Derechos Humanos / Anuario Edición 2018

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2018 115 la capacidad directiva del Estado y en los cánones de la democracia representativa, así como la nueva dinámica económica, constituyeron la coyuntura en la cual la forma de operar estatal que era, en esos momentos, benefactora, sufriera un cambio de paradigma, dirigiendo sus destinos y diseño operativo a una forma neoliberal, privatizadora, adelgazando el grueso de facultades y atribuciones estatales para instalarlo en manos de particulares. Es en este contexto que, desde la perspectiva de la ciencia política y propiamente desde la visión de las políticas públicas, surge una idea de funcionamiento de la administración pública, la cual permitiría hacer frente a la insuficiencia de esta derivada de la crisis en la que se encontraba; dicha idea ha sido, contemporáneamente, denominada como gobernanza. El desarrollo teórico sobre gobernanza se ha llevado a cabo desde hace escasos treinta años. El término ha ido evolucionando, sin embargo, el concepto básico ha sido semejante; hay quienes lo llamaron buen gobierno, nueva gobernanza, democracia asociativa, gobierno de redes, gobernabilidad/gobernanza, etcétera; no obstante, a sus distintas denominaciones, los diversos autores han coincidido en que la gobernanza es una forma integrativa, colaborativa y cooperativa de operar del gobierno (Estado operante) con distintos sectores de la sociedad; buscando una mejora en la calidad de las decisiones estatales. La gobernanza,14 entonces, se erige como una tendencia actual y una propuesta, en un principio teórica, constituida por un elenco de teoremas y prescripciones derivadas del neoinstitucionalismo y la democracia, tendientes a socializar y democratizar las decisiones gubernamentales desde la instancia de análisis hasta la de ejecución de acciones, esto es, que las acciones de gobierno de interés público sean acciones consensadas con los distintos sectores de la sociedad —se habla de los sectores social, empresarial, académico, entre otros. Dicho en otras palabras, el protagonismo en la dirección de los destinos del Estado ya no está en manos del gremio gubernamental, sino que dicha dirección se muda hacia los agentes no gubernamentales que tienen interés en participar en la toma de decisiones de lo público. Se habla de una reestructuración en cúmulo de actores que intervienen en la toma de decisiones de lo público. En este tenor, se puede vislumbrar la importancia de la participación ciudadana, ya que esta resulta una condición necesaria para 14 Es importante mencionar que el concepto de gobernanza tiene más implicaciones teóricas y prácticas de las que se señalarán a lo largo del texto; dichas implicaciones son los cánones gerenciales establecidos por la nueva gestión pública, la cual establece que la administración pública y la privada comparten problemas de organización, dirección, análisis, normatividad, funciones y procesos, eficiencia y calidad; escenario que, necesariamente, establece que las soluciones y lineamientos de naturaleza empresarial pueden ser incluidos en la forma de actuar de la administración pública; gerencialismo público. No obstante, esta construcción epistemológica de gobernanza supera los propósitos del manuscrito, razón por la que no será abordada a lo largo del mismo. La gobernanza, entonces, se erige como una tendencia actual y una propuesta, en un principio teórica, constituida por un elenco de teoremas y prescripciones derivadas del neoinstitucionalismo y la democracia

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