Derechos Humanos / Anuario 2020

282 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 poder otorgar libertad a mujeres y personas que han cometido delitos violentos, o indígenas, en fin, personas pobres. Bajo esta maravillosa ley están como 3 mil y pico de casos sujetos a revisión y han logrado liberar la maravillosa cantidad de ¡14 personas! Y por lo demás, la población penitenciaria ha crecido en este tiempo, contrario a la tendencia mundial. También [hay que] decir que, en relación con los datos de la pandemia, la verdad es que no se sabe, con precisión, la realidad. Se sabe lo que cada uno de los sistemas estatales quiere que se sepa y revela ante la opinión pública. Este es el otro problema de esas instituciones siempre cerradas, donde ellos tienen el monopolio de la información y no sabemos qué realmente ocurre. Yo tengo conocimiento, pero más a nivel de contacto personal con algunos directores de prisiones del país, que sí, que ha muerto mucha gente que no queda registrada como muertos por Covid-19 porque nunca se les hizo el examen; entonces las muertes quedan registradas por neumonías o algo así. Digamos que, lo que sí sabemos, es que ha habido aproximadamente 3 mil contagios y aproximadamente 300 personas fallecidas. También ha habido contagios muy importantes entre el personal. Lo que sucede es que una de las medidas que sí se tomaron y sí es adecuada, pero con consecuencias también importantes, es que prohibieron las visitas durante un tiempo, pero el personal que va y viene está mucho más expuesto, porque viaja en el transporte público y, muchas veces, son ellos los que llevan la infección a la prisión y han tenido también muertes. El hecho es que, lo que sí sabemos, aún con los pocos datos que revelan, es que existe en las prisiones una tasa tres veces más alta de fallecimientos por Covid-19 que en la población en general. Bueno, algunos datos de la Encuesta Nacional de Población Penitenciaria que levantó el INEGI en 2016 y se publicó en 2017; es la última encuesta que se ha hecho y revela algunos datos que, otra vez, nos dan una imagen muy clara de qué son las prisiones del país. Además, es una encuesta hecha con todo el rigor, a un número de población suficiente como para poder asegurar que es representativa, que cubre a todos los que están en prisión. La tercera parte de la población dijo que se siente insegura estando en la prisión; 25 % señaló que se había declarado culpable porque lo amenazaron a él, a ella o a su familia; 57 % –y esto es una tragedia en nuestro país que no se ha logrado corregir– fue maltratada, o torturada en el momento de su detención. Como sabemos, la tortura es una de las costumbres más arraigadas en nuestras policías y ministerios públicos; son pocos los casos que logran ser sancionados, entre otras cosas, porque la propia autoridad encargada de investigarlos y presentarlos a juicio, pues es la que los comete. Entonces, ¿cuándo los va a presentar a juicio? Pues nunca, nunca. Como dije, existen en México prisiones federales y prisiones estatales. Para tratar de hacer una descripción muy gruesa de qué es lo que distingue –es una descripción muy importante, tenerla muy presente– a las prisiones estatales de las prisiones federales, siempre puede haber una prisión un poquito mejor que otra, hay estas

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