DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 51 Marcela Olarte: Y que poco desarrollo se le ha dado a la Justicia Restaurativa. Lo que mencionas, ¿por qué justicia tiene que ser castigo? y siempre lo tenemos muy relacionado. Pero ¿cuál es el rol de la justicia restaurativa en un sistema donde todo es tan punitivo? Aquí, en Colombia, se han hecho en algunas cárceles ejercicios de justicia restaurativa. Obviamente, que siguen estando dentro del esquema tradicional de la cárcel, pero ya [está] el hecho de que haya un acercamiento entre víctima y victimario –en estas categorías no estoy muy de acuerdo–, pero, a fin de cuentas, han sido ejemplos importantes que evidencian formas alternativas de reparación del daño. Tadeo Luna: Entonces, ¿qué sigue para la Comisión?, ¿seguirán presentando informes ante la Corte Constitucional?, ¿cuáles son los siguientes pasos? Marcela Olarte: A raíz del último informe, la Comisión se replanteó su forma de trabajo. Observamos que los resultados de la Comisión ejercen presión al Gobierno, pero al mismo tiempo vemos que el Gobierno no ha respondido a esto. La información que proporcionan no da cuenta de absolutamente nada. Entonces nos hemos replanteado el qué hacer para no terminar simplemente replicando las malas respuestas que da el Gobierno. En lo que está pensando la Comisión es replantearse la forma de dar seguimiento y en la posibilidad de profundizar en aspectos concretos o en las situaciones más críticas de violación de derechos al interior de las cárceles. Al final, nosotros debemos cumplir con el rol de seguimiento y monitoreo, pero también queremos ser más propositivos y aportar elementos que puedan ayudar a mejorar las condiciones de las personas privadas de libertad. Tadeo Luna: Para ir cerrando, me gustaría plantearte una pregunta que me interesa especialmente y que es una pregunta más personal. Está relacionada con las motivaciones individuales: ¿qué te motiva investigar sobre la cuestión carcelaria?, ¿por qué consideras importante que volteemos a ver a las personas privadas de libertad? Marcela Olarte: Personalmente, mi acercamiento con las cárceles se dio desde que llegué al Centro de Investigación y que me delegaron la tarea de participar en la Comisión de Seguimiento. Empecé a ingresar a establecimientos penitenciarios. Cuando entras allá es un mundo bastante oscuro en todo momento, las condiciones de las cárceles son bastante indignas. Y realmente es que no importa el delito que haya cometido una persona, al final sigue siendo un ser humano y no se le puede negar esa humanidad que sigue teniendo. Uno tampoco puede ser cómplice del Gobierno, uno no puede permitir que el Gobierno niegue esa humanidad y que conciba a estas personas como desechos humanos, es prácticamente eso. La gente merece otra oportunidad, negársela no es justo, al final, la resocialización es el fundamento de la pena privativa de la libertad.
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