Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

186 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 2017a). Esto evidencia que las afectaciones se multiplican exponencialmente al contemplar aquellas que indirectamente recibieron las personas cuyos derechos eran protegidos por la labor de las personas defensoras. Aunque en 2012 se promulgó en México la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas con el objetivo de garantizar la vida, integridad y seguridad de esta población, el Mecanismo de Protección derivado de esta ley aún no es suficiente para salvaguardar el bienestar de esta importante población en situaciones de emergencia o durante su labor cotidiana; incluso, se han documentado quejas en contra de la Coordinación Ejecutiva Nacional del Mecanismo (CNDH, 2019) y se le han hecho múltiples recomendaciones para mejorarlo y brindar una protección con perspectiva de género, interseccional y un enfoque integral (Espacio OSC, 2017b). Por ejemplo, Michelle Bachelet (2019), la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en una declaración durante su visita a México, en abril de 2019, también recomendó al Estado mexicano reforzar el Mecanismo de Protección dado que “la situación de los defensores y las defensoras de derechos humanos y de los periodistas sigue siendo alarmante” (parr. 30), con nueve personas defensoras y cuatro periodistas asesinados con reporte oficial hasta abril. Esto es confirmado por diversas organizaciones de la sociedad civil, quienes han señalado deficiencias en el funcionamiento de este Mecanismo. Entre lo que se menciona está la ausencia de respuesta frente a la estigmatización o la criminalización, “falta de implementación de medidas de protección que atiendan los distintos impactos, en las distintas esferas y niveles, que generan las agresiones a las personas defensoras de derechos humanos y periodistas; así como la falta de implementación de medidas colectivas a personas defensoras de los derechos humanos ambientales que incluyan una perspectiva de género y que sean culturalmente adecuadas” (CEMDA, 2019: 68). Además, es importante resaltar que, como afirma el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA, 2019), las agresiones de las que se lleva registro sólo son una muestra que ejemplifica lo que viven las personas defensoras, ya que la violencia que experimentan no se denuncia o difunde por medios públicos. Los motivos son múltiples, como el sentimiento de inseguridad y el miedo a recibir más violencia hacia su persona o sus seres queridos, temor a ser revictimizada o estigmatizada por parte de las autoridades o la sociedad en su conjunto, de manera especial, cuando las agresiones se cometen contra las mujeres. También es común que las personas defensoras asuman que las agresiones son parte de su labor de defensa, normalizando este tipo de violencia. Para 2018, el Relator sobre personas defensoras señaló que México tiene un problema de impunidad generalizada y persistente, puesto que 98% de los delitos cometidos contra las personas defensoras quedan sin resolver, y esto las pone en mayor riesgo de sufrir más violencia. Por si fuera poco, la investigación realizada por

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