DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 37 Eduardo García: ¿Pero no hubo protocolos que sirvieran para resguardar su identidad? Para proteger la identidad de personas que, como usted, trabajaron en la CICIG. CICIG: Muy al principio sí, y se decía que todo tenía que ser así, por el tipo de trabajo, pero, cuando empezamos ya a aparecer con los casos, ya era obvio quiénes colaborábamos. O sea, el nombre de uno en los memoriales, como mandatario o como abogado del comisionado, y entonces eso ya se hizo público. Entonces, ser funcionario de la Comisión ya no era confidencial para los abogados nacionales. Entonces, mientras que un abogado internacional, pues, se regresa a su país y el riesgo que corre se diluye, para el nacional el peligro se incrementa. En alguna ocasión yo pregunté: ¿y qué pasa con nosotros en tema de seguridad? Y nos dijeron: Su gobierno es el que les tiene que brindar la seguridad… Eduardo García: Hace rato, antes de comenzar esta conversación, usted me decía, me hablaba de este desamparo en que también habían quedado los pueblos, las comunidades, algunos militantes, actores como ciertos sectores de la Iglesia que están revindicando los derechos humanos. CICIG: Yo creo que es una lección que debemos aprender los defensores de derechos humanos, no para no seguir, ¿verdad?, sino para tener total conciencia de lo que hacemos. Si bien es cierto que no podemos esperar nada a cambio, ¿verdad?, es necesario asumir que no tenemos protección de nada, más que la propia que pueda uno hacerse, y que es un trabajo de alto riesgo. O sea, es un trabajo de alto riesgo que uno realiza sin pensar que va a recibir méritos, que va a recibir recompensas por eso, pero el final de las etapas es bastante duro, es bastante duro porque uno se siente solo. Eduardo García: Entonces podemos decir que la larga noche de Guatemala que le tocó a usted atestiguar; una de las largas noches de Guatemala que le tocó a usted atestiguar hacia los años sesenta y setenta, se mantiene. CICIG: Yo creo que sí, se mantiene porque no hay garantía, podría haber ciertas garantías para algunos defensores que tienen una presencia más mediática, porque hay toda una protección internacional, hay ojos sobre ellos, pero para los demás, para los que no tenemos un trabajo mediático, para quienes no somos famosos en la prensa, digamos, esa parte no pasa, somos uno más de los miles que hay, pero estamos a la sombra, sujetos nada más a lo que pueda venir.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3