154 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 Introducción Es evidente que, a pesar de sus grandes adelantos en ciencia, tecnología y comunicación, la humanidad no ha logrado resolver los problemas de desigualdad y violencia que aquejan a millones de personas y comunidades enteras. Es necesario reducir la brecha en alimentación, salud, educación y bienestar en general. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) da algunas directrices para mejorar la vida, promover la prosperidad, fortalecer la paz y garantizar el acceso a la justicia en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, señalando los objetivos a alcanzar en las áreas económica, social y ambiental. Sabemos que la educación es un elemento fundamental para promover la equidad, particularmente la Educación en Derechos Humanos. Este tipo de educación no es una propuesta reciente y, aunque muchas personas, instituciones y documentos la mencionen, sus implicaciones y efectos no han sido comprendidos ni valorados a cabalidad. En nuestro país, la Educación en Derechos Humanos ha tenido importantes avances, pero sigue planteando retos para su implementación en el servicio público y la educación formal y no formal. ¿Por qué seguimos hablando de derechos humanos? Promover y defender los derechos humanos sigue siendo pertinente porque aún no hay plena igualdad y el respeto a la dignidad humana no es el criterio principal del modelo neoliberal que nos rige. Revalorar los derechos humanos es necesario para combatir la discriminación y la violencia. El enfoque de derechos humanos tiene como punto de partida el respeto de la dignidad humana y fomenta el desarrollo sostenible; entendido éste como el que busca el bienestar de las personas y del planeta y el que genera prosperidad, al mismo tiempo que promueve la cooperación, el pluralismo, la paz, la equidad y la justicia (Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, 2015). Por el contrario, el modelo neoliberal da prioridad al libre mercado y propicia la concentración del poder económico, político y cultural en un grupo reducido de personas, ocasionando con esto mayor desigualdad y exclusión, así como la imposición de los valores e intereses de los grupos dominantes. La dignidad humana se menosprecia cuando no se ve a cada persona como titular de derechos, sino como un objeto que puede manipularse, usarse, maltratarse e incluso eliminarse con el fin de mantener el orden establecido o implementar determinado modelo económico y social. Para el neoliberalismo, son las personas en condición de pobreza las prescindibles, en tanto que no son consumidoras. Para la globalización, son los países con menos recursos económicos quienes se quedan rezagados sin posibilidades de alcanzar condiciones dignas de vida. Para las dictaduras, son las personas opositoras y críticas al sistema quienes deben ser sacrificadas porque ponen en peligro el statu quo. Para el patriarcado, son las
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