Derechos Humanos / Anuario Edición 2018

62 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2018 Para las personas damnificadas que no recibieron apoyo, su condición de vida se transformó, ya que sus recursos económicos se debieron redistribuir para que, desde ellos, volvieran a generar nuevas condiciones de vida y de habitabilidad ante las condiciones climáticas y del entorno. Revisaron la casa y le pusieron unos números, […] no hubo razón de porqué no apoyaron la vivienda […] no hemos reconstruido la casa, si tuviéramos dinero ya no necesitaríamos de nadie, pero… jeje… como decían antes los antecesores “la vamos pasando como dios nos da de comer” […] mi marido ahí anda ya de por sí no puede. Yo por lo menos pongo mis frijolitos, frío unos picantes, lo que dios nos socorre para hacer de comer. Pero sin mi hijo y sin mi nuera no sé qué hubiéramos hecho […] como ahora que ven que tanto llueve […] por eso Brenda dijo que hay que empezar a construir porque se filtra, hay que echarle ganas. Y terminando aquello hay que terminar esto porque aquí también se filtra (Entrevista 12). La situación de gastos soportables en el derecho a la vivienda también generó condiciones adversas a algunas personas damnificadas que contaban con mecanismos de seguridad social en el estado, ejemplo de ello son las personas damnificadas que contaban con viviendas del Fovissste en el municipio de Atlixco, donde 184 viviendas, incluidas tres con daño total, no habían recibido el pago por parte de la aseguradora para iniciar con la reparación de las casas (e–consulta, 2018). Disponibilidad 33 El 35% de las personas damnificadas que participaron en el mapeo diagnóstico realizado en las comunidades de Santo Domingo Ayotlicha y Santiago Huejotal mencionaron condiciones que se interpretaron como afectaciones a la disponibilidad en materia del derecho a la vivienda. Las personas damnificadas que fueron censadas por personal de Sedeso–Sedatu y que no fueron apoyadas mencionaron que no tuvieron la asesoría técnica adecuada para conocer si su vivienda se encontraba en riesgo, recibiendo los siguientes comentarios o percepciones: “son daños menores” (vivienda B12), “solo es una grieta pequeña” (vivienda D1), “no tiene peligro” (vivienda D25). 33 La disponibilidad es la posibilidad de que las personas afectadas por los sismos pudieran contar con servicios, materiales, infraestructura, asesorías o facilidades necesarias para la adquisición, reconstrucción, reforzamiento o mantenimiento de las viviendas que habitan. La disponibilidad considera además que tras la reconstrucción, las viviendas contengan servicios indispensables para la salud, la seguridad, la comodidad y la nutrición; lo cual incluye un acceso continuo o permanente a bienes naturales e infraestructura para la subsistencia, como son el agua potable, la energía, la ventilación, el alumbrado, las instalaciones sanitarias o de aseo, el almacenamiento de alimentos, los servicios de emergencia y la eliminación de desechos (Sandoval, 2007: 63).

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