Derechos Humanos / Anuario 2020

298 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 ,¿qué quiere decir eso de la revictimización? Nos están culpabilizando, humillando, yo sé que ahora nos encanta decir “revictimización”, pero, otra vez, es un nombre imaginado por la institución para no hablar de nada, para no decir lo que nos sucede. Básicamente, el sistema de justicia lo que hace es generar injusticia, porque nunca tenemos acceso a los tribunales. Cuando tenemos acceso a los tribunales es que hemos pasado por diez años de proceso donde nos han vuelto a colocar en una situación de culpables, nos han humillado, nos han estigmatizado, hemos recibido amenazas, hemos tenido que salir de nuestra casa, de nuestro territorio; esas no son condiciones de justicia para nosotras. 99 % de impunidad desde siglos, no es de ahora, desde hace siglos, y seguimos pensando que el sistema de justicia es la única vía de justicia para nosotras. Tenemos que conectar la teoría con la práctica desde nuestras experiencias concretas. El sistema de justicia no sirve para nada, así de sencillo. ¿Por qué? Puede ser que lleguemos a un castigo, uno. Estamos hablando de billones de agresores, ¿qué pasa cuando uno va a la cárcel?, ¿eso sirve de ejemplo para todos los otros? ¡No! Seguimos teniendo lo mismo o peor. Muchísimos agresores siguen agrediendo desde la cárcel; muchísimos agresores, cuando salen de la cárcel vuelven más violentos y con más saña, y quienes tenemos que salir de la ciudad, somos nosotras, para proteger nuestra vida. Es decir, el castigo por la cárcel no es una solución o, por lo menos, no es la única solución; tenemos que pensar otras formas que tengan que ver con poner en el centro nuestra vida, otra vez. No solamente el agresor, sino ¿qué hacemos con nuestra vida? Esos 15 años donde dejamos la piel, las energías, la vida, en un proceso jurídico, ¿si los colocáramos en recuperarnos para reparar el daño? Quizás tendríamos otra vida, después de 15 años. Yo conozco, he trabajado con cientos, cientos, cientos de mujeres, no estoy hablando en el aire. Aun cuando hay una sentencia paradigmática y de castigo real, después de 10 años, las mujeres dicen: “no estoy satisfecha, para mí eso no es justicia”. ¿Qué más? Pues, qué más obvio, qué más queda todo nuestro sufrimiento. Pasamos 10 años intentando castigarlos a ellos y durante 10 años nosotras, con la culpa, con el terror, con la vergüenza. Entonces, [hay que] repensar un poco la justicia desde la posibilidad de crear condiciones de reparación del daño, es decir, sanar. Sanar es justicia, necesitamos sanar esas heridas justamente para poder volver a reconstruir la herida, y la otra parte, es la contribución a la transformación social para que no siga sucediendo. ¿Qué acciones colectivas desde nosotras, desde el barrio donde vivimos, desde el territorio, podemos hacer desde nuestra propia familia, desde nuestra universidad?, ¿qué podemos hacer para que no siga sucediendo? Creo que hay que hacer más que concientizar. ¿Por qué? Porque es un tema de poder; es lo que decíamos, no es solamente decir: “¡ah, sé buena onda, deja de acosarme!” No, hay que poner el límite claro. Poner un límite frente a la violencia es fundamental para que no siga sucediendo y ese límite tiene que ser personal y colectivo. Es decir, no solamente, cada vez que vivimos acoso sexual, ir a la autoridad para decir que él nos acosa, sino concretamente

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3