Derechos Humanos / Anuario 2020

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 157 solidario, pacífico, tolerante, incluyente y respetuoso de la salud y de la naturaleza. Estos movimientos, señala Jijón, son una oportunidad para socializar la esperanza, para educar, complementarse y trabajar cooperativamente haciendo un frente común e internacional antineoliberal. En este sentido, la participación activa, crítica y plural es un factor determinante para impulsar los derechos humanos. De acuerdo con Mújica (s.f.), los elementos que ayudan a que la población se comprometa en la defensa de los derechos humanos son: el compromiso explícito de los Estados con los derechos humanos, reflejado en la adhesión a los tratados internacionales y al sistema de protección internacional y en la implementación de políticas educativas en derechos humanos; el comportamiento congruente, cooperativo y articulado de activistas y organizaciones sociales; y la adecuación de la doctrina de los derechos humanos a las realidades políticas nacionales para fortalecer las democracias y no permitir más violaciones a los derechos humanos. Definitivamente, la Educación en Derechos Humanos juega un papel insustituible en la formación de conciencias, la sensibilización y el desarrollo de la capacidad de ternura y del compromiso (Mújica, s.f.). Este esfuerzo debe abarcar la educación formal, así como a líderes sociales y a los medios masivos de comunicación, para que contribuyan a la crítica constructiva y a la generación de propuestas para la transformación. Es aquí donde entra la utopía como inspiración para reconstruir a la sociedad: […] el utopianismo es una forma particular de formar significados y dar sentido a la vida: las utopías terrenales son lo opuesto de la resignación. Estas son consideraciones acerca de cómo las cosas deberían ser, y el proceso de imaginar algo mejor es necesariamente una mirada crítica a lo que existe (Orrego y Rojas, s.f.:11). Plantear un futuro alternativo es cuestionar las inequidades e injusticias actuales. Atreverse a soñar con una mejor sociedad apenas es el primer paso para construirla, pero es el que da dirección y el que puede inspirar y mover voluntades. Pero ¿en qué consiste educar en derechos humanos? Es necesario considerar que la Educación en Derechos Humanos es un componente fundamental del derecho a la educación. Como señalan numerosos instrumentos internacionales de derechos humanos, todas las personas tenemos derecho a la educación, específicamente, a una que promueva tanto el desarrollo integral de la personalidad como la construcción de una sociedad más democrática, justa, igualitaria, tolerante y solidaria. Y, justamente, para alcanzar estos objetivos, la Educación en Derechos Humanos tiene una importante contribución. Por una parte, el ejercicio mismo del derecho a la educación conlleva a educar en derechos humanos para el desarrollo pleno de la persona y, por otra, los derechos humanos le dan contenido, meto-

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