DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 51 políticos rara vez son suficientes para generar transformaciones sustantivas. A esto se añade que, frecuentemente, los recursos son escasos, debido a que la asignación por parte de los gobiernos estatales comúnmente se reduce a cubrir los gastos operativos de los institutos de la mujer. Aún más, los intentos actuales por transversalizar el enfoque de género se expresan como un esfuerzo a contracorriente que apenas logra introducir, de manera superficial, este nuevo paradigma en las instituciones de gobierno, lo cual responde, en buena medida, a resistencias culturales y a problemas de orden legal y administrativo (Tarrés, 2006), así como a la falta de una estrategia articulada desde los gobiernos de los estados. La formación del Instituto Aguascalentense de las Mujeres Ahora vamos a cambiar de escala, focalizándonos en el proceso local a partir de la descripción de la formación del Instituto Aguascalentense de las Mujeres (IAM). Hemos elegido a Aguascalientes como estudio de caso, no sólo porque contamos con trabajo previo en esta entidad, sino por las características del gobierno en turno en el momento de la creación del IAM. El contexto local, caracterizado por un gobierno conservador y por el fortalecimiento de las organizaciones de derecha, resultó un espacio interesante para reflexionar cómo una agenda global de género fue apropiada y resignificada. A este respecto es necesario observar que, si bien las agendas globales y nacionales como discursos materializados en documentos, conservan ciertos lineamientos, los actores sociales, que serán sus intérpretes, cambian. Es decir que la agenda transita de un universo de significados a otro distinto y con ello su sentido original se transforma. También se modifica el grado de contraste o ruptura que la agenda pueda presentar en función al contexto o topos cultural en el cual será interpretada. En este sentido, la celebración de la IV Conferencia Internacional de las Mujeres y sus efectos derivados generaron una coyuntura nacional y local favorable para la formación en Aguascalientes del Programa Estatal de las Mujeres (PEM) y, posteriormente, de su Consejo Consultivo. Este Consejo funcionó como una ventana a través de la cual un sector de feministas y activistas sociales logró llevar a un debate público más amplio algunas de sus preocupaciones y cuestionamientos con relación al orden social de género dominante. A través también de esta figura promovieron la formación del Instituto Aguascalentense de las Mujeres y generaron una red de apoyo en torno a este proyecto. El contexto internacional y nacional favorable tuvo como contraparte un contexto político local adverso a las causas de género. La elección en 1998 de Felipe González como gobernador del estado de Aguascalientes favoreció un periodo de fortalecimiento del Partido Acción Nacional y de las organizaciones conservadoras a nivel local. Este proceso se agudizó con la llegada de Vicente Fox a la Presidencia en el año 2000, pues a partir de ese momento las organizaciones de
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