DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2020 109 derechos y es un hecho atroz que necesita respuesta desde múltiples aristas, sino porque se convierte, como ya digo, en esta pieza que nos va a permitir hacer exigibilidad. Creo que corresponde hacer este acercamiento, esta lectura de la sentencia que, si bien es cierto que cuenta una realidad ecuatoriana, me atrevería a decir que no es una realidad muy distinta de la que pasa en nuestros países, entonces, hacer esta lectura de cada uno de los argumentos, pero, sobre todo, de los estándares que la Corte va estableciendo a la luz de la realidad, tanto de México como de otros países, es absolutamente mandatoria. Nosotras estamos convencidas de que se van a generar muchos espacios de debate, de diálogo, pero también estamos generando un proceso de un observatorio regional para el cumplimiento de la sentencia. Porque a nosotras, como organización social, también nos deja ese aprendizaje de que no estamos preparadas. Hemos caminado con el caso, hemos crecido con el caso, pero cuando tenemos la sentencia y cuando tenemos absoluta claridad del impacto de esta sentencia a nivel regional, nos obliga también como organizaciones sociales –y esa es una reflexión que hemos hecho con otras organizaciones colegas– de fortalecer nuestras competencias y también de hacer este acompañamiento del cumplimiento a la sentencia. Porque el Estado bien puede decir que va cumpliendo con lo que quiera decir, pero la sentencia marca la calidad de lo que tiene que ir cumpliendo en la sentencia. Claudia Alonso: Les agradecemos mucho haber aceptado esta entrevista.
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