Derechos Humanos / Anuario 2020

310 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 políticas con ellos o los grupos hegemónicos, sino sobre todo, por la centralidad que tienen en la producción de signos y subjetividades, es decir, en la conformación de opinión, de qué es lo deseable, de cuáles son las simpatías y las antipatías dentro de estas democracias, que hay que decir, son democracias blandas y muy deficientes. Entonces, estos medios de comunicación, estas corporaciones comunicacionales, más que dar cuenta de la realidad, lo que hacen es crear la realidad para amplios sectores de la comunicación. Otro componente, muy importante, es que el sistema social en el neoliberalismo se organiza como un régimen que podíamos llamar de optimización de diferencia, o sea, que ahí hay un discurso que se pretende muy incluyente y que habla del reconocimiento de las diferencias étnicas, sociales, culturales, de género; una especie de reconocimiento de la multiculturalidad. Se construye desde ahí, el discurso que en apariencia simpatiza con la diferencia, pero lo que hace es simpatizar con la diferencia de una manera descomprometida, podríamos decir, sosteniendo la desigualdad de la diferencia. Organiza y segmenta las identidades en una sociedad para facilitar prácticas que son de selección y de exclusión, y eso da lugar a nuevas expresiones del racismo y del sexismo, aunque aparecen enmascarados en estos discursos, aparentemente tolerantes. Y también, en algunas legislaciones. Vamos a ver que una de las características es que va a aparecer un derecho diferenciado, o sea, en el antiterrorismo, en el control de las migraciones, incluso en cierta legislación supuestamente de protección de la familia, aparece un derecho diferencial, aparecen figuras de excepción que sostienen de hecho las prácticas racistas y sexistas. Creo que no se puede entender de otra manera la legislación antiterrorista o algunas legislaciones que asocian migración con delincuencia; replican, de alguna manera, tópicos racistas más socorridos. También hay que decir que las empresas, en especial los grandes corporativos, se convierten en un modelo de organización, podríamos decir, en el modelo organizacional que va a penetrar, tanto en el sistema político, como en distintos ámbitos de la sociedad. El formato de los corporativos va a permear los negocios, los sistemas políticos, incluido el Estado, y muchas formas de la organización social. Por último, un aspecto en el que me voy a centrar, y que voy a desarrollar más detenidamente es el de la violencia. Vamos a encontrar que hay un conjunto de violencias público-privadas que son constitutivas de esta gubernamentalidad neoliberal, y que son muy amplías, abarcan desde lo que podríamos llamar la amenaza nuclear, que sigue vigente, a violencia locales y criminales, pasando por guerras y conflictos diferentes que, en todos los casos, o en muchos de los casos, van a combinar formas legales e ilegales de co-adhesión. Con respecto a las violencias actuales, hay que decir que son diversas. En primer lugar, tenemos violencias estructurales. Baste recordar, en este sentido, que el 1 % de la población mundial tiene más riqueza, reúne más riqueza que el 99 % restante como marcan las estadísticas de Oxfam. Éstas serían violencias estructurales. Te-

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