158 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 dología y finalidad a la educación para poder transformar a la sociedad. En otras palabras: “no sólo la educación afecta los derechos humanos, sino que los derechos humanos afectan la educación, la benefician” (Pacheco, 2003: 17). Para ejercer, respetar, promover y defender los derechos humanos es necesario conocerlos, valorar su importancia, experimentarlos y comprometerse con ellos. Con la Educación en Derechos Humanos, las personas desarrollan los conocimientos, los valores, las actitudes y las habilidades que se requieren para ejercer sus derechos de forma más amplia y consciente. Como Gómez (s.f.) reconoce, la Educación en Derechos Humanos es primordial para lograr el desarrollo humano y sostenible, es útil para poner de manifiesto los impactos que algunos proyectos de crecimiento económico tienen sobre los derechos humanos, brinda herramientas para luchar por la justicia y en contra de la discriminación, así como para promover la participación de las personas en su entorno. Pacheco (2003) coincide al decir que el derecho a la educación es determinante para el cumplimiento de los demás derechos, tiene carácter generador, expansivo y multiplicador de la eficacia de los otros derechos y de ella misma. La Educación en Derechos Humanos es reconocida por primera vez como derecho humano y condición esencial para el pleno desarrollo de la justicia social, de la paz y del desarrollo en 1993 en la Declaración de Montreal y el Plan de Acción Mundial de Educación en Derechos Humanos y en Democracia. Esto se reitera ese mismo año en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, en Viena. La idea se consolida cuando la Asamblea General de la ONU proclama el Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los Derechos Humanos de 1994 a 2004 (Gómez, s.f.). Desde entonces, la Educación en Derechos Humanos ha ido ganando terreno y distinguiéndose de otras propuestas educativas por atender tanto la dimensión individual como la colectiva. “Estas metas duales y relacionadas de habilitación personal y cambio social hacen única la educación en derechos humanos, cuando se la compara con otros programas tradicionales de educación” (Tibbitts, s.f.: 3). Para el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH, 2006), educar en derechos humanos es educar en democracia, entendiendo ésta como modo y cultura de vida. “El desafío es construir una sociedad democrática estable, en la que los derechos humanos constituyan el pilar ético y funcionen como pautas para las conductas de los ciudadanos” (Mújica, s.f.: 3). La Educación en Derechos Humanos tiene fines éticos, críticos y políticos; es decir, forma en valores, en la capacidad de análisis y evaluación de la realidad y en el compromiso activo por la transformación social. Al formar en valores, la Educación en Derechos Humanos se refiere específicamente a los valores éticos que favorecen la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena. Algunos de estos valores éticos son el respeto, la libertad, la responsabilidad, la igualdad, la justicia, la equidad, la solidaridad, la cooperación, la participación, el pluralismo, la paz, etcétera.
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