Derechos Humanos / Anuario 2020

336 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 Suena en la radio y nos cuesta creerlo. La apagamos al llegar a la casa y damos cabida al silencio para que pueda expandirse. Hoy nos toca callar porque entendemos el peso de nuestro silencio. Hoy nos toca ausentarnos voluntariamente de esta realidad que nos ausenta violentamente. El silencio nos invita a mirar adentro, y dar lugar al eco que precede al ruido. Rumiamos lo acontecido. Recordamos también el fuego que encendimos en las montañas del sureste mexicano y que nos comprometimos a cuidar. Aquella luz compartida que portamos las mujeres que luchan, simboliza la necesidad de resistir creativamente desde nuestros territorios. Aunque hoy nos ausentamos, no paramos de trabajar. Sabemos que las mujeres que luchan no descansan. Nos convocamos en una de nuestras casas. Allison llega con un pay que ha horneado como producto de su bagaje familiar, Beleguí prepara el té con ayuda de Valeria. Las hermanas llegan tarde después de pasar la mañana con su mamá. Lili, se mantiene atenta al trabajo a través de la pantalla de su computadora. Llegar hasta este día no fue fácil, hubo intentos incesantes de una multitud fálica para adjudicarse nuestro paro nacional. Nosotras mismas discutimos cuál sería la mejor forma de ausentarnos. Regresar a la casa parecía contradictorio, marchamos ya una larga lucha para librarnos de aquellas paredes como espacio normativamente asignado al género femenino, también pensamos en las mujeres que comparten casa con su agresor y el peligro que representa su cautiverio. Tras pasarlo por la mente y por el corazón decidimos estar aquí y hacer de la casa un espacio de resistencia, transformarla con la palabra, con la voz. La pequeña Deva que es parte del círculo crea con sus manitas llenas de magia una serie de todas las facetas de la luna. Nosotras moldeamos vulvas en barro. Alexia llega al fin. Descubrimos en este reunirnos juntas, haciendo hogar con nuestros guisos, nuestras voces, nuestros bordados, que podemos reapropiarnos de las tareas que nos han sido asignadas durante siglos, que el asunto está en usar cada resquicio de tiempo y espacio para mirarnos, nombrarnos, abrazarnos, a(r)marnos y organizarnos, en recuperar nuestra libertad arrebatada y disponer nuestras cuerpas, talentos y existancias a lo que nosotras decidamos disponerlas. De este silencio que es más bien armonía, surge “La Escandalosa”, de la necesidad de acuerpar en lo profundo, separarnos del estrépito de afuera para escuchar lo que nos dice el adentro y crear nuevos sonidos, sonidos de lucha renovada, de la colectividad política y guerrera que ha nacido del amor entre mujeres para poder expandirse a la lucha de las calles, la que llevamos a diario y, desde hoy, juntas nombrándonos como una sola.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3