompañamiento, y de esa manera fue como se nos permitió tener acceso a la carpeta. De hecho, hay un folio donde quedó registrado que fue de esa manera como pudimos tener acceso. Lo siguiente fue que, a pesar de tratarse de una muerte violenta, no se estaba investigado con perspectiva de género, ni debida diligencia. A cuatro años del asesinato de Zyanya, hemos venido sabiendo que, aunque en ese momento no teníamos la menor idea de que se tenía que investigar de esa manera, ya había protocolos que las autoridades debían conocer y que, así se tratara de un suicidio, se tenía que investigar desde una perspectiva de género, mas no decir “tenga el cuerpo de su hija, es todo, váyanse”. Algo que está muy, muy marcado como hierro en mi corazón, fueron esas palabras del policía ministerial cuando pedimos que se investigara, su respuesta fue pues “¡ya qué le busca, si su hija está muerta!”. Eso está muy, muy marcado en mí. Y ahora digo ¡cómo es posible que esa haya sido la respuesta!, cuando su obligación era investigar. En fin, las cosas se dieron así y eso es lo que más nos motivó, de alguna manera, a no declinar en buscar la verdad de los hechos y la justicia para Zyanya. Otro de los obstáculos fue que no hubo, desde el inicio, el debido aseguramiento del inmueble donde estaba mi hija, lo que indica que el personal no actuó de manera competente. Todo lo contrario. Este mismo policía ministerial permitió a la compañera que compartía en ese momento la casa con Zyanya, hacer una mudanza, alterando de esa manera el lugar de los hechos. Cuando nosotr@s, incluso, nos vimos con la necesidad de seguir pagando la renta del inmueble, con la idea de preservar el lugar, mientras llegaba el día que se hiciera una reconstrucción de los hechos, por esa falta de aseguramiento. Fue hasta más de un año y medio después cuando logramos que se asegurara el inmueble, porque lo que únicamente se quedó asegurado fue el baño y la recámara donde fue encontrada Zyanya, el resto de la casa quedó libre. El aseguramiento no se dio la misma noche de los hechos, sino hasta el día después que ya esta chica [había hecho] la mudanza. A nosotros nos consta esto, porque tuvimos que pernoctar el día de los hechos en el lugar; se nos autorizó quedarnos ahí, siempre y cuando permaneciéramos en la planta baja y no subiéramos para nada a la planta alta. Además, se nos
14 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 dijo que ya había fotografías de cómo habían quedado las cosas. Por eso pudimos darnos cuenta que no se aseguró ni el baño, ni la recámara hasta después de que se [hizo] la mudanza. Otro de los obstáculos con el que nos hemos enfrentado fue que hicieron “oídos sordos” a nuestra indicación de que el fraccionamiento contaba con videovigilancia y que, por lo tanto, podían solicitar los videos para que tuvieran más información para la investigación. Regresamos 15 días después de los hechos a preguntar al fraccionamiento y la administradora nos indicó que nadie había ido a pedir los videos. Le pedimos apoyo para que el comandante de vigilancia nos permitiera ver y rescatar esos videos, pero lamentablemente ya no estaban visibles, ya se habían regrabado. Únicamente tenía soporte para 15 días y después se regrababa, ya únicamente era visible a partir del 18 de mayo. Entonces, perdimos, por la negligencia de la Fiscalía, esa prueba que creo también hubiera podido ser muy, muy útil. No solamente para ver las grabaciones el día de los hechos, sino días previos, quién había entrado y demás. Otro de los obstáculos es que el Ministerio Público siempre ha tenido con nosotr@s una falta de comunicación, de no mantenernos informados de las diligencias, de los peritajes, de las entrevistas. Siempre ha actuado de manera sorpresiva, por así decirlo, lo cual es una grave violación a nuestro derecho de mantenernos informados. Como dieron por hecho que se trató de un suicidio, a estas alturas, hay cosas que ya no son rescatables, que se perdieron por no haber hecho el trabajo como debió haber sido. Por ponerte un ejemplo, no se revisó en el cuerpo de mi hija si ella no fue víctima de algún abuso sexual. A estas alturas, según entiendo, eso ya no sería posible. Entonces, hay omisiones muy lamentables que ya no pueden ser recabadas. Ana Gamboa: Claro, y bastante graves. Patricia Becerril: Sí. Con el fin también de colaborar en la investigación y tener certeza de lo que le había pasado a Zyanya, por ejemplo, en lo que respecta a la supuesta carta póstuma, nosotr@s pagamos un peritaje independiente con una perito especialista en grafoscopía-documentoscopía de Puebla. Ella concluyó que la letra no corresponde a la de Zyanya, que la primera parte fue simulada y la segunda parte, que fue escrita de manera más rápida, corresponde menos. A un año y medio de la muerte o asesinato de Zyanya, logramos llegar al Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (ocnf), aquí en la Ciudad de México. Revisaron la carpeta de investigación y nos dijeron que sí nos iban a brindar apoyo porque luego de analizar los elementos de la investigación, no se había tratado de un suicidio. Entre esos elementos está la necropsia realizada a mi hija. Hay un perito experto en medicina forense, el doctor Nájera, de Guatemala, y quien ha colaborado en, por ejemplo, la sentencia del Caso González y otras vs. México, mejor conocida como Campo Algodonero. También ha trabajado junto con el Observatorio en otros casos relevantes aquí en la Ciudad de México, como fue el feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio, ocurrido en las instalaciones de Ciudad Universitaria. Pues aprovechando su intervención en el caso de Lesvy, nos acercamos a él, le pedimos que si podía apoyarnos revisando la necropsia y gracias a que es una persona muy generosa, nos dijo que sí, la revisó y nos indicó que hay
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 15 muchos errores, omisiones en ella, incluso puntualiza cuáles errores podían o debían ser corregidos para facilitar un tanto el trabajo de los peritos de Puebla. Sin embargo, los peritos se niegan a reconocer que existen esos errores, esas omisiones. Ahora, de la mano de la doctora Adriana Rubio, criminalista por parte del Observatorio, también ha revisado minuciosamente, junto con otro equipo que ya se conformó, confirmaron lo mismo que el doctor Nájera, que la necropsia está plagada de errores y omisiones, pero tampoco hemos logrado que la Fiscalía de Puebla los aceptara. Hasta donde recuerdo, sí se hizo una revisión, pero contrario a corregir, ahora hay contradicciones, se contradicen ellos mismos. No ha sido la hora en que se pueda coadyuvar para revisarla, para que se den cuenta y acepten los errores que se les han señalado en la misma. Otro de los obstáculos a los que nos hemos enfrentado, es que consideramos que el proceso de investigación lo vemos como un estado de simulación por parte de las autoridades de Puebla y que no se ha actuado con seriedad, sino como una simple formalidad. Y pues hacerlo de esa manera nos condena a una investigación infructuosa. Te repito, ya han pasado cuatro años y seguimos sin lograr dar ese avance, que se investigue con la debida diligencia y perspectiva de género. La demora prolongada en la investigación constituye una violación de las garantías judiciales. Entonces, nos condenan a una justicia tardía en el feminicidio de nuestra hija. Ana Gamboa: Sin duda alguna, Paty, y esto último que me mencionas, me recuerda la frase que está relacionada con la temporalidad en el momento de hacer justicia: “no es suficiente afirmar que la justicia tarda pero llega. La justicia que no se ejerce cuando corresponde, ya es injusta.” Ahora bien, frente a estos obstáculos institucionales que nos compartes, mencionaste que cuando comenzaste a identificar la resistencia de la Fiscalía para investigar la muerte de Zyanya no como suicidio y más bien como feminicidio, te acercaste al Observatorio Ciudadano Nacional del Femicidio. Nos podrías, por favor, compartir ¿qué papel ha jugado el acompañamiento de otras mujeres en este camino para acceder a la justicia? ¿qué ha significado para ti? Patricia Becerril: Me siento afortunada de encontrar una organización o esa red de organizaciones que es el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. Encontrarme con esa red de personas verdaderamente comprometidas con que logremos la verdad y la justicia en cada uno de los casos, ha sido muy positivo. Anteriormente no había sido así, nos topamos con personas que quisieron lucrar con nuestro dolor. También estuvimos un buen tiempo pagando abogados particulares que, en su momento, en mi opinión, siento que quizá el caso se les iba de las manos; ellos mismos nos sugirieron buscar alguna organización aquí en la Ciudad de México. Afortunadamente, te repito, con los casos de Lesvy y después de la compañera Irinea Buendía, pude darme cuenta que podíamos intentar llegar al Observatorio, plantear nuestra situación y ver qué pasaba. Su acompañamiento ha significado sentir tranquilidad y seguridad de que no estábamos equivocados, que lo que para nosotr@s nunca se trató de un suicidio, para el Observatorio tampoco lo fue. Y pues en este camino hacia la verdad y la justicia, vamos de la mano desde entonces con ell@s.
16 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 Además, también ha significado integrarme al resto de las compañeras que están en la misma situación que yo; fue ya no sentir ese vacío abismal de estar sol@s, de no saber a dónde ir, qué pasos o camino a seguir; ahora caminamos juntas, nos fortalecemos. Pues quién más que otra madre para saber el dolor de ya no tener a nuestras hijas con vida. Es un irnos fortaleciendo, porque hay momentos en que sí, las fuerzas merman. Ver que el tiempo pasa y la investigación no avanza sí resulta desgastante, porque déjame decirte que no me canso de decir que pareciera que hay un común denominador entre nosotras y el actuar de las fiscalías a lo largo y ancho del país (salvo Ciudad de México que he visto que está dando grandes cambios a favor de nosotras). Te decía, ese común denominador es la impunidad. También pareciera que hay una consigna, que es desgastarnos en todos sentidos: físico, emocional, económico, y es muy, muy difícil. Entonces, llegar al Observatorio es como que cruzar la línea hacia la esperanza. Eso es lo que simboliza para mí, la esperanza de lograr esa verdad y esa justicia. Ana Gamboa: Claro. Gracias por compartir estos significados, me quedo pensando en cómo ahora que desafortunadamente has vivido la muerte de tu hija, tu vida ha devenido en muchos cambios. ¿Consideras que ha cambiado tu mirada en torno a la defensa de los derechos humanos antes de lo sucedido y ahora? ¿qué tanta cercanía o lejanía habías tenido con las organizaciones que trabajan en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres? Patricia Becerril: Lamentablemente yo era ajena a esta situación. Desconocía que había organizaciones. Aunque bueno, ajena entre comillas, porque pues sí obviamente aquí a la Ciudad de México, nos llegó la lamentable noticia también del feminicidio de Fernanda, de Mara Fernanda Castilla. Cuando vi las noticias pude ver que entrevistaron incluso a uno de nuestros asesores jurídicos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. En ese momento, pues totalmente ajeno a mí, a partir de esa noticia mi corazón ya no estuvo tranquilo al saber que Zyanya estaba en Puebla sola. Todavía no vivía nadie con ella y sí, empecé a inquietarme de que algo pudiera pasarle, pero pues también por otro lado mantenía cierta tranquilidad porque soy una mujer de fe y siempre le pedía a Dios que la cuidara, que la protegiera. Zyanya era una chica muy, muy respetuosa, muy disciplinada. En mi temor de la primera vez que la llevamos a Puebla, me preguntaba qué iba a hacer sin nosotr@s, pero para nuestra sorpresa fue conducirse de una manera muy responsable y eso, como papás te da tranquilidad de saber que hicimos bien nuestro trabajo ¿no? Darle esas bases a nuestra hija, valores que se reflejaban en su desempeño viviendo sola. Pero sí, la noticia de Mara empezó a inquietarme, porque a pesar de que conseguimos una casa muy cercana al Hospital del Niño Poblano, a veces Zyanya salía muy temprano de la casa, a las cinco de la mañana y tenía que caminar sola hacia el hospital. Tiempo después de que Zyanya llegó a Puebla, abrieron en la esquina un bar, y eso me inquietaba más porque le pudiera pasar algo, porque sabíamos que en su trayecto iba a haber en la madrugada gente alcoholizada.
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 17 No sé, a raíz de esa nota (de la de Mara Castilla), ya no estaba tan tranquila. Incluso mi esposo, en la última vuelta de la Ciudad de México a Puebla, le había mandado un gas pimienta, para que ella lo pudiera portar, para que lo usara para protegerse, como tratando de prevenir que algo le fuera a pasar. Pero bueno, continuando con tu pregunta de qué ha significado después del asesinato de Zyanya; pues el feminicidio de mi hija me mostró un futuro tan incierto. Nosotros como familia siempre nos veíamos proyectados hacia el futuro, porque siempre nuestra plática era de metas, de proyectos, los cuales compartíamos con mucho orgullo y también disfrutar de todos los logros que en vida Zyanya nos llenó desde pequeñita. Entonces, su feminicidio, me mostró un futuro tan, tan incierto, que me obligó a estar en el presente y a trabajar en él. Un presente que lamentablemente no es digno para nuestra sociedad y un futuro que tampoco es digno para nuestras mujeres, nuestras hijas y nuestras mujeres de todas las edades. Este aprendizaje me ha dejado tener la posibilidad de poner mi granito de arena en construir esa sociedad que a mí me gustaría dejar, tanto para nuestras mujeres como para nuestros jóvenes también. Entonces, ahora estoy enfocada en eso. Creo que, como mamá, y en la medida de mis capacidades y posibilidades, también lo fui haciendo desde la formación de mis hijos. Yo estaba ajena a lo que era la igualdad de género, sin embargo, lo apliqué sin conocerlo como tal, aquí en casa, en la formación de mis hijos cuando le decía a mi hijo: como hombre también tienes que aprender a cocinar, a lavar trastes, a barrer, a desempeñar todas las labores de casa, para que dependas de ti mismo y no de los demás. Esa era mi idea, mi visión. Y creo que, de alguna manera, pues lo apliqué. Fui profesora de educación preescolar, entonces también creo que dejé mi granito de arena en la formación de cada uno de ellos. No quiero que ninguna familia más esté en la situación en la que estamos. Lamentablemente, han pasado cuatro años y he sido testigo de que lejos de disminuir, siguen en aumento los feminicidios, y la falta también de disposición de las autoridades para hacer las cosas. Ahí siento que está mi labor, evidenciar pues esas negligencias y omisiones de las autoridades para que se vean obligadas o comprometidas a hacerlo. Me he topado con personas que, a pesar de que no están llevando algún caso en particular, también se han comprometido. Por ejemplo, recientemente un perito en antropología social se acercó a nosotras, estábamos dando acompañamiento a una audiencia aquí en el Reclusorio Oriente; preguntó por el caso de la compañera que se encontraba dentro y pues se abrió conmigo y decirme: “a raíz de todo lo que ustedes han pasado, eso me ha motivado a mí como profesionista a prepararme más, a ver la importancia de lo que es trabajar con perspectiva de género, a entenderlo.” Y era una persona no muy joven. A mí eso me dio como un rayito de esperanza de que cuando se quiere, se puede. Entonces, seguiré pidiendo que se hagan las cosas como se deben de hacer. Tenemos sentencias, como es el caso de la sentencia de Mariana Lima, que es el abc para para dar seguimiento a un feminicidio. También tenemos protocolos, no solamente nacionales, sino protocolos internacionales. Cuando empiezo con este aprendizaje, me preguntó por qué si había las herramientas necesarias no lo quisieron llevar a cabo en la investigación de mi hija.
18 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 Me ha cambiado tanto la forma de ver las cosas y cuestionarme, ¿por qué mi hija, sino para qué? ¿para qué me toca a mí estar en esta situación, qué debo de hacer para que esos oídos sordos se abran y vean que los feminicidios, lamentablemente, son una realidad en nuestro país? Y también que necesitamos reformar o cambiar los estatutos que se tengan que cambiar, si no hay sentencias ejemplares, es como darles permiso a los agresores de que continúen violentando de maneras tan diversas a nuestras mujeres. Ana Gamboa: Claro, Paty, esto es muy importante. A lo largo de la entrevista, has mencionado la palabra justicia, para terminar nos pudieras compartir, para ti ¿qué significa la palabra justicia? Patricia Becerril: [suspira] Justicia. Pues en este momento de mi vida esa palabra para mí, es esperanza. Sí, creo que la definiría en esa sola palabra. Ana Gamboa: Perfecto, pues muy bien, muchísimas gracias, Paty, por todo lo que me compartes. Me quedo pensando en todo lo que has hecho tú y otras mujeres que, finalmente, están ahí recordándole al Estado que haga las cosas y cómo las tiene que hacer, cuando más bien ellos tendrían que estarlo haciendo. Admiro mucho tu fortaleza, por tu templanza, tu tranquilad, fortaleza espiritual y también la lucha que estás haciendo en la defensa a los derechos de las mujeres, porque gracias a mujeres como tú, los feminicidios se están visibilizando. Deseo que esa fortaleza continúe y que la investigación se realice con perspectiva de género y se logre alcanzar la justicia que tanto tú y tu familia esperan. Patricia Becerril: Al contrario, Ana, déjame finalmente compartirte que tuve la oportunidad de estar presente en el segundo encuentro de mujeres zapatistas, y vine cargada de muchos aprendizajes. Uno de ellos fue el encargo que hubo de luchar por la vida. Fue tan hermoso cuando escuché decir por primera vez “Zyanya somos todas”, ahora le encuentro más significado a esa frase. Porque cuando nos arrebatan a una, nos duele a todas. Oír esa frase sonora para mí, tuvo mucho significado, sobre todo viniendo de las jóvenes, que también me siento muy afortunada de caminar junto con ellas y ellas junto con nosotr@s, porque también te llenas de esa fuerza, de ese querer dar ese cambio de ya no más silencio, ya no más sumisión y luchar por la igualdad. No se pretende ser más ni menos que otros, sino la igualdad. Ha sido muy enriquecedor este caminar y es muy feo tener que hacerlo sin tener a nuestras hijas a nuestro lado, es muy, muy difícil. Con la muerte de Mara Castilla, inevitablemente llegó a mi cabeza ¿qué pasaría si algo le pasara a alguno de mis hijos? No pensé en Zyanya, pensé en los tres, e inmediatamente dije no, yo creo que me volvería loca, no podría con ese dolor. Cuando sucede el feminicidio de Zyanya sí me pregunté: “Dios mío ¿dónde está esa locura? Esa locura que me aislaría, que me sacaría de esta realidad.” Afortunadamente, no, no llegó. Y te digo, del dolor tuvimos que resurgir. Y ahora me doy cuenta que ese motor sigue siendo el amor que le tenemos a nuestras hijas, sigue siendo nuestro motor para seguir de pie, para seguir luchando. De otra manera, no sé qué pasaría porque también
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 19 he sido testigo de compañeras de que el dolor es más fuerte y acaba con su vida. También, lamentablemente, hemos perdido a compañeras que no han podido lograr la justicia para sus hijas, o lograr reencontrarlas, porque también han fallecido madres que estaban en la búsqueda de sus hijas desaparecidas. Lo hermoso que hemos ido tejiendo, es que no importa si se trata de una madre víctima de un feminicidio o de una de desaparición, de una violación, tratamos de integrarnos, de caminar juntas, porque finalmente es una vida valiosa que nos fue arrancada. Entonces, yo espero seguir integrándome y acogiendo, lamentablemente a más mamás les pasará esto, pero yo, ya con la experiencia vivida, no permitiré que pasen por lo que yo pasé, que no haya más omisiones o más negligencia; sino poder guiarlas: “solicita esto, pide aquello y demás”: aportar un poco de lo aprendido. Ana Gamboa: Muchísimas gracias por tu tiempo y por todo lo que me dejas como aprendizaje, Paty, me motiva escucharte porque coincido contigo en que dices que es una lucha en la que estamos todas, pero principalmente ustedes con su fortaleza, su colectividad y desde el amor que exigen que las autoridades hagan lo que deben de hacer. Patricia Becerril: Sí, y esta lucha, como bien lo dices, es por la exigencia de que se hagan las cosas como se deben de hacer. También no me canso de decir que necesitamos una Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género a la altura de los hechos; Ciudad de México nos está demostrando que se puede hacer. La lucha es por la vida, por lograr, yo espero que mis ojos sí puedan verlo, que no pasen más años y sigamos perdiendo más vidas valiosas. Esta lucha es apostar por la vida, por seguirme encontrando con esas jóvenes que caminan de nuestro lado y no saber que alguna de ellas ya nos hace falta.
20 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 VIOLENCIA DIGITAL CONTRA LAS MUJERES Y PROTECCIÓN EN LA RED Grecia Macías Llanas1 Entrevistada Paloma Fernández Peña2 Cuauhtémoc Cruz Isidoro3 Entrevistadores De acuerdo con el Módulo sobre Ciberacoso (mociba) 2021, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), en 2021, 9.7 millones de mujeres en nuestro país experimentaron alguna situación de acoso cibernético. La violencia contra las mujeres no sólo ocurre en espacios físicos, también ha permeado el espacio digital en formas de agresión como monitoreo y acecho, robo de identidad, amenazas o difusión de información personal o íntima, entre otras. En esta entrevista,4 conversamos con Grecia Macías, abogada en la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), sobre la violencia digital en contra de las mujeres, sus modalidades, el alcance de la legislación actual y algunas recomendaciones de prevención y protección en la red. Paloma Fernández: Grecia, agradecemos mucho tu presencia en este espacio. Para comenzar, nos gustaría remarcar un poco del contexto, ya que recientemente se han dado a conocer casos de grupos en plataformas de mensajería donde circula contenido íntimo de mujeres, lo cual constituye una de las modalidades de violencia digital. Sin embargo, también sabemos que no son las únicas. Entonces, quisiéramos que nos pudieras compartir ¿cómo podríamos definir la violencia digital? Grecia Macías: Como muchas definiciones de violencia digital, creo que lo más importante por donde hay que empezar, para dar contexto, es que no es 1 Abogada en la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D). Egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana. Cuenta con experiencia en Derecho Constitucional y Derechos Humanos. Ha colaborado en la scjn y la cjef. 2 Estudiante de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Puebla. Prestadora de Servicio Social en el Área de Incidencia Mediática del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, durante Primavera 2022. 3 Académico de tiempo. Responsable de la Cátedra Ellacuría de Análisis de la Realidad e Incidencia Mediática del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ de la Ibero Puebla. 4 Entrevista realizada como parte de la temporada Primavera 2022 del Podcast Caminos del Viento: voces y silencios de los Derechos Humanos producido por el idhie e Ibero Radio, publicado el 23 de febrero de 2022.
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 21 que exista otra realidad alterna en este tipo de tecnologías de la comunicación e información, sino todo es parte del mismo entorno y una misma realidad. Esto lo digo un poco para contextualizar el tema de violencia, porque muchas veces es la misma violencia que existe en el entorno físico, bueno, fuera de las redes, se replica en los entornos digitales. Entonces, creo que empezar por ahí. Hay distintas definiciones, como mencionaba, y dentro de estas definiciones quiero nada más distinguir entre si hay un tema de violencia de género y digital, y violencia en general. Otro pequeño comentario que quería hacer antes, es que sólo se ha centrado esta discusión específicamente en temas de mujeres, cuando realmente nos afecta a todas, todos y todes. La Asociación para Progreso de la Comunicación (apc) lo definió en 2015 como “actos de violencia –ellas, ellos y elles hacen la acotación a género, pero yo justo digo que le puede pasar a todos, todas y todes, pero ha sido desproporcionadamente en contra de mujeres o también dentro de disidencia de género–, actos de violencia de género cometidos, instigados o agravados en parte o totalmente por el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, plataformas de redes sociales, correo electrónico, y que causan daño psicológico, emocional, refuerzan los prejuicios, dañan la reputación, causan pérdidas económicas y plantean barreras a la participación en la vida pública y pueden conducir a formas de violencia sexual y otras formas de violencia física”. Me gusta esta definición, precisamente porque aborda distintos rasgos y también habla sobre que no toda violencia digital es violencia sexual, sino que existen modalidades en las que se puede actualizar esto, como bien lo reporta el informe de Luchadoras5 sobre violencia digital en México, que publicaron, creo, hace como tres años. Cuauhtémoc Cruz: Grecia, partes diciéndonos que la violencia en los espacios o entornos digitales nos pueden afectar a tod@s, como también sucede en los espacios físicos, pero hay cierta tendencia donde hay mayores afectaciones hacia las mujeres o a integrantes de la comunidad lgbtttiq+. Desde el trabajo que realizan en la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), ¿cuál es el panorama que tienen sobre la violencia digital contra las mujeres en nuestro país? Grecia Macías: En específico, el tema es que, justo lo que hemos documentado y no sólo R3D, sino distintas organizaciones que seguimos este tipo de problemáticas, es que sí, en efecto, la mayoría de las personas que sufren este tipo de violencia son mujeres y también personas de la comunidad lgbtttiq y otras; en especial, últimamente, también ha pasado a personas no binarias y mujeres trans; también, la mayoría de las personas que sufren este tipo de violencias están entre 18 y 29 años. Entonces, normalmente el sector un poco más joven de la sociedad, aunque no es exclusiva para ellas y elles. En especial, que creo que el principal diagnóstico que puedo ver ahorita de botepronto, es que se ha conceptualizado de manera inexacta la vio5 El informe La violencia en línea contra las mujeres en México puede consultarse en: https:// luchadoras.mx/internetfeminista/violencia-digital/
22 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 lencia digital. En efecto, hay un alza en distintas cosas; por ejemplo, creo que muchos escuchamos todo lo que ha pasado con difusión de contenidos sexuales sin consentimiento, pero hay otras modalidades que se han invisibilizado un poco, como lo que es el doxeo,6 las amenazas en línea, la suplantación de identidad o del acoso sistemático y demás, que todo forma parte de este tipo de violencias. Creo que ese es uno de los principales diagnósticos. También la falta de socialización que hay de estos conceptos, porque ha pasado mucho que personas sobrevivientes de estas violencias no tienen una palabra; precisamente partiendo de que muchas piensan que los entornos digitales son como una realidad alterna incorrectamente. Muchas personas como que no conceptualizan lo que hoy pasó como una violencia, hasta [que] después empiezas a dar como estos conceptos y estas herramientas, y es como “ah, no ma, no tenía la palabra, pero sí esto fue un tipo de violencia digital.” Y otra vez, en especial porque se ha conceptualizado como que es únicamente tipos de violencia sexual, por ejemplo, la difusión de contenido sexual sin consentimiento o acoso sexual en línea o demás: pero también hay otro tipo de manifestaciones, como ya mencionaba el doxeo o, por ejemplo, cuando hacen el outing7 o hacen amenazas directas en plataformas de redes sociales o por otros medios de comunicación. Paloma Fernández: Justo en este concepto de violencia digital, queríamos preguntarte ¿quiénes realizan principalmente esas violencias y con qué motivos? ¿También estas violencias suelen escalar del plano digital al plano físico? Grecia Macías: Retomando lo que había dicho, depende de la modalidad en específico. Luchadoras encontró 15 modalidades, que pueden actualizarse conforme va pasando el tiempo. Hay unas, por ejemplo, que las amenazas vienen desde personas anónimas y demás, a diferencia de, por ejemplo, la difusión de contenido sexual sin consentimiento, que puede ser que normalmente se hace por parejas o personas cercanas a las sobrevivientes de estas violencias. También ha pasado que, incluso, como parte de una de las violencias, [como es el] acceso no autorizado a equipos digitales, han entrado a celulares, computadoras y han obtenido fotos sexuales que después han estado distribuyendo en distintos canales. Entonces, siento que sería un poco vago y como injustificadamente general decirte como un sector en específico, porque realmente depende del tipo de violencia; pero puedo, por ejemplo, mencionar que para difusión de contenido sexual estas personas; para amenazas o acoso sistemático, normalmente se hacen a través de cuentas anónimas o perfiles anónimos –no por eso que el anonimato esté mal necesariamente, como concepto en general–, pero sí pasa que este tipo de conductas se hacen por cuentas alternas o cuentas como para no identificar directamente a la persona que está realizando estas amenazas y demás. 6 El doxeo o doxxing se refiere al compartir información privada. Tomado de: Luchadoras.mx 7 El outing refiere a la exposición de identidad o preferencia sexual que genera un riesgo. Tomado de: Luchadoras.mx
DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 23 Cuauhtémoc Cruz: Grecia, en los últimos años, ha avanzado en México la tipificación de estos delitos, particularmente la difusión de contenidos íntimos, por ejemplo, esto que conocemos comúnmente como la Ley Olimpia. Desde tu perspectiva como abogada, como defensora de Derechos Humanos desde los entornos digitales, ¿consideras que la legislación que tenemos actualmente responde de manera adecuada al contexto? ¿habría algunos retos que atender? Grecia Macías: Me parece que es insuficiente y está mal enfocada, en específico porque partimos de que lo primero que se conoció fue un delito, y lo cual aventar [sic] el derecho en temas de violencia de género, muy en específico, siempre es una mala iniciativa; o sea que sea es la punta de lanza y no otra serie de medidas que sirven para prevenir y para atacar este problema más de raíz. Otra es, precisamente, el tema como la llamada Ley Olimpia, que no es no una ley en específico, es una reforma al Código Penal de cada uno de los estados, también se suma al Código Penal Federal, aunque la aplicación al Código Penal Federal es muy pequeña, y suena un poco contraintuitivo porque estamos hablando de federación, pero así funciona. También lo que hemos visto es que, lamentablemente, justo se ha conceptualizado la violencia sólo como difusión de contenido sexual sin consentimiento. Otra cosa, justo es lo que deliberadamente he marcado alrededor de esta plática, yo menciono como contenido sexual sin consentimiento en específico y no contenido íntimo, por la ambigüedad que hay en esos términos. Por ejemplo, para cosas como derecho penal, donde uno de los principios rectores es la exacta aplicación, la literalidad de la aplicación de la ley penal, no hay espacio [para] delitos o tipos penales que se redacten con palabras ambiguas o conceptos que tienden a una valoración subjetiva; tienden a ser más complicados de aterrizar y perseguir en las investigaciones. Siento que partimos de una legislación ambigua que en algunos estados está mejor, por así decirlo, tipificada que en otros. Lo malo es que, justo la redacción que tienen la mayoría de los estados, al ser tan ambigua y demás, incluso tiende a resultar en la revictimización de chavas, por ejemplo, que han sufrido este tipo de violencia en los ministerios públicos. He acompañado varios casos en donde incluso las han amenazado con decir “ah, bueno, pero es que para qué me traes esto” –por ejemplo, eran fotos que alguien había subido a una carpeta de Dropbox, que también pasa muy seguido, y esta chava fue a denunciar al ministerio público y ya le querían iniciar una carpeta porque mostró las carpetas donde estaban fotos de ella y de otras personas– y le dijeron “ah, pero también estás teniendo fotos de otras mujeres, entonces actualizaste el tipo penal, entonces, si no quieres meterte en problemas, mejor no denuncies”. Entonces, ese es el problema. Antes de meter este tipo de reformas, se tiene que dar también una reforma integral para que los ministerios públicos entiendan cómo funcionan este tipo de violencias. Hay ministerios públicos, por ejemplo, en una anécdota de una compañera le dijeron “¿qué es Instagram?”; cosas tan básicas sobre cómo funcionan [las] redes sociales o plataformas se tiene que socializar antes de aventar este tipo de tipos penales, sin pensar en los efectos que puede tener.
24 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2021 Otra cosa, no se han visibilizado las demás violencias que existen. Se hizo también una reforma a la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, donde se cubrió el tema de violencia digital, pero solamente como difusión de contenido sexual sin consentimiento –bueno, ahí sí dice difusión de contenido íntimo–, pero el problema es que no sólo es esa violencia. Entonces, está siendo eso incluso una serie de violencias, pues están obstruyendo la apropiación de estas tecnologías de la comunicación para las demás personas. Paloma Fernández: Dentro de todo este contexto, con estas ambigüedades legales que ya nos comentabas o la cantidad de motivos y de sujetos que pueden aplicar estas violencias hacia cualquier sujeto; si una, uno o une es víctima de violencia digital ¿cuáles son los mecanismos a los que se puede acudir? Grecia Macías: Creo que lo primero y más importante es que la vía penal no es la única opción. Las personas tienen agencia sobre decidir cómo llevar sus procesos, y la decisión que ellas, ellos y elles consideren más indicada para su caso en específico, es la correcta. El objetivo principal que queremos reforzar es devolverles la agencia a las personas sobre los procesos, y decirles [que] hay otras vías aparte de la penal. Por ejemplo, no sé, en temas de difusión de contenido sexual, hay muchas veces donde sólo quieren que el contenido se baje de ciertas plataformas y ya. Entonces, eso se puede acceder a través de los sistemas de reportes de distintas plataformas como Facebook, Instagram, Twitter; donde también hemos, desde R3D, hecho varias campañas para socializar cómo hacer estos reportes y cómo escalar en caso de que no haya una respuesta por parte de las plataformas. Esa es una vía también. Se puede explorar la vía civil por parte del daño moral o hay, incluso, otras personas que están explorando por mecanismos de justicia restaurativa, sin entrar antes a un tema de un proceso penal. Ya en el peor de los casos, a menos que así se desee, si se quiere llevar a través de la vía penal, también decir que hay otros tipos penales que pueden adecuarse para distintas modalidades de la violencia digital, por ejemplo, el delito de amenazas. Amenaza incluye perfectamente las que se hagan en línea, extorsión y demás, e incluso tiende a ser un poco más efectivo para hacer una investigación por ese tipo de delitos cometidos por otros; por lo mismo que decía como por la ambigüedad o la mala redacción que tienen otros tipos penales para atacar estos problemas. Entonces, hay una serie de herramientas y depende de cada persona y de lo que sienta que necesita para sentirse reparada o demás, el proceso que quiera tomar. Cuauhtémoc Cruz: Grecia, para ir cerrando, frente a este panorama hay cosas que se pueden prevenir o tener ciertos cuidados; también partiendo de la idea de que muchas veces la solución que se plantea como más fácil es “si eres víctima, cierra tus cuentas, da de baja todo” y un poco aislar a la persona, sin llegar a ese extremo, que creo que no es como lo más conveniente o no será lo ideal, justo pensando en la justicia restaurativa: ¿qué
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