DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 163 Aunado a lo anterior, México también es parte de la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de Expresiones Culturales ratificada en 2006 y publicada en 2007, donde se promueve el diálogo para garantizar intercambios culturales a favor de una cultura de paz, lo cual implica el fomento de los valores acordes a ella a través de la educación. Como resultado de la participación de nuestro país en las Declaraciones y Convenciones mencionadas, se hicieron algunas modificaciones al currículo escolar. Desde 2005, atendiendo al enfoque centrado en problemas, se incluyeron temas como la drogadicción, la migración, la democracia, el civismo, la ciudadanía, los medios de comunicación y la equidad de género en algunos grados de educación primaria y secundaria. Abordar estos temas en la escuela resulta importante porque permite la discusión y reflexión crítica de los derechos humanos. En 2008, los contenidos de equidad de género, pobreza, hambre e inequidad se añadieron permitiendo que se abordaran más problemáticas. También hubo incorporación en más grados escolares de la historia y la cultura de las poblaciones indígenas y afrodescendientes que habitan el territorio nacional. Sin embargo, los derechos de la niñez sufrieron un retroceso en el currículo, pues en 2000 se incluían para 4° y 5° de primaria, y en 2008 se conservó el tema sólo para 4° de primaria (IIDH, 2008). La falta de orientación sobre cómo abordar y promover los Derechos de la Niñez ha ocasionado que en diversos espacios educativos no se haga. Tanto el personal docente y directivo como las familias de algunas instituciones educativas piensan que, al abordar el tema, las personas adultas pierden autoridad y propician la falta de respeto en las niñas, los niños y adolescentes. Nada más equivocado que esto, si se ha comprendido realmente cuáles son los objetivos de Educar en Derechos Humanos. Sensibilizar y capacitarse en este sentido es otro de los retos que tienen las y los educadores para la paz y los derechos humanos. Históricamente, el diseño curricular en México ha sido centralista, la Secretaría de Educación Pública determina y autoriza los contenidos para todo el país, esto disminuye la complejidad del proceso, pero impide la participación de otros agentes educativos y la atención a la diversidad étnica y cultural. Los gobiernos estatales pueden sugerir algunos temas regionales y las y los docentes organizan la enseñanza dentro del aula, apegándose a parámetros oficiales. Normalmente, el currículo era elaborado por especialistas del gobierno y la representación sindical, pero en 2008 se dio un avance cuando se constituyó un consejo interinstitucional integrado por representantes del Instituto Federal Electoral, la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, entre otras instituciones, para que revisara las propuestas curriculares antes de que fueran aprobadas por el Poder Ejecutivo. Entre las razones para este cambio curricular se señaló la de introducir competencias educativas y temas emergentes transversales, como la educación para la paz, la educación ambiental, la educación de género, la educa-
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