Derechos Humanos / Anuario 2020

178 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 parto doloroso es también visto como parte de ser una madre abnegada y dispuesta a sacrificarse a sí misma por sus hijos. La definición más completa de violencia obstétrica es la que da el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), porque especifica cuáles son los derechos humanos violentados, lo cual es muy importante, ya que las violaciones a derechos humanos son atentados a la dignidad humana. La violencia obstétrica es un ataque a la dignidad humana de las mujeres. Otro aspecto para destacar de esta definición es que menciona que la violencia obstétrica tiene su origen en múltiples factores, más adelante se mencionarán brevemente estas causas. La violencia obstétrica es una forma específica de violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres, incluyendo los derechos a la igualdad, a la no discriminación, a la información, a la integridad, a la salud y a la autonomía reproductiva. Se genera en el ámbito de la atención del embarazo, parto y puerperio en los servicios de salud –públicos y privados– y es producto de un entramado multifactorial en donde confluyen la violencia institucional y la violencia de género (GIRE y Red de Abogados por la defensa de la Reproducción Elegida, 2013: 120). La medicina es una ciencia con alto prestigio en casi todos los países del mundo. Desde el siglo XIX cuenta con la confianza de la sociedad y se considera la profesión más difícil de estudiar y de ejercer. Con el surgimiento de la medicina como la gran ciencia de la salud, las parteras fueron vistas como poco profesionales y fueron sustituidas por hombres ginecólogos, asistidos por enfermeras que jugaban un rol de ayudantes y tenían que legitimar la autoridad del médico. La ciencia no es neutra en términos ideológicos. La ciencia médica es patriarcal y esta ideología patriarcal fue transmitida a las enfermeras, y cuando las mujeres lograron entrar a las facultades de medicina, también ellas internalizaron los valores patriarcales de la medicina y los combinaron con los que ya traían desde la crianza. Asia Villegas Poljak (2009) relaciona al patriarcado con la violencia obstétrica, porque el patriarcado es “la manifestación y la institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres, los niños y las niñas” (Villegas, 2009:125). La sociedad es patriarcal, el Estado es patriarcal, y en ambos las violaciones a los derechos humanos de las mujeres son sistemáticas. El discurso patriarcal está escondido dentro del discurso médico, sobre todo dentro de la ginecología y obstetricia, y una de las maneras en que se manifiesta es en la patologización de los procesos naturales del cuerpo de la mujer, incluyendo al embarazo y el parto. Silvia Bellón Sánchez (2015) y Laura F. Belli (2013) narran el desarrollo histórico de la medicina y la ginecoobstetricia. Antes del siglo XIX, las mujeres daban a luz en sus casas, con parteras y otras mujeres de la familia que ya habían pasado por ese proceso. Dar a luz en un hospital era un riesgo debido a las condiciones en que se encontraban en aquel entonces (prácticamente las mismas de nuestros actuales hospitales públicos). Sin embargo, en el siglo XIX,

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