Derechos Humanos / Anuario Edición 2018

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2018 169 disciplinario, de las afectaciones psicosociales del caso de Iguala, del caso de Ayotzinapa, de los 43, que quiero centrar mi ponencia. Voy a empezar con una pregunta, que es como la pregunta que va a guiar toda mi exposición a lo largo de esta tarde, que tiene que ver en para qué sirve la investigación académica como parte de procesos de justicia frente a graves violaciones a los derechos humanos, en el contexto de violencia actual en México. ¿Para qué sirve la investigación desde las ciencias sociales? Creo que, en el caso de Ayotzinapa y el caso de los desaparecidos —los más de 30 mil desaparecidos en el país— ha quedado más evidente para qué sirven las ciencias duras; que es un poco algo irónico viniendo de la antropología, que nos enseñan a rechazar el positivismo y que las ciencias naturales, más bien, pueden generar ciertos sesgos y ocultar ciertas cosas de la realidad, sin embargo, en estos años ha sido mucho más evidente para qué sirven las ciencias duras; para qué sirve el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense; por ejemplo, todo el trabajo de los peritajes que han hecho científicos de las ciencias duras, para llamarlos así, de la unam, para derrumbar versiones del Estado. Es menos evidente, y mucho más complejo, pensar en para qué sirven las investigaciones de las ciencias sociales para aportar a trabajos de derechos humanos en la lucha, no solo en la búsqueda, sino en la lucha por la justicia y la verdad, y sobre todo porque ahí hay una serie de interrogantes de carácter ético que surgen. Voy a empezar a nombrar algunas de las preguntas. Lo que estoy colocando aquí van a ser, sobre todo, preguntas clave que creo que tenemos que tener en el mapa frente a la realidad. Una que es central es: ¿cómo se aporta y se construye evidencia sin crear condiciones revictimizantes que abren heridas para las víctimas? Un trabajo desde la antropología, que es mi disciplina, hablando con víctimas de desaparición forzada, uno necesita indagar para tener información, para sistematizar, escribir, decir algo frente al poder, pero preguntar abre heridas. Entonces, es muy fácil caer en procesos, por más consciente que uno esté [que], pueden generar condiciones que son revictimizantes. ¿Cómo recuperar las voces de las víctimas, sus experiencias, sin mercantilizar los testimonios? La palabra de la víctima está en un entorno mercantil en el sentido de que hay valor a esos testimonios, hay ganancias. Los medios podemos empezar a ver, los medios lucran con el dolor; también diferentes actores políticos lucran con el dolor. Entonces, ¿cómo evitas una situación donde estás en una lucha por la justicia sin caer en esa mercantilización del dolor de la experiencia de la voz de las víctimas? ¿Cómo tener claridad sobre el terreno de disputa en el que el dolor de las víctimas puede llegar a tener un uso político? Nuevamente, y sobre esto voy a hablar concretamente en esta transición hacia la nueva administración, las voces de las víctimas a veces son un botín político y uno gana capital político teniendo ciertas víctimas a su lado. Entonces, son nomás para ir trazando algunas preguntas que En el caso de Ayotzinapa y el caso de los desaparecidos —los más de 30 mil desaparecidos en el país— ha quedado más evidente para qué sirven las ciencias duras

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