Derechos Humanos / Anuario Edición 2019

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2019 159 4. El desarrollo de toda la población en aptitudes para el diálogo, la negociación, la forma de consenso y la solución pacífica de controversias; 5. Instituciones democráticas y la garantía de la participación plena en el proceso de su desarrollo; 6. Erradicación de la pobreza, en analfabetismo y la reducción de las desigualdades entre las naciones y dentro de ellas; 7. Desarrollo económico y social sostenible; 8. Eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer promoviendo su autonomía; 9. Protección de los derechos del niño; 10. La libre circulación de información y la promoción del acceso a ella; 11. La transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los asuntos públicos; 12. La eliminación de todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancias conexas; 13. La comprensión, tolerancia y solidaridad entre todas las civilizaciones, los pueblos y las culturas, incluso hacia las minorías; 14. El respeto a la libre determinación de todos los pueblos. Dentro de las características señaladas sobre la cultura de paz, debemos resaltar aquellas que indican la resolución pacífica de conflictos, así como promover la educación y el diálogo, siendo este último un elemento indispensable en los MASC. Uno de los elementos apuntados por Naciones Unidas es el arreglo pacífico de los conflictos, lo cual es necesario para alcanzar una cultura de paz. La pregunta es: ¿cómo transformar los conflictos para poder alcanzar la paz? Johan Galtung (1999) menciona que la paz “es todo aquello que tenemos cuando es posible transformar los conflictos en forma creativa y no violenta” (p. 9). Por eso los MASC y, específicamente, la mediación, es un medio por el cual se pueden transformar los conflictos, pues sus mismos principios lo señalan; se busca fomentar el diálogo, trabajando desde un camino de paz, logrando una solución en consenso, a pesar de los conflictos previos, es decir, creando una transformación de la fractura a una convivencia. Por otro lado, el mismo autor menciona que la cultura de solución de conflictos es indispensable para alcanzar una cultura de paz, es decir, que la cultura de la mediación, así como de otros MASC, debe ser un pilar en la educación para la paz, y al respecto establece: en el trabajo para una cultura más abierta, más dispuesta a la paz, un punto principal es la cultura de solución de conflictos. Cada conflicto moviliza emociones, pero también es un problema para resolver, un choque de objetivos legítimos en búsqueda de una nueva realidad que ofrezca más compatibilidad. Hacen falta tres puentes en la construcción de esta cultura de paz: Empatía, No violencia y creatividad. Con optimismo y amor es totalmente factible (Galtung, 2012). Viñas (2008) define a la cultura de mediación y de resolución pacífica de conflictos como un conjunto de actitudes, valores y normas que establecen una forma de pensar, de hacer y de actuar en todas las relaciones establecidas junto con las instituciones sociales que fomentan el diálogo, la inteligencia emocional, la cooperación y la empatía entre las partes con la finalidad de encontrar soluciones benéficas para todos los involucrados en un conflicto. Pérez Sauceda (2015), en relación con la solución pacífica de conflictos y la mediación, señala lo siguiente: Tomando en cuenta que el conflicto es algo natural e inherente a la vida humana, la mediación significa asentar su solución en la paz y el consenso, a pesar del conflicto previo, comprende la transformación de la fractura en un hecho más de convivencia. La mediación es la facilitación de un pacificador profesional, mediante una intervención no violenta, que compromete a todos los actores sociales en relación con la propia participación, directa o indirecta de los conflictos. El propósito de crear y perfeccionar las técnicas de resolución de conflictos (Cornelio) es que, al aplicarlas de forma metódica, las personas puedan percibir las posibilidades que cada uno de los mecanismos les puede ofrecer para encontrar soluciones a sus diferencias por medio de formas de comunicación, y así arreglar las relaciones, gestionar el conflicto y, de preferencia, resolverlo (2014). Asimismo, Egla Cornelio (2014) menciona que los MASC tienen las siguientes metas: El mejoramiento del tejido social mediante relaciones de tolerancia, con apertura de canales para la participación de las minorías en un ambiente de verda-

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