Derechos Humanos / Anuario Edición 2018

24 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2018 Héctor Samour: Bueno, hay que tener en cuenta que Ellacuría, sj desde hace más de cuarenta años ya había hecho un diagnóstico de que estamos en una crisis de civilización. Él hablaba de la crisis de la civilización del capital, con todo lo que está produciendo; no solamente desigualdad, exclusión, pobreza, sino también la destrucción del planeta. Él murió unas semanas después de la caída del muro de Berlín, o sea, él no pudo presenciar ni evaluar en toda su amplitud lo que significaba la caída del bloque soviético, la caída de lo que se llamaba el socialismo soviético, y todo lo que eso implicó después, en las siguientes décadas; sin embargo, ya había sido testigo de las contradicciones que se estaban produciendo en los países socialistas en aquella época. Él fue testigo de la Perestroika, fue testigo de lo que se llamó la Glasnot y también ya había sido testigo de las desviaciones que había tenido la revolución sandinista en Nicaragua, un proceso que él, al principio, en los ochenta, apoyó y que después, ya hacia 1989, miraba como un proceso revolucionario desviado, que más que convertirse en un proceso de liberación y emancipación real se convirtió en un proceso que le fue dando otra vez privilegios y dominio a unas élites, distintas a las que se había derrocado, pero siempre a unas élites. Entonces, él ya más o menos tenía un horizonte hacia dónde iba la cosa. Ellacuría, sj siempre desconfió de las vanguardias porque decía que cualquier vanguardia nunca encarna el verdadero telos, hacia dónde debe tender a una acción emancipadora. Él siempre desconfiaba del poder y le daba mucha preferencia, más que al poder y a los partidos políticos, a los movimientos sociales y a lo que pudiera ser la acción de la sociedad civil en los procesos de emancipación, no solamente para transformar regímenes, sino también para después tener una vigilancia crítica de los procesos. Ellacuría, sj siempre desconfiaba de los que solamente buscaban el poder o que querían conservar el poder, porque siempre el poder, cuando se quiere conservar o cuando solamente se lucha por obtenerlo, genera ideologizaciones y deformaciones para poder justificar lo que se ha conquistado de parte de grupos o de élites, y eso ocurre a nivel político, a nivel de un Estado, pero también ocurre en otras instancias. Él lo miraba claro también en la Iglesia católica, advertía que las mismas jerarquías ideologizaban demasiado tratando de conservar sus privilegios e intereses. Él siempre mantuvo una distancia crítica frente a los grupos revolucionarios y frente a cualquier forma de poder. Entonces, cuando observamos los procesos que están ocurriendo en Venezuela, lo que está ocurriendo en Nicaragua, uno se da cuenta de que finalmente cuando un proceso revolucionario se desvía y se orienta solamente a mantener los privilegios y los intereses de las élites en el poder, se desnaturaliza completamente todo proceso que inicia como uno de cambio. Es lo que está ocurriendo hasta nuestros días. Ellacuría, sj siempre desconfió de las vanguardias porque decía que cualquier vanguardia nunca encarna el verdadero telos, hacia dónde debe tender a una acción emancipadora

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