Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

194 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 lo Otro debemos cuidarnos antes. Así como con los seres humanos, la naturaleza se resiste, se cuida y nos cuida. Esto lo vemos cuando crece una plantita entre las grietas del concreto y, también, en nuestro maravilloso cuerpo humano, que se compone de una inmensidad de células que nos protegen y reconstruyen durante toda nuestra vida. El hecho de vivir es resistir, para cualquier ser en el planeta, ya que la extinción de muchas especies, la deforestación, la contaminación del aire, del subsuelo, entre otros abusos hacia nuestro planeta, son el resultado del consumismo masivo de nuestros recursos, y esto también atiende al sistema patriarcal y capitalista. Por lo anterior, se propone no sólo cuidar y autocuidarse como especie humana, sino expandir la ideología del cuidado como una forma de vida que incluya a todo lo que coexiste en el planeta. Conclusión Un aspecto necesario a considerar, en el marco de este cuidado común y como una exigencia ética, es generar estrategias para contribuir a la sensibilización y concientización, desde acciones educativas y de estrategias de comunicación sobre el valor que, para la sociedad en general, tiene la acción que realizan quienes están comprometidos en la defensa de los derechos humanos y ambientales, e ir cuestionando y rompiendo con estereotipos y prejuicios que, por un lado, facilitan las estrategias de criminalización y el desprestigio y, por otro, reproducen comportamientos y acciones que vulneran y ponen en riesgo su seguridad e integridad física y emocional. Sigue siendo una tarea indispensable continuar con la exigencia de la protección que el Estado debe brindar a las y los defensores, porque no se trata de que se asuma sólo como una responsabilidad personal o de las organizaciones por sí mismas, sino de un actuar justo y responsable de las instituciones, que garantice que la vida de aquellos que están luchando, por una vida en convivencia digna, sea respetada en todos los aspectos. Y, por otro lado, no podemos dejar de exigir justicia para que se esclarezca la desaparición y asesinato de los cientos de defensoras y defensores; esta lógica de masacre e intimidación sigue desgastando por la indignación y el dolor ya que, agregado a la lucha por la defensa y promoción de los derechos, está el vivir esos duelos continuos y, ahora, la búsqueda de esta justicia por compañeras y compañeros que ya no están. A lo largo del texto, se ha hablado del autocuidado y la acción de cuidar como una forma de protesta y de resistencia, así como una alternativa ante las opresiones sistemáticas que reciben las personas defensoras de derechos humanos. Desde esta perspectiva se propone el autocuidado como fin en sí mismo y para facultar el cuidado hacia las/os demás. Es decir, se propone que la capacidad de mirar el sufrimiento del otro en su dimensión espiritual es la forma de acompañamiento y activación de un accionar político; una mirada acompañada con amor y compasión.

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