DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 81 conectividad, por ahora, el gobierno tiene un plan interesante que no ha desarrollado en todo su potencial y que tampoco ha develado de manera detallada, pero esta creación de este proveedor estatal de servicios de Internet, sobre todo que busca generar un subsidio hacia poblaciones menos conectadas, eso me parece que es una buena perspectiva. También está la perspectiva del fortalecimiento de las redes comunitarias, el fortalecimiento de capacidades y de autonomía de redes, para que sean las mismas poblaciones quienes cuenten con el respaldo legal y técnico de poderlo hacer. Algo tan tonto como que, recientemente, se ganó un amparo para que las concesiones de uso social indígena se encuentren exentas del pago de impuestos, las cuales las hacía inaccesibles, y es algo positivo para las comunidades y para las personas que se dedican a conectar lugares de acceso remoto. Eso podía ser un buen punto de inicio. Creo que, hablando de la Ley Federal de Derechos de Autor, se requiere de un replanteamiento general y que, desafortunadamente, también tiene que ver con una resistencia que es global. Cuando empezamos con Ni censura, ni candados, tuvimos la oportunidad también de acercarnos a otros lugares; esto que me decías tú, de pronto el tema del derecho comparado. Por ejemplo, en Sudáfrica también hubo una resistencia similar, se buscaba ampliar el régimen de excepciones y, al final, no se pudo, y terminó también importando regulaciones similares a la de DMCA. Son luchas que, de alguna forma, se llevan en otros centros, en otros espacios, pero que inciden justamente en las legislaciones y en los marcos normativos de países como el nuestro. En el caso de México, vienen varios retos, varios desafíos, creo que uno de ellos sigue pasando por la regulación de adquisición y uso de herramientas de vigilancia, creo que eso va a ser muy importante que, en algún momento, lo contemplemos, sobre todo a la luz de que estos hallazgos no han dejado de ser reportados, no han dejado de aparecer los abusos de estas herramientas. Vendrá otro tema muy próximo, que pasa por la implementación de tecnologías de videovigilancia con reconocimiento facial en el espacio público, lo cual es un tema gravísimo en el caso de México, sobre todo viendo el contexto en Estados Unidos y en otros países, donde ya empieza a haber regulación para prohibir propiamente estas tecnologías en el espacio público; donde hemos visto que las policías locales abusan de estas capacidades para perseguir personas migrantes, para perseguir personas manifestantes, como en el caso del movimiento Black lives matter, cuando estamos ante una tecnología que es tremendamente imprecisa para las personas de color, para las personas no binarias o transgénero, para las mujeres. Ese va a ser otro reto que vendrá porque, también, es algo que se está empezando a implementar bajo la visión de la varita mágica. Ayuntamientos y gobiernos que empiezan a coquetear con estas empresas que venden estas capacidades tecnológicas de vigilancia como si fueran una panacea para el tema de la inseguridad, cuando en realidad no hay una reflexión, o quizá no es que no haya una reflexión, quizá no hay preparación suficiente de parte de las
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