Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

224 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 patriarcado, a través de los feminicidios; reproduce el colonialismo; reproduce el sistema que nosotros queremos combatir o queremos superar. Pues yo creo que eso está en las prácticas de los pueblos, en seguir las huellas de los pueblos, que hoy han cambiado y han mutado, porque no sólo ha cambiado el mundo de esa contradicción que dije: Unión Soviética-Estados Unidos, campo comunista-campo socialista; sino que la idea de cambiar el mundo ha mutado radicalmente, en parte, gracias a la emergencia de los movimientos de los pueblos originarios y de las mujeres. Indígenas y feministas nos hacen mirar el mundo de otro modo, de otros modos. Y los pueblos hoy no sólo resisten, sino que también crean vida, los cuidados que se mencionaban recién. El cuidado es un elemento fundamental de la actual etapa o el actual periodo de los movimientos, entonces fíjense que ya no es la búsqueda de una teoría ni de una estrategia política adecuada, sino es un modo de proceder metodológicamente distinto. Es qué caminos están tomando los pueblos, qué caminos están tomando los movimientos, poner la oreja, los ojos, los sentidos y los corazones en esas huellas, en esa sintonía, y en ellas aprender qué caminos podemos transitar. Insisto, no es un tema, por supuesto lo es, pero no es un tema centralmente teórico, y es teórico; no es un tema centralmente ideológico; es un tema ético. Y como tema ético, como nudo ético, nos lleva a resolverlo éticamente, y esa ética es del compromiso con los pueblos, confiando en el acierto o en el error que son los pueblos los que toman los caminos, no vanguardias laicas o religiosas, no aparatos políticos o guerrilleros los que indican el camino. En ese sentido, hay una profunda crítica a lo que fue el iluminismo revolucionario del siglo XX, del cual una parte importante de los religiosos comprometidos, como Camilo Torres, también bebieron en esas aguas. Y no es una crítica, en todo caso es una autocrítica. Entonces, para empezar a detectar esos lugares es necesario poner esos corazones y esos oídos en los espacios donde los sectores populares –vamos a llamarles las y los de abajo– hacen, toman sus decisiones fundamentales. Diseñan sus estrategias, que no les llaman estrategias porque las estrategias las definían cuatro iluminados de mi edad, más o menos, y de mi color de piel, en paredes, en recintos cerrados que les llamábamos comités centrales. Eso ya no funciona, es una estructura profundamente patriarcal colonial iluminista. Y es ahí donde los pueblos adquieren la fuerza para luego salir a la vida pública con su riqueza, su diversidad y su potencialidad de cambio. Y es ahí donde los pueblos han definido caminos para afrontar la violencia de otro modo, y son los modos de autoorganización comunitaria defensiva. Esto que ven aquí es la guardia indígena Nasa, en el sur de Colombia; las comunidades, ante la guerra, le dicen a los violentos, al ejército, a los paramilitares y a la guerrilla: si quieren hacer su guerra, háganla, pero fuera de nuestro espacio, y crean la guardia indígena que no tiene armas, sólo bastones de mando. Y es una guardia nombrada por las comunidades. Cada comunidad en el norte

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