322 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 nista, sino también ante un mundo convulso económicamente, donde cada vez la precariedad es mayor, donde cada vez la inestabilidad es mayor; es un contexto bastante jodido, por decirlo de alguna manera, pues los hombres no encontramos como nuestro espacio en eso. Vamos a hablar un poco ahora de cómo trabajar con hombres, de por qué he trabajado con hombres. Yo vengo de una Asociación Civil que se llama Género y Desarrollo, Gendes; que lleva como unos trece años en la Ciudad de México trabajando el tema de masculinidades. El origen del trabajo de Gendes se inició con programas con hombres que habían violentado a sus parejas mujeres y eran programas como de rehabilitación-reeducativos. Gendes ha crecido bastante y ha generado redes que llegan incluso hasta Uruguay, donde yo estuve colaborando con un programa de intervención con hombres que habían violentado a sus parejas. Entonces, desde Gendes, se viene trabajando este tema; cada vez hay más asociaciones que empiezan a ver el tema de cómo trabajar las masculinidades, pero bueno, vengo de esta Asociación Civil que está ahí en la Ciudad de México. Vamos a ir hablando un poco de por qué trabajar con los hombres. Primero que nada, nuestro objetivo, al trabajar el tema de las masculinidades. no se trata ni de un revanchismo, ni de ningún victimismo; se trata simplemente de sumarnos a esa búsqueda de igualdad y de no violencia, entonces trabajamos con hombres para que no haya más violencia y alcanzar la igualdad. Eso nos va a traer beneficios a todos y a todas. Nuestra propuesta es que, si repensamos las formas tradicionales de ser hombres, puede ser un paso más, algo que sume a conseguir sociedades más igualitarias y menos violentas, principalmente porque los hombres somos quienes ejercemos la gran mayoría de las violencias. Eso lo veremos más adelante. La idea de trabajar con los hombres se trata de sumar un paso más hacia conseguir espacios más igualitarios y no violentos. El tema de trabajo con hombres, como comentaba antes, surge de una demanda de las mujeres, principalmente de la violencia que ellas han recibido a lo largo de la historia y que se ha ido como intensificando en el marco de estas sociedades con niveles de violencia como cada vez más cínicos y crueles. Los hombres, que somos los principales ejecutores, como comentaba antes, tenemos una responsabilidad; tenemos que responsabilizarnos de esto y buscar soluciones, por eso necesitamos trabajar con los hombres y trabajarnos a nosotros mismos. Cuando digo trabajar con los hombres, también me incluyo a mí que también debo trabajar conmigo y rever mis prácticas violentas, misóginas, machistas. Ahí está la necesidad del trabajo con hombres, en la idea de que somos los principales ejecutores de la violencia a nivel estadístico, que va desde la Patagonia hasta Alaska y cruza desde Yucatán a Australia. En todos los países quienes cometen los mayores niveles de violencia somos los hombres; somos los principales homicidas, los principales que cometemos hurtos, robos, peleas, pleitos, todo ese tipo de cosas, violaciones. Los que estamos vinculados al crimen organizado, a la trata de personas, mayoritariamente somos hombres. Entonces, yo como sociólogo, si veo que en todas las cosas aparece que los hombres mayoritariamente –y no mayoritariamente un 52 % comparado con las mujeres, sino siempre en niveles entre 80, 90 o hasta 95 %, como en el caso de los homicidios en Latinoamérica–, los ejercemos, entonces a mí me salta la variable: ¿qué pasa con los hombres?, ¿qué pasa con los hombres que andamos haciendo todo ese tipo de cosas? Me parece como algo evidente, pero que no resulta evidente porque hay mucha resistencia a trabajar esto; a veces lo evidente no es tanto. Se propone desde este tipo de trabajos como reaprender la masculinidad, porque ¿ustedes entienden la diferencia entre el sexo y el género? El sexo es todo lo que se refiere a lo biológico que no solamente tiene que ver con los genitales, o si tenemos barba o no, sino también de cromosomas u [aspectos] hormonales. En términos generales se diferencia entre el macho y la hembra, aunque ya hay muchos estudios muy avanzados que nos hablan de lo que se llama lo intersexual, que son cuerpos que no se adecúan ni a lo masculino ni a lo femenino, pero eso ya es un tema más complejo, pero tenerlo en cuenta, y que no es una cifra tan pequeña, creo que es como uno de cada mil personas, [y] que muchas veces, históricamente, se modifican al nacer, pues se hacen prácticas de mutilación. Muchas veces cuando se ven estas diferencias entre lo masculino y lo femenino y se encuentran intersexual, se hacen mutilaciones, pero es un tipo de cuerpo que existe, un tercer sexo, que a veces incluso lo dividen en tres, el intersexual, eso sería como lo más básico.
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