DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 39 perar la memoria sería como un paso obligado para reconocer lo que nos está ocurriendo como mujeres y entonces, así, sanar para exigir justicia, pero también para diseñar nuevas formas y alternativas de vivir la justicia. Anabel Herrera: Ay, es que está bien bonito esto que dices. Pues sí, no pude evitar pensar en cuando hicimos un ejercicio en Recomu como parte del grupo. Hay un poema que se llama Reencarnaciones, y justamente es un poema que te hace ver cómo la violencia que vivimos tiene una carga histórica, y eso, claro que tiene un impacto en tu vida. Es decir, cargas con algo que no solamente es lo tuyo, sino que se ha construido desde hace muchísimos años. Yo recuerdo que cuando leí ese poema, la primera vez, lloré una hora entera porque no podía creer que vengo de una historia tan dolorosa, pero reconocer eso está bien, es importante para intentar generar cambios. Por eso desde la sanación es en donde te quitas culpas de aquello que te pasó, pero también a partir del cual, adquieres responsabilidades y compromisos. Y eso es una dimensión política. Sobre verdad y justicia, lo dejaría muy abierto, diciendo que es necesario no perder de vista que, en este sanar colectivo, hay cosas que nos suceden como mujeres como género, pero que también somos mujeres muy diversas. Y en ese sentido, la verdad y la justicia van a ser lo que cada una defina, le resuene y le signifique como tal. Y así, sin enjuiciamiento, cada una de nosotras tenemos que respetar eso. Ana Gamboa: Muchísimas gracias por compartir sus experiencias, y su sentipensar, respecto a los años con los que han estado colaborado en Recomu. Fue muy grato escucharlas cómo ha ido resonando cada una sus propias experiencias profesionales en compañía de otras mujeres. Ojalá que cada vez, con más naturalidad y con más fuerza, desde la sociedad, la academia y el Estado, reconozcamos la gran labor que hacen las organizaciones de la sociedad civil; pues son ustedes quienes, en primera línea, día a día, frente a frente y poniendo su cuerpo y espíritu material y simbólico, quienes van sosteniendo, acompañando a las mujeres y apostando por una sanación colectiva. Les agradezco muchísimo su tiempo y su disposición. Anabel Herrera: Gracias por el espacio, Ana, y por todo lo que nos dices, porque nuestro trabajo es reconocido de alguna forma, de verdad, gracias por eso. Fernanda Quezada: Sí, yo te agradezco muchísimo las preguntas, la sensibilidad y toda esta esperanza que me permitiste tocar con esta entrevista. Muchas gracias.
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