DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 247 con el concepto de propiedad: ¿tenemos derecho a la propiedad o no?, ¿ tenemos derecho a la propiedad privada?, ¿porque un papel diga que esto es mío, es mío?, ¿hay derecho a la propiedad pública?, ¿tiene el Estado derecho a apropiarse de cosas? Entonces, él utiliza un artículo muy largo, utiliza esta metodología crítica de historización de conceptos que consiste en decir: primero, vamos a ver la historia del concepto, de dónde viene y cómo ha ido evolucionando. Esto lo hace con el concepto de propiedad: vamos a ver cómo ha ido evolucionando. Y luego, vamos a ver a qué realidad se refiere el concepto y a mirar directamente la realidad, olvidándonos del concepto y, sólo entonces veremos si el concepto es correcto. Entonces, en derechos humanos, en estos textos que les he pasado, lo siento, con mucho retraso, varios dicen un poquito lo mismo porque son textos varios que, post mortem, se han ido encontrando por aquí y por allá, apuntes de él, conferencias de él, etcétera. Entonces, algunos los ves y dicen más o menos lo mismo que el otro porque este era un borrador, el otro no sé qué, el otro lo utilizó y entonces los editores dijeron: “Mira, ¿sabes qué? Lo publicamos todo y ya. Y ya el lector decidirá, nosotros encontramos esto aquí, en tal año y tal y ahí se lo ponemos”. Es un libro de recopilación de textos de Ellacuría, para los estudiosos de Ellacuría, ahí lo tiene todo publicado para que no quede ningún papelito escondido en un cajón. Pero el problema que hay es que se repiten un poco porque son cosas que él iba manejando. Pero él dice esto: cuando historizamos el concepto de derechos humanos, nos damos cuenta de que, aunque es un lenguaje universal, un lenguaje que pretende ser para todos los seres humanos, en primer lugar, tenemos que ver si en la localidad donde estamos eso se está cumpliendo o no. Entonces, no hay que perderse simplemente en lo universal abstracto, sino que siempre has de partir de la realidad histórica donde estás, en su caso, El Salvador, Centroamérica, Latinoamérica, lo que entonces se llamaba Tercer Mundo, un poquito esto. Entonces, vamos a ver, y él dice: resulta que es un discurso que están utilizando gente formada, digamos, los fideles castros. O sea, muy revolucionario, pero eres un hijo de papá, Fidel, que fuiste al Colegio de Belén, que eran lo más pijos, ustedes dicen fifís, creo. Si tú eres de la élite, Fidel Castro, que me parto de risa. Che Guevara no era de la élite, pero era burgués, era de la burguesía. Bueno, pero qué revolucionarios ni qué porras [sic], me hace reír, es decir, es un discurso el de los derechos humanos de gente formada, de gente con cultura y no hablo personalmente de Fidel Castro, del Che Guevara, pero de una clase social que quiere ascender, y que no se le está permitiendo ascender. En el caso de la clase media latinoamericana, no se le deja ascender por una minoría muy rica, protegida o articulada con grandes empresas; es un poco el esquema latinoamericano de los años sesenta, setenta, ochenta. En cada país hay una pirámide, una punta muy estrecha y con la base muy ancha. Entonces, una clase media débil, pero que existe, y una oligarquía (en El Salvador se llamaban las catorce familias porque eran catorce apellidos, catorce familias que tenían la mayor parte de la riqueza).
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