Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

244 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 estén viviendo en dignidad. El bien común no es la democracia; la democracia es “queremos el bien para toda la sociedad”. ¿Quién decide lo que está bien y lo que no está bien? Entre todos. Bueno, si fuéramos doce, vale, pero como somos 120 millones pues va a ser un poquito complicado. Vale, pues vamos a mandar unos delegados, pero la soberanía la tiene el pueblo. Entonces, el pueblo nombra unos pocos delegados, se configura una Cámara que se llama Parlamento, Congreso, Senado, lo que sea. Y esto es para decidir lo que se va a poder hacer y lo que no. Pero además de forma obligatoria, no es optativa, no será: “bueno, nosotros vamos a decir que circularemos por la derecha, pero hay quien quiere circular por la izquierda”. No, no, no, es obligatorio; usted está en México, en México se circula por la derecha, en Inglaterra, por la izquierda; por aquí por la derecha, no es opcional. Entonces lo que legisla la Cámara es obligatorio para todos. Pero, claro, la Cámara no son todos los 300 diputados de la Cámara, es decir, 300, sino que dicen, bueno, como los 300 no nos ponemos de acuerdo, bueno, pues mira, la mitad más uno. Lo que diga la mitad más uno va a ser lo que toda la Cámara acepta, y lo que toda la Cámara acepta va a ser lo que hay que seguir en la realidad. Como la Cámara se puede equivocar, como la población que es la que tiene la soberanía, el pueblo puede considerar que la Cámara no ha legislado bien, cada cuatro, cinco años se repetirá la votación y se podrá cambiar la Cámara, y se podrá cambiar la mayoría. Pero la democracia se fundamenta en que la soberanía está en el pueblo, se delega a una minoría, y de esta minoría lo que diga la mayoría, la mitad más uno, eso es lo prescriptivo, renovable cada cuatro, cinco, seis años. Y hay una Constitución también puesta por la Cámara constituyente en la que dice: bueno, diga lo que diga la mayoría de la Cámara hay cosas que no se pueden saldar [sic], por ejemplo, la Cámara no puede decir “bueno, a partir de ahora, los judíos no votarán o a partir de ahora las mujeres no votarán”; no, lo siento, esto no, no. ¿Por qué? Porque va contra la Constitución que se ha seguido a esta Cámara; esta Cámara legisla en función de un barco constitucional que ha sido puesto previamente por la Asamblea Constituyente, en la que se dijo que las mujeres pueden votar y que nunca a una minoría se podrá… esto. Pero fíjense que hemos pasado de toda la mayoría, sin casi darnos cuenta, del todo: la soberanía está en el pueblo y tal, de pronto, en la práctica es bueno, lo que diga la mayoría. Pero es que incluso, a veces no es ni la mayoría porque yo no sé ustedes qué ley tienen electoral [sic], pero si tienen la que tenemos en Europa, por lo menos en España la ley DONT es una ley que para para fomentar las alianzas, etcétera, a los partidos mayoritarios les da más representación de la que les corresponde proporcionalmente. O sea, si tú tienes el 40% de los votos, en la Cámara tienes el 60% de los diputados, y esto se hace para animar a agruparse y para evitar unas cámaras demasiado dispersas; que es lo que les pasó a los italianos. Entonces resulta que tú puedes tener la mayoría del Parlamento solamente con el 35-40% de los votos de la gente que fue a votar, porque hubo gente que no fue a votar, porque suelen no ir a votar entre el 20, 30 y a veces el 40%, es decir, que estamos diciendo que la democracia, como el gobierno del pueblo, cuando empiezas a hacer las matemáticas, te das cuenta de que quizás está representando a un 20% de la población. Y dices que estás representando al pueblo. El bien común es otra cosa, el bien común es la preocupación por todos sin excepción. A ver, para que me entiendan, bueno, yo sé que lo entienden, pero esto lo tomo de un profesor de economía italiano, Stefano Samani, que dice: mire, cuando hablamos del bien común, para que lo entendamos es: si yo les digo tres más cero más uno más ocho, ¿cuánto es? Me dirán doce, ¿verdad? Dice: nosotros erróneamente nos ponemos en estas categorías, vivimos en un país en que hay gente muy rica, en que hay gente que, hombre, como que no tanto, otros que viven la pobreza y otros que no tienen nada de nada, pero bueno, doce dividido entre cuatro toca… Y vivimos así con este más o menos, tenemos democracia, bueno, la democracia no llega a dar vida digna a todo el mundo, pero bueno, menos es nada. Samani dice: no, lo que hay que hacer es esto. Mientras haya alguien que no esté bien, la sociedad no está bien. Esta es la idea del bien común. O sea, lo de arriba es democracia, mal entendida porque en realidad la democracia originalmente debería ser por debajo, la democracia… aquello es en lo que hemos convertido la democracia, lo de abajo es el bien común.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3