Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 237 Por eso Jesús nunca se niega a hablar con nadie; habla con las mujeres, habla con las pecadoras, habla con los publicanos, que eran los malos de la película, eran los recaudadores de impuestos que se aprovechaban de la incultura [sic] de la gente para robarles, o sea, no sólo recaudaban los impuestos legítimos, sino que encima se quedaban, digamos, con una parte ellos. Y, por tanto, la gente rica, enriquecida pues por corrupción –le llamaríamos corrupción–, y todo mundo lo sabía y pues los samaritanos, las samaritanas, los niños que no tenían lugar en la vida social, los leprosos a los que no te podías acercar. Por ejemplo, desde el punto de vista de un hombre, no te podías acercar a una mujer si no estaba –perdón por hablar de estas cosas–, si no estabas seguro de que no estaba en periodo de la menstruación, porque se consideraba que la menstruación era una impureza, y por tanto la impureza se contamina, se pasa, como bien se podía pasar un virus a nosotros y entonces, pues no te podías acercar. Jesús se acerca a las mujeres sin informarse previamente de si están o no en periodo de menstruación. “Pero ¿cómo haces esto?, pero esto va…” y tal. O sea, él se va acercando, si la sociedad es un sitio donde hay un centro y una periferia, pues los márgenes, los marginados son aquellos grupos que no tienen lugar en el sistema. Y la vida consiste en salir; salir para dar sitio adentro a los que están afuera, esa es su vida. Y hay un momento que los de dentro no resisten esto porque empieza a tener éxito, y eso que él no buscaba el éxito, pero empieza a tener éxito y entonces, le ordenan que se calle, que se vaya; él no hace caso y, bueno, lo crucifican. Entonces, el ser cristiano consiste en eso, consiste en renunciar a un Dios que no quiere que nadie esté en los márgenes, que no hace distinción, y por eso Jesús cuando dice: “cuando se dirijan a Dios, llámenle: papá”, abba, en griego, en arameo, abap [sic], papá. Es decir, él es padre –hay toda una corriente que dice padre, madre–, bueno, llámenle como quieran, pero es alguien cercano y alguien que nos hace a todos iguales. Cuando somos padres o madres, normalmente, menos algún loco que corra por ahí, pero queremos a todos los hijos, los queremos igual. Obviamente unos dan más [sic] una cosa que otra, pero todos son hijos nuestros y entonces esta figura que dice que Dios es padre es una forma de decir que todos somos hermanos. Y esa es la idea de la fraternidad universal, que eso sí que les sonará porque es el origen de los derechos humanos, la Revolución francesa, la Revolución americana, la fraternidad universal: libertad, igualdad, fraternidad. Son tres términos tomados del cristianismo, con 18 siglos de retraso. Y ahora les explicaré el porqué, libertad, igualdad, fraternidad, que es lema de la Revolución francesa [sic]. Libertad porque Dios, el dios de Israel, y dios padre de Jesús, a diferencia de los dioses de la antigüedad, es un dios que da libertad, es un dios que da autonomía, que dice a Israel: organízate tú en la alianza, organízate tú como quieras, pero que sea un sistema justo, es la primera alianza con Israel. Yo te doy libertad, te saco de Egipto y a cambio te invito a que construyas una sociedad justa. Y luego la

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3