DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 251 cuando hacía treinta años estaban ahí, con la gorra y la metralleta y el no sé qué, denunciando todo, pero al momento que se instalaron, se olvidaron de todo. Eso es lo que pasa cuando utilizamos el discurso de derechos humanos para ascender, y una vez que ascendimos, somos iguales. Si ustedes leen la novela de George Orwell, el gran literato que denuncia el totalitarismo soviético… hay una novelita que se llama Animal farm, traducida en España por Rebelión en la granja, no sé aquí, que se lee en dos, tres horitas. Y la última frase es de las mejores frases que se han escrito en la literatura del siglo XX: “son iguales”, no digo la frase cuál es para no.... son iguales… Es decir, estos y estos son iguales, son idénticos. Es muy duro decir esto, el que defiende los derechos humanos y el que va contra ellos son idénticos. Los dos quieren estar arriba, y una vez allí… fíjense cómo, yo creo que todos llegamos a una cierta edad, ¿no? A medida que nos vamos acomodando en la vida, nos volvemos menos contestatarios, a medida que vamos encontrando nuestro lugar en el mundo, nuestro tal, ya no queremos que las cosas cambien tanto. Cuando estábamos en situación peor éramos más contestatarios. Entonces, el auténtico discurso de los derechos humanos no es el de estos que pretenden ascender, que tienen derecho, cuidado, pero no, no a costa de no preocuparse de los de abajo [sic], ni tampoco la afirmación plana, llana, que aparece en la página web de una universidad, de una empresa, donde todo está bien, donde todo mundo es guapo, donde todo y todos y esto… que lo dice todo, y no dice nada. Porque tú lees los derechos humanos y dices: “qué bonito”, y luego miras la realidad y dices; “pero ¿dónde están?, yo no los veo”. O sea, África, América Latina, México, ¿dónde están los derechos humanos? Si no ¿qué es la negación de la negación?, o sea, hay afirmación que se construye con base en la crítica, al análisis de por qué consideramos que esto es negativo, primer análisis, al estudio de cómo podemos conseguir que lo negativo pase a positivo y, por tanto, es esa denuncia profética de todas estas injusticias y otras, aquí estaría… el medioambiente, también. El medioambiente, y podemos ir poniendo cosas que creemos que están negando la vida, la vida humana, y que se trataría de esto. Fundamentalmente, esta es la posición de Ellacuría.
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