Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 47 El impacto de este tipo de conferencias no debe medirse únicamente en función de lo que ocurre durante los diez o más días en que tiene lugar su celebración. Es necesario considerar que el proceso de preparación inicia varios años antes, en los cuales se involucran funcionarios de gobierno y personal de relaciones exteriores de los países participantes, organizaciones no gubernamentales, activistas, académicos/as y especialistas del sistema de las Naciones Unidas, entre otros. Las interlocuciones tienen lugar no sólo dentro de los ámbitos nacionales, sino también se celebran encuentros entre países de una misma región o continente (Jusidman, 1999). Estos foros previos se convierten también en posibilidades de incidencia para los movimientos. Cuando finalmente llega la celebración de la conferencia, lo que ocurre no es más que la expresión plasmada en documentos de cientos de encuentros y desencuentros entre grupos, entre gobiernos, entre bloques de países. A la vez que las conferencias expresan la conclusión de una cadena de eventos que ocurren en los años preparatorios, también marcan el inicio de un esfuerzo para los años venideros por parte de los grupos interesados en hacer valer en sus respectivos países los acuerdos que de la conferencia emanan (ídem). Los documentos emanados de la Conferencia son la formalización de las agendas que hibridan las distintas tomas de posición. Estos documentos expresan la resultante de la correlación de fuerzas de los agentes, así como las diferentes tensiones entre ellos. Sin embargo, a pesar de que la Plataforma de Acción Mundial es resultado de esa divergencia de perspectivas, muchas voces desde grupos feministas asistentes a la Conferencia han expresado que los resultados fueron satisfactorios. La Plataforma es considerada como un documento de avanzada en relación con los derechos de las mujeres. Se le adjudica el mérito de tener una perspectiva más integral (que en conferencias pasadas) en la comprensión de las desigualdades de género y, por tanto, una visión más sistémica en las estrategias de solución. Otro de los puntos que se ha reconocido como un acierto de los acuerdos de Beijing, es el hecho de que se responsabilice con mayor énfasis a los gobiernos en el cumplimiento de los objetivos estratégicos de la PAM (ídem). La Plataforma de Acción de Beijing fue firmada por 189 países, entre los cuales estuvo México. Al adscribirse a dicha Plataforma, el gobierno mexicano adquiría, entre otros, el compromiso de establecer mecanismos e instituciones para generar políticas públicas con perspectiva de género. Este fue el marco internacional en el que las organizaciones feministas y de mujeres se apoyaron para demandar al gobierno nacional y a los estatales la formación de los institutos de las mujeres (Conmujer et al., 1998). México: la movilización previa y posterior a Beijing y su impacto en la formación del Inmujeres En cuanto al proceso mexicano previo a Beijing podemos, por un lado, identificar una serie de actividades preparatorias de carácter oficial y, por el otro, un proceso paralelo, pero independiente, relativo a la movilización de organizaciones de mujeres. En relación con

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