DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 319 y reconociéndolas, que a veces no es nada bonito reconocer que uno es machista, pues no es bonito. Sí soy machista, es algo que, a mí en lo personal, no me gusta; verme haciendo prácticas machistas, pero hay que reconocerlo, es el primer paso. Estas frases están en todos lados. Esto también se repite en España, en Uruguay. También viví una pequeña temporada en Inglaterra y podemos decir que, hasta incluso en países que uno cree como de ultra avanzada, como pueden ser los países nórdicos, Suecia, Noruega, pues se siguen reproduciendo prácticas machistas. Quizás, no prácticas de formas más sutiles o latentes y no tan manifiestas como puede ser en los países latinoamericanos, donde el machismo, incluso, hasta puede ser algo de orgullo. Tener prácticas machistas puede ser algo [de lo] que alguien se puede enorgullecer en muchos contextos latinoamericanos, y también españoles e italianos, que están muy emparejados con nosotros. Quizás, las formas son otras, quizás los niveles de violencia, sobre todo los niveles de crueldad en la violencia son menores que aquí en México, que es una situación bastante lamentable y triste, pero que esto se repite en todos lados, porque el machismo es una cultura global que está en todas las sociedades, es universal porque se repite en todos los continentes. El machismo es una creencia cultural-social muy diferente a lo que es el feminismo. El feminismo es un movimiento político, intelectual, artístico, cultural, que busca la igualdad entre hombres y mujeres, a partir del reconocimiento de las mujeres de una situación desprivilegiada en comparación con los hombres. Se busca la igualdad y tiene ya más de 300 años, por lo menos, de existencia el movimiento feminista como tal. Cuando hablamos de ese tipo de cosas: ni machista, ni feminista, no es buenos contra malos, debemos tener bien claro, y sobre todo no seguir reproduciendo ese tipo de frases porque terminan generando como una idea de que las compañeras son todas unas “histéricas”, “unas locas que quieren el poder”, “que no saben controlarse”, “que no sé qué tal cosa” y es como algo que está en el imaginario. Por más que luego vayamos a veinte talleres de género, que estudiemos un doctorado en estudios críticos de género, esto está en nuestro imaginario y nos impregna, entonces tenemos que ir rompiendo estos imaginarios, ir rompiendo con estas frases, ir rompiendo con estas creencias, y eso se hace a través del discurso y de las prácticas. Hay que tener todo bien claro porque el día de hoy, es un día que ha sido movido principalmente por los movimientos feministas. El movimiento feminista de mujeres a nivel global ha estado, como primero, en lo que fue el día de ayer, el 8 de marzo, el día de la mujer. El día de la mujer trabajadora, originalmente; hoy es el día de la mujer. Las reivindicaciones de los distintos aspectos de la mujer como es todo el tema de la libertad y derecho a su cuerpo; el tema de la violencia; el tema de la precariedad salarial, que sigue siendo igual; el tema del acceso al poder, que son cosas que muchas veces creemos que ya son cosas superadas, pero más adelante veremos que no tanto. Para entender y no caer en frases hechas, como son: ni
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